Marcelo es uno de mis jugadores favoritos de siempre. Me imagino mayor, ojalá, y a un nieto que me pregunta por mi futbolista favorito y yo le respondo que Marcelo. De Marcelo le haría yo las camisetas a mis hijos. Yo lo he visto a Marcelo hacer cosas increíbles. Cosas que sólo él hace. Es un defensa que no defiende, primera y encantadora (imperdonable para muchos) particularidad, y ataca salvándolo y derramándolo todo a su paso. Una delicia.
Siempre he visto esas arrancadas suyas de camino al área como si un comensal se levantara de repente de la mesa, agarrara el mantel y tirase con fuerza dejando tras de sí un desorden considerable y futbolísticamente fatídico para el rival. Marcelo es un jugador para contar sus hitos de viejo, para recordar sus regates las tardes de invierno con la voz sabia y cascada al lado de la chimenea.
Marcelo es un futbolista de leyenda casi amamantado en Chamartín, y por eso quizá parece menos leyenda. Lo que ha sucedido este año es que Marcelo seguía siendo ese comensal, pero que no ha tirado del mantel en toda la temporada. Marcelo se ha sentado ahí a comer (como casi todos los demás) y luego lo hemos podido ver cargando con el resultado por esa banda izquierda por la que deambulaba su sombra gruesa.
Por esto también yo lo recordaré. Por esa otra clase de idas, por sus dejadeces. Son parte imprescindible de Marcelo, como si necesitara irse un rato (este año ha sido un rato largo) para luego volver. Pero no puede acabar así. Su retirada no puede llegar precedida de una campaña de indolencia y alforjas porque si no, no se le perdonará. Parece que Marcelo ha decidido regresar y nos ha mostrado su cuerpo serrano cincelado en junio. En junio.
Cualquiera diría que la llegada de Ferlando lo ha hecho salir del retiro mental reflejado en su cintura. Era la siesta de Marcelo acarreando la pelota por esos campos de Europa. Marcelo nos ha enseñado su recuperado tipín y a mí me hace gracia y a otros no tanto. Marcelo ha hecho la operación bikini y eso nos suena un poco a como si no estuviera tomando el pelo, sobre todo después de un añito de relleno.
Pero Marcelo sabe que otro período de complacencia podría ser el último. Sabe que ya vienen a por su lateral mítico. Van a tener que quitárselo, o eso parece querer decir enseñándonos la tableta a buenas horas nunca tardías. En realidad, yo quería censurar un poco a Marcelo, pero en realidad, también, me ha encantado que se ponga en forma y que nos lo enseñe con la mirada orgullosa. Me ha recordado a cuando se ponía a tirar del mantel, igual que luego acababa tirándose del escudo para besarlo.
Marcelo tiene que ser para Mendy lo mismo que Roberto Carlos para Marcelo.
Marcelo no es un yayo, que le quedan 2 temporadas buenas. Si con que esté en 20 partidos a tope por temporada y el resto para su relevo, o viceversa, más que suficiente. Y el resto igual. Que tiene que haber 2 tios por puesto de garantía, por supuesto que uno siempre va a ser mejor que el otro en algo, pues ese algo según partidos pues pesará, igual que el momento de forma y de la temporada. Para eso está Zidane.
La prensa cainita siempre nos tocará las narices ganemos o perdamos.
Marcelo está. Ojalá Bale también y enchufado. Aunque ya pueden jugar la temporada de su vida que la cruz y la campañita ya está preparada.
Creo que hay gente que no es consciente de lo diferente que es Marcelo a todo y a todos. Y de lo difícil que es, para los rivales (especialmente en partidos a cara o cruz), taponar su banda.
Dudo que alguna vez se vuelva a ver un jugador como él con sus virtudes (muchas) y sus defectos (algunos).
A lo mejor, quizás, ese mantra de la competencia es verdad y le hace a uno poner la orejas tiesas y aparcar la relajación y comodidad del que tiene el puesto casi asegurado, para volver a pelear por él. Va a ser una pretemporada de colmillo afilado para ganarse un puesto en el 11 titular. Bien. Ciertas languideces de muchos jugadores, observadas y constatadas la pasada temporada, les puede mandar a la grada esta temporada. Mejor así. 😉
Ovación descontrolada puesto en pie. Yo en este tema banco a muerte a Mario. Viva Marcelo! Hala Madrid!
¡No hay derecho! Resulta que con las repetidas muestras de desinterés y de falta de profesionalidad que Marcelo nos ha regalado este año yo ya lo tenía en la lista de los irrecuperables,de los de "con un lacito". Y viene Mario, agarra, va y se marca este artículo que hace que se tambaleen mis convicciones. ¡No hay derecho! Ya no sé si quiero largar a Marcelo a la Juventus o comprarme su camiseta talla XXL.
Es lo que pasa cuando no se tiene ni idea de fútbol, que llega uno que sabe y tiene labia y te convence de lo que quiera. Será el precio a pagar; a cambio, nadie me quita el disfrute elemental, ingenuo e infantil cuando juega/ gana el Real Madrid, aunque no entienda si tenía que jugar Marcelo, Benzema o Tavares.
Otra cosa: don Mario, por amor de Dios, si lo titula "operación bikini" ¿no podría haber elegido otra foto? No me atrevo a sugerir ningún nombre, que yo de mujeres tampoco entiendo (pero seguro que algún nombre de la lista siguiente mejoraría la imagen de portada: Michelle Pfeiffer, Maria Grazia Cucinotta, Catherine Zeta-Jones, Bar Refaeli, Ornella Muti, Claudia Schiffer, Lola Gaos).
En mis oraciones, pido a Marcelo que le ponga otro balón a Bale para otra chilena que nos dé otra copa. Si así lo hace, bienvenidos sean él, su bikini y sus michelines si los tuviera.
El día que no esté Marcelo, como ha pasado este año, dejaremos de ver controles de dibujos animados, regates inverosímiles, marcharse de todos casi al trote, como si fueran niños, poner balones que si no se rematan a gol un delantero con casta debía dimitir. Esos detalles que quedan primero en la retina, luego en la memoria, que solo pueden empañar que el equipo no gane.
El día que falte Marcelo el abono, la entrada o la suscripción de televisión van a ser sin duda mucho más caros.
Estando en forma, es un jugador que crea tanto peligro en su área como en la rival. Si no lo está es un ex jugador, propio del equipo de veteranos.
Ahora luce abdominales, a buenas horas. Será para lucirlos en la playa.