Maridos y mujeres

Como en una escena que hemos visto en casi todas las películas de Woody Allen, dos parejas están cenando y hablando, más hablando que cenando. Por supuesto, tratándose de un guión del genio neoyorkino, los cuatro son personas cultas, enteradas de la actualidad y, cada cual a su modo, propensas a cierta verborrea más o menos chisposa. Suele decirse que dos que duermen en el mismo colchón se vuelven de la misma condición, así que cabe encontrar en esta conversación y en esta cena dos acentos, dos perspectivas, dos modos diferentes de concebir lo que sea la noticia destacada del día, aquella que merece ser más comentada mientras deciden si -según las innovadoras tendencias actuales- ya no es imprescindible pedir vino tinto para maridar con la carne roja.

La primera de las parejas sigue emocionada (no es para menos) con el partido que hizo Pau Gasol contra Francia y que tan bien glosó aquí Mario De Las Heras para mayor gloria de esta web. En consecuencia, estos dos comensales -llamémoslos Marca y Mundo Deportivo, aunque resulte algo excéntrico- dedican casi todo su tiempo -casi todo el espacio de sus portadas de hoy- a realizar un merecido panegírico de la ya casi mítica figura del de Sant Boi, esperando anhelantes que mañana domingo la hazaña culmine con la victoria final en el Eurobasket contra Lituania.

Los ojos de esta pareja parecen aún algo acuosos al recordar la gesta de Gasol y de España, pero han debido de hablar en casa mucho el tema y, como suele ocurrir en las parejas, uno ha tirado más del otro que el otro del uno para conseguir ir de la mano en esta celebración. Marca ha insistido tanto y de un modo tan entusiasta en la gloria de la victoria contra Francia, que por fin hoy Mundo Deportivo ha acabado rindiéndose por completo a la ilusión, cuando ayer es cierto que se unía al brindis pero mantenía un ojo puesto en las cosas de la casa. ¡Salud!

Pero no todo es idílico en esta cena, como no todo (a veces casi nada) suele ser idílico en las películas de Allen. Si la primera pareja viene de la mano desde casa y no duda cada uno en reforzar las opiniones del otro con una sonrisa y algún que otro beso, nuestra segunda pareja se muestra ofuscada y en conflicto. Y eso pese a que muchos amigos comunes siempre han considerado que encajan muy bien juntos, unidos por la base sólida de su común no querer bien al Madrid. Pero ay, ¿quién conoce el secreto del amor duradero en estos tiempos convulsos de balones de oro y Kevin Roldanes?

El problema no está en que esta segunda pareja -la que forman As y Sport- considere que lo de Gasol y España ya debe pasar a un segundo plano ante la inminencia del regreso de los partidos de Liga. Ahí coinciden ambos, y eso tal vez haga albergar esperanzas sobre el buen futuro de la convivencia, pues, dicho sea de paso, ¿no ven que están hechos el uno para el otro?. El problema es que hay un desacuerdo -estamos seguros que meramente coyuntural- en cómo afrontar la noticia que ambos consideran más destacable.

Sin ánimos de tomar partido por uno de los integrantes de la pareja -ya se sabe que tal cosa no es en absoluto recomendable- As recoge la identificación que hizo Benítez entre Gasol y Cristiano Ronaldo, no motu proprio, claro está, sino casi obligado el entrenador madrileño por una más de las preguntas capciosas que suelen confeccionar ruedas de prensa como quien pone zancadillas. El acompañamiento de esta identificación es la muy reseñable noticia de que el portugués está a solo dos goles de convertirse en el máximo goleador histórico del Real Madrid, dejando a Raúl como segundo en tan excelsa lista.

En esto anda As, encantado de explicarse, mientras su pareja no para de mirarle con cierto resentimiento, como si la segunda botella de vino (ya tinto y que le den a las innovaciones gastronómicas) hubiera ido descorriendo velos, desinhibiendo composturas y colmando el vaso de la rabia. "Chincha rabiña" le falta decir a Sport contra As y contra el inminente logro de Cristiano.

- "Pues que sepas que mi Messi es más todo que tu Cristiano, ¿sabes?".

- "Que marca goles más mejores y más decisivos y más chachis, y no se pone tanta gomina ni grita uh por ahí, ¿vale?".

- "Y que, además, yo tengo unas sábanas molonas con el escudo por todas partes para albergar sueños, mientras tú vendes un chaleco raro, que no tiene ni escudo ni por supuesto mangas, ¿me oyes?".

El silencio tenso se deja notar en la mesa solo unos segundos. As baja la mirada y sabe que esta pelea se quedará en amago. Lo importante es lo importante y los cimientos de su relación con Sport son más sólidos de lo que hoy parecen. Desde otra mesa alguien nombra a Florentino Pérez y todos ríen. ¿Salud?