Manchester City, 2- Real Madrid, 1: Sin señal para la épica

Sorprendieron ambos entrenadores con sus alineaciones. En el Manchester City, Pep sacó a Fernandinho en defensa y a Foden para crear confusión a la espalda de Casemiro. Por su parte, en el Real Madrid, Zidane confió en la CMK y en Rodrygo. Un 433 que parecía ya olvidado para las grandes citas. Zidane siempre sorprende.

Comenzó el partido con bastante indecisión por parte del Madrid. Tocaba atrás en zonas peligrosas para obtener muy poco fruto. En una de esas combinaciones Courtois le dio el balón sin demasiada ventaja a Varane, que cometió un error de los que nunca comete perdiendo el balón con Gabriel Jesús. El brasileño vio solo a Stearling que sólo tuvo que empujar el balón a las mallas. 1-0. El partido empezaba de la manera más desfavorable posible.

Tras ese lance el City creció de la misma manera que el Madrid cayó. Fueron 10 minutos en los que las dudas se imponían a las certezas con las que contaba el campeón de liga. Sin embargo el Madrid sobrevivió a ese tramo y comenzó a estirarse. Una gran ocasión de Benzema a la que siguió otra de Hazard le hizo recordar a ambos equipos que ahí estaba el Madrid y aquello no podía ser tan fácil. Poco después Benzema conectó con Rodrygo, que se hizo un autopase y centró con dulzura para un Benzema que ya había llegado al área. No perdonó Karim y puso el empate. Gran gol.

Tras el gol madridista el partido entró en una fase de cierta calma, pero los últimos minutos volvieron a ser de un City que aprovechó el cansancio del Madrid en el último tramo. Fue una primera parte que lo mejor que dejó fue un resultado que dejaba todo abierto. Sin embargo algo debía cambiar en la segunda parte para que la remontaba fuera posible.

Comenzó mejor la segunda parte porque el Madrid encontró cierto control en el juego. No inquietaba, pero tampoco sufría. Sin embargo el City pronto volvió a encontrar situaciones de peligro que desbarató un gran Courtois. El partido vivía una fase de calma tensa. La salida de Asensio supuso el primer movimiento de tablero. Y en una de sus primeras apariciones a la espalda de los centrales cedió un balón a Benzema que buscó un chut tenso que blocó Ederson. La entrada de Bernardo Silva pareció buscar más frescura que un cambio táctico. Lo cierto es que el luso entró bien al partido.

Cuando parecía que todo se decidiría en los últimos minutos, Varane volvió a cometer un error fatal en su cesión a Courtois con la cabeza. Gabriel Jesús logró batir a un Courtois impotente. Dos errores de este tipo tras un mal resultado de ida condenan a cualquier equipo. El Madrid tocó a arrebato y supuso de una buena ocasión con Modric, pero no hubo suerte.

Las dudas se habían apoderado definitivamente del equipo y Zidane no buscaba ninguna solución desde el banquillo. Resultaba muy frustrante ver a Vinicius en la grada sin calentar en la banda. Cuando más falta hacía la agitación, Zidane esperó al 83 para ordenar los siguientes cambios. En una temporada en la que el francés ha crecido enormemente a nivel táctico, en el último partido fue imposible entender sus decisiones. No hubo ocasión para soñar con la épica.