"Es imposible", escribía yo, perdón por la autocita que va a extenderse, "no querer que gane el Mundial un país donde si naces un miércoles te llamas Kweku. El privilegio de llamarse Kweku es exclusivo para los nacidos en miércoles, pero hay privilegios equivalentes para los nacidos en el resto de días de la semana. Así, por ejemplo, Kofi Annan se llama Kofi porque nació un viernes, y Kwame Nkrumah vino al mundo un sábado para llegar a ser el gran ideólogo de la independencia africana y gestor de la independencia de Ghana, que fue la primera obtenida por ninguna antigua colonia del continente. Por eso, porque vino al mundo un sábado, se llamaba Kwame Kwame Nkrumah, y por eso, porque convirtió a su país en el primero que se proclamó libre de la tiranía de la metrópoli, haciéndolo además por medio de un proceso pacífico, hay que querer también que Ghana alce la Copa del Mundo".
Matizaba yo: "Por supuesto, si naces un miércoles no es obligatorio que te llames Kweku. Simplemente, puedes hacer uso de esta prebenda si lo consideras oportuno. Los ghaneses no obligan casi nunca a nadie a hacer nada, y esto del nombre no es una excepción. Si naces un miércoles puedes llamarte Kweku pero también puedes llamarte Henry o Jonathan (o Mary si eres mujer, en cuyo caso el nombre de miércoles al que podrías optar no sería Kweku sino Akua, su variante femenina). También puedes llamarte Jonathan y situar Kweku como honroso middle name. Puedes hacer lo que te dé la gana, incluyendo llamarte Mensah si resultas ser el tercer varón consecutivo de la descendencia. Nuevamente, se trata tan solo de una posibilidad que yo, caso de ser ghanés y haber tenido tres hijos varones consecutivos, nunca hubiera desaprovechado, acogiéndome libremente a ella. En general, lo único que sucede en Ghana con tu abanico de elección es que se amplía".
Esto es agua y no lo llames de ninguna otra manera, no te engañes pues es agua. Esto es vino y no pretendas que se trate de otra cosa porque es vino y solo vino
Proseguía: "Hay libertad completa en casi todo, incluida como digo la elección del nombre de tu hijo, pero el bautizo por el cual darás a tu vástago dicho nombre sí observa un procedimiento prefijado. El oficiante pondrá una gota de agua en la lengua del recién nacido y le dirá: “Esto es agua y siempre lo llamarás agua”. Después, pondrá en su lengua una gota de vino y le dirá: “Esto es vino y siempre lo llamarás vino”. Por medio de este sencillo ritual, no solamente se le presentan al niño algunas de las cosas más necesarias de este mundo, sino que se le ofrece su primera lección vital: la importancia de la verdad. Esto es agua y no lo llames de ninguna otra manera, no te engañes pues es agua. Esto es vino y no pretendas que se trate de otra cosa porque es vino y solo vino".
Durante mi estancia en Accra tuve ocasión de entrevistar al Jefe de Estado de los ghaneses por aquel entonces, el Presidente John Kuffuor. Esto escribía yo sobre él: "Me pareció el prototipo del ghanés, aunque algo más serio que la mayoría de sus compatriotas: sereno, guapo, pausado, elegante. Sabedor de su condición de católico, y pese a que su jefe de prensa me lo había prohibido taxativamente, le pregunté qué piensa cuando el Papa (por entonces Juan Pablo II) va a África, donde el Sida era (y en menor medida aún es) una hecatombe, y condena el uso del preservativo".
"—Yo soy católico— dijo Kuffuor, con sencillez,- y por tanto me importa mucho la opinión de Su Santidad. Pero también soy el Presidente de todos los ghaneses, y tengo que intentar que no se mueran. Tengo que advertirles que se protejan".
Me pareció el paradigma del sentido común, algo muy ghanés. Y me conmovió el modo en que el Presidente de todos los ghaneses aplicaba a su población la enseñanza del bautismo. Esto es agua y solo lo llamarás agua. Esto es vino y solo lo llamarás vino. Esto es SIDA y sólo lo llamarás SIDA.
Espero que se me disculpe si hago copy/paste de mi recuento ghanés, asegurando al paciente lector que llegaremos a algo que tenga que ver con el Real Madrid, objeto temático de este portal.
