Maletines y resaca

Hola a todos. Hoy viene la Tacones a dar clases de virtud a nuestras hijas, que deben guardar su flor a la espera de quien haya hecho los suficientes merecimientos para hacerse acreedor a ella vía el altar. Hoy viene el Dioni a impartir una lección de probidad en la Universidad de Yale por no decir en el diario Sport de Barcelona, tierra de honda tradición exportadora de pequeñas cajas provistas de asas que sirven para transportar cosas, dinero por ejemplo. Claro está que nos referimos a dinero que ha de ser entregado, mientras no se vean ejemplos de lo contrario, sólo por ganar. "Sólo por ganar, oiga", suelen decir sacudiéndose las manos y haciéndose los ofendidos quienes no se sabe si no saben (o si ocultan que saben) que el reglamento de la competición considera también ilegítimos los maletines por ganar.

Decimos que nos llega de Barcelona esta lección de ética y muy bien que nos parece, pues si hay una tierra de la cual jamás hayan partido maletines rumbo a otros destinos en finales apretados de liga esa tierra es la Ciudad Condal. Por eso no es de extrañar ni rechina en absoluto el que Piqué tuerza el gesto muy digno cuando le preguntan si cree que habrá maletines en Granada ("No lo sé, espero que no") o que el diario Sport de Barcelona adopte el lema de aquel anuncio televisivo de cuando no habíais nacido muchos. "¿Pezqueñines? No, gracias. Hay que dejarlos crecer". A lo mejor lo que quiere Sport es precisamente dejarlos crecer para cuando llegue un final de liga de signo contrario -es decir, donde el Madrid vaya primero y se enfrente a alguien que no se juega nada-, a fin de que se acumule el bote y se ofrezca una suculenta recompensa al rival de los blancos para entonces.

Hay que emitir una risa histérica, casi como la de Michael Caine al final de Sleuth, rodeado por los muñecos parlantes y otros ingenios mecánicos propiedad del excéntrico escritor interpretado por Sir Lawrence Olivier. Hay que reír nerviosamente, con las manos temblorosas y el semblante torcido, ante la condición pétrea de la faz de algunos allá por el rinconcito. La semiótica termina por redondear la farsa, con la foto de la primera liga de Tenerife engalanando el lema. "¿Maletines? No. gracias" encima del abrazo entre (parecen) Cruyff y Stoitchkov al saber que un Tenerife que no se jugaba nada había ganado al Madrid y les había convertido en sorpresivos campeones, es la quintasencia de la desfachatez cuando está documentadísimo el incentivo económico que aquel Tenerife recibió por parte del Barça para que derrotase a los nuestros. No tan documentada, pero firmemente implantada en el inconsciente colectivo futbolero, está la posibilidad de que equipos como el Español y el Mallorca recibieran promesas de incentivos para ganar al Madrid de Capello al desenlace de la mítica Liga del Clavo Ardiendo, si bien en este caso ni incentivadores ni incentivados se salieron con la suya y el Madrid se hizo con aquel campeonato de la regularidad con Mahamadou Diarra y José Antonio Reyes como improvisadas estrellas.

Marca, por su parte, se hace eco de una estadística que, al revés que los maletines de Tenerife, sería desincentivadora de no ser porque las estadísticas, como reza el estereotipo en el periodismo deportivo (¿qué no lo es ya en ese gremio?), están para ser rotas. Sería la primera vez que el Madrid gana una liga cuando llega a la última jornada sin ser líder pero con posibilidades matemáticas de ganarla, escenario que se ha dado en once ocasiones y siempre sin fruto. Nosotros hacemos votos porque esta vez suceda, claro, y no tanto porque el Madrid merezca que esta regla se quiebre (aunque también) como porque el Barça se merece no ya dos como nos aconteció a nosotros, pero al menos un tenerife aunque caiga por el Albaicín. Tantísima arrogancia e hipocresía como la que ha exhibido el Barça en la última década merece una cura de humildad en condiciones, un vapuleo de última hora que podrá darse o no, pero al cual los del rinconcito se han hecho merecedores con creces a lo largo de los últimos ejercicios.

