Eterna mañana de cuchillos largos

Estamos que lo tiramos, queridos galernautas. En un mundo cada vez más globalizado -aunque habría que pensar si no sería más descriptivo decir que más homogéneo- se diluyen las fronteras, se igualan los discursos y los criterios de pertenencia a un suelo pasan a un segundo plano. En otras palabras, aquellos mapas físicos que estudiábamos en el colegio pierden su importancia y ganan protagonismo los llamados mapas políticos; o, ya entrando en materia, los alineamientos editoriales ya no tienen que ver (si es que alguna vez lo tuvieron) con la cercanía, el localismo o la vecindad, sino con condiciones más culturales que naturales, más ideológicas que espaciales.

En consecuencia, bajemos a lo concreto para decir que si de la ciudad de Barcelona nos llegan cada día dos portadas, hoy ocurre que en realidad nos llegan tres o incluso cuatro, cosa que, por lo demás, está lejos de ser una excepción y es más bien norma. Cosas de la globalización, tal vez diría Relaño, aunque nosotros intuimos que bajo la apariencia inocua de tal término suelen esconderse intenciones humanas demasiado humanas y no la inocente expansión por sí misma del igualamiento ni, por supuesto, la azarosa coincidencia.

Así las cosas, nos protegemos del frío polar que propaga la portada de As con las fundas nórdicas que el mismo periódico tiene la delicadeza de proporcionarnos y pasamos a dar noticia del desastre madridista de cada día.

Por arriba nos recibe Simeone -el de la "liga preligrosamente preparada" y la intensidad que era antifútbol con Mourinho-, perfecto maestro de ceremonias de este aquelarre mediático. Pasen y lean. Abandonad toda esperanza. Porque por la izquierda As se hace eco de la exclusiva que ayer daba Mundo Deportivo sobre la posible sanción al Madrid por el mismo asunto de fichajes de menores por el que ya -digámoslo de nuevo, YA- está sancionado el Barcelona. Y en el centro, en el fuego primigenio, en la caldera magmática más terrible aparece ardiendo Benzema con su, al parecer, ex-amigo Valbuena como dedo acusador.

Ya se sabe que eso de esperar casa mal con los tiempos de la prensa actual y que lo que no suele demorarse en estos casos son los llamados juicios paralelos, que en realidad no suelen ser juicios, sino veladas sentencias firmes y condenatorias. Para qué complicarnos la vida con tecnicismos jurídicos, para qué respetar eso que llaman tiempos procesales, qué carajo es eso del secreto de sumario o la presunción de inocencia si podemos hacernos eco de unas declaraciones por aquí o del siempre socorrido y muy argumentado "la cosa huele mal" por allá.

En fin, ahora que los devenires políticos en Cataluña parecen estar provocando que no pocas empresas trasladen su centro de negocio de Barcelona a otras ciudades españolas, no podemos negar que Relaño está haciendo ímprobos esfuerzos -aunque parecen salirle con naturalidad- para que el grupo PRISA invierta esta tendencia y equilibre el mapa empresarial del estado radicando su periódico deportivo en la Ciudad Condal. Solo podemos decir que tal cosa nos parecería coherente.

Como decimos, el movimiento de As sería coherente y tal vez fatal para los intereses de la prensa que ya tiene Barcelona como sede y al Barcelona como motivo. No en vano, comparadas las portadas de Mundo Deportivo y Sport con la hoguera que nos regala Relaño, las primeras son hasta un soplo de aire fresco.

Es cierto que los medios catalanes también se hacen eco del caso Benzema (vía declaraciones de Valbuena, no porque haya habido algún dato más proveniente de la justicia francesa) y de la posible sanción al Madrid por parte de la FIFA, pero ambos asuntos no ocupan el grueso de las portadas, sino que son meros detalles que adornan el enésimo panegírico culé, la sonrisa 17.124 de Messi y la redundante loa al instinto goleador de Luis Suárez. No descarten que esté cerca el día en que Messi deje de sonreír y que Luis Suárez deje de marcar goles, y no necesariamente porque vengan mal dadas en lo deportivo (ojalá), sino porque humanamente ya no puedan soportar el eterno retorno de la misma sonrisa y de la misma capacidad en las portadas de cada día. Ya que estamos de juicios, tal vez el Tribunal Europeo de Derechos Humanos pueda decir algo al respecto. Allí nos presentaríamos como testigos y acaso como víctimas indirectas.

Pese a todo, aunque nuestro hartazgo sea ya grande y casi asome un pelín de solidaridad con los aficionados culés que se topan cada día con el mismo publirreportaje, tal redundancia solo puede suponernos una gracieta inocente en comparación con -ya ha quedado dicho- el más profundo averno al que nos invita cada día el diario As.

En Marca "Valbuena hunde a Benzema", así, sin medias tintas ni compasión, tocado y hundido ya antes de que de hecho lo esté por vía procesal, como mandan los cánones del titular más llamativo y, por lo general, de color amarillo.

"No sé qué pasa que lo veo todo negro", cantaban Los Salvajes haciendo versión del Paint it black de los Rolling Stones, y así lo suele repetir la prensa madrileña en casi todo lo que se refiere al Real Madrid. Tan negro que ya estamos supuestamente buscando fichajes que aligeren tanto peso y arrojen un poco de luz a nuestra perenne ruina. Miren, no. Regalen fundas nórdicas como hace As, ofrezcan calendarios y cuchillos como hacen desde Barcelona, o promocionen un vino de Rioja como hace Marca, pero no nos vengan ahora con fichajes para el centro del campo como si estuviéramos en un eterno mes de julio con todo por hacer y la casa comenzara por el tejado. Por ahí no pasamos. Hasta aquí hemos llegado.

(Abrimos la botella de Rioja, nos tapamos con la funda nórdica y nos armamos de paciencia para la eterna mañana de cuchillos largos que seguirá mañana).