Para ello necesitamos ganar en Coruña y la complicidad del Granada, cuyos jugadores, a estas horas, deben andar sin duda celebrando aún la matemática permanencia en Primera sellada en la jornada anterior. Enhorabuena, queridos amigos granaínos. "Granaíno, buena follá", va a empezar a decirse en toda Andalucía, y más allá de Despeñaperros, si nuestros amigos de la bellísima ciudad de la Alhambra optan por aparcar cuanto antes el ambiente festivo y ponerse a entrenar como cosacos para lograr lo que, no nos engañemos, resultaría en el final y más memorable episodio de la competición, a saber: dejar al Barça sin Liga por no haber sabido defender como hombre lo que lloró como mujer ante undianos y closes.

Hay que sacudirse esa resaca ya, amigos granaínos, y ponerse manos a la obra en la edificación de la verdadera gran obra de la temporada, la que no es que vaya a poner a Granada en el mapa (ya lo está por obra y gracia de su sempiterno atractivo para el visitante), pero sí va a convertir a vuestra escuadra en una escuadra de leyenda.

Aparte del socorrido alka-seltzer, hay remedios caseros para la resaca que nunca nos cansaremos de recomendar.

Lo primero es hidratarse con agua o jugos de fruta que además os ayuden a recuperar lo perdido en la borrachera. Aunque no sintáis hambre es necesario comer para mejorar el estado de vuestros estómagos y recuperar la fuerza que os harán mostraros implacables ante Claudio Bravo, a quien a buen seguro golearéis si complementáis esta dieta de auxilio con garbanzo, gran fuente de vitamina B6, o con espárrago, fuente inagotable de B1.

Para aliviar náuseas lo mejor es el jengibre. Podéis tomar un ginger ale o haceros un té de jengibre de la siguiente manera: cortar de 10 a 12 rebanadas de jengibre fresco y mezclar con 4 tazas de agua. Se hierve durante 10 minutos. Se cuela y se le añade el jugo de una naranja, el jugo de medio limón, y 1/2 taza de miel. Ya que el jengibre es bueno para las náuseas y varios jugadores del Granada se cruzarán con Messi varias veces durante el partido, no estarán de más que, asimismo, recomienden esta solución al argentino.

El limón es el mejor depurador del hígado que existente en la naturaleza. Y como se sabe, el hígado suele salir bastante perjudicado durante las ingestiones de alcohol. Como tónico hepático, se recomienda beber al levantarse el zumo de un limón en un poco de agua caliente o tibia. Tomar limón es muy mineralizante, nos aporta gran cantidad de minerales que hemos perdido a causa de las bebida alcohólicas y, por ende, nos pone en disposición de afrontar el teatro de Neymar sin exasperarnos y culminar en roces que a buen seguro conllevarán nuestra inmediata expulsión.

Los alimentos clave para ayudarte a combatir la resaca son: un buen bocadillo de beicon y un zumo de naranja. Puede parece extraños pero los aminoácidos del beicon ayudan a luchar contra la resaca. Algunos estudios dicen que la vitamina C ayuda a combatir los efectos secundarios del alcohol. Además un par de huevos fritos te pueden echar una mano, ya que en algunos estudios se ha identificado que la cisteína, un compuesto de huevos, puede ayudar a contrarrestar el aldehído, una de las sustancias químicas que se acumula en tu cuerpo cuando bebes demasiado. Ya sabéis, amigos granaínos: un buen bocata de beicon, de esos que en cualquier bar de vuestra hermosa ciudad ponen como tapa como acompañante de una cerveza y por poco más de un euro, y no habrá tridente que se os resista. Emplead en hincar el diente a vuestro bocata de beicon la mitad de fiereza que Suárez pondría en deglutir vuestra oreja izquierda y la senda de la victoria será franca y expedita.

Por último, os recomendamos verter dos cucharadas de hojas de menta en 1 taza de agua que esté hirviendo, tapar y dejar refrescar. Tomar una taza añadiendo, si se desea, 1 cucharadita de miel biológica con la que aliviaréis el dolor de cabeza y, a la vez, reactivaréis el proceso de rehidratación.

Una vez hecho todo esto, amigos granaínos de inmejorable follá, habréis aliviado los efectos secundarios de la fiesta que tan merecidamente os habréis dado a resultas del mantenimiento de categoría, y estaréis en disposición de afrontar la verdadera hazaña de la temporada, el broche de oro.

Confiamos en vosotros.