"Kuffuor había llegado el poder pocos meses antes tras derrotar en las urnas al Teniente J.J. Rawlings, mandatario de larga ejecutoria que había conquistado el poder por medio de un golpe de estado muchos años antes, pero que lo había renovado por medios democráticos en dos ocasiones posteriores. Rawlings, especialmente en sus primeros años, se labró una reputación de líder apabullante y cruel, aunque un estudio más exhaustivo de su desempeño revela una crueldad muy de andar por casa, nada comparable a sátrapas africanos como Idi Amin o Mobutu Sese Seko. Las brutalidades de Rawlings consistían en cosas como propinar una soberana paliza a su vicepresidente en medio de un consejo de ministros. No digo que tal cosa esté bien, pero un somero repaso a los quehaceres de otras macabras figuras políticas del continente revela que hasta en materia de tiranos es Ghana un país que apuesta por cierta mesura y contención".
"Si Rawlings fue un líder que no armonizaba en absoluto con la idiosincrasia ghanesa (y del que cabe decir que se aprovechó de ella, de esa afabilidad, de esa mansedumbre, para abusar), Kuffuor representaba la quintaesencia del ghanés. Durante el tiempo que pasé en el país, abundaron los rumores de golpe de estado por parte de un Rawlings incómodo en la lejanía de la poltrona presidencial.
—No va a suceder —me dijeron varios de mis entrevistados—. Y si lo intentara, no recabaría el necesario apoyo. El ghanés no quiere aventuras. Quiere estabilidad y democracia. El ghanés es democrático por naturaleza.
Acertaron plenamente: Kuffuor consumó su mandato y hasta sería reelegido. En su salida del poder en 2008 representó también la quintaesencia del ghanés. El resultado de aquellas elecciones se dilucidó por un puñado de votos. Este cuasi-empate técnico, que en muchos otros países africanos se hubiera saldado con derramamiento de sangre, y que en la nación más poderosa del planeta (Bush-Gore) dio paso a un proceso eterno y poco edificante, fue resuelto por Kuffuor y su talla de estadista. Él no había concurrido como candidato de su partido, el NPP, por imposibilidad constitucional de ser reelegido, pero no dejaba de ser el Presidente saliente, y el que templó los ánimos en la noche en que ya los cuchillos se afilaban. Kuffuor asumió públicamente la derrota y pidió a sus correligionarios la aceptación de la misma, dando paso a una milagrosa alternancia que refrendó ante los ojos del planeta el carácter ejemplar de la democracia ghanesa".
Ahí tenemos de nuevo —entenderéis el inciso y pronto lo entenderéis mejor— el valor de la verdad. Sí, ha sido por muy poco. Sí, es un puñado de votos. Sí, es verdad que no lo esperábamos. Pero hemos perdido, y no tratemos de llamar a la derrota de ninguna otra forma. Demos un paso a un lado y dejemos que la Historia hable.
Aunque de momento el que sigo hablando soy yo a través de mi blog, y concretamente de este entrada en 2014 en el que confesaba mi amor por Ghana, ofreciendo motivos (creo) de peso, y continuando con la serie de presidentes ghaneses.
"John Atta Mills, el candidato del NDC, el partido rival, tomó las riendas del país. De nuevo, un hombre acaso poco carismático pero tranquilo en sus formas políticas, un estudioso, un sabio. Atta Mills murió en el ejercicio del poder el 24 de julio de 2012, y el relevo que en ese instante se produjo en la Presidencia viene a constituir otro exponente del prodigio de consenso y armonía que esta nación constituye. Cristianos y musulmanes conviven en Ghana en paz casi completa, y el hecho de que al cristiano Atta Mills le sucediera el musulmán John Dramani Mahama sin que este tránsito significara trauma alguno proclama a gritos también, como todo lo que estoy exponiendo, que a este país hay que apoyarlo en la vida, en el Mundial o donde sea".
Gracias por esta lección de vida. Uno lleva tanto tiempo escuchando argumentos sobre "mi verdad" o "su verdad", que acaba creyendo que el agua puede ser según el cristal por el que se mire, cuando agua sólo hay una.
“Esto es agua y siempre lo llamarás agua”. “Esto es vino y siempre lo llamarás vino”.
Voto por su incorporación a los diferentes “ bautismos” de la vida.
Artículo maravilloso y edificante.
Me encanta. Bravo!
Cómo no vamos a tener respeto los madriditas a un país que se llama "gana" (perdón por la transcripción del nombre). Es lo único que cuenta...
PD en un acto de fe, obviaré el click sobre el enlace al ASco, y tomaré por buena la palabra de D. Jesús
Pasé 6 semanas con base en Kumasi precisamente en 2017, con la cartelería electoral por las calles.
Visité el Palacio Real de los Ashanti y también estuve en Cape Coast.
Gracias por traerme a la memoria las cosas buenas de aquel viaje.
Excelente.
El África negra , una bellísima parte del continente.
Y sí, como ya han apuntado, se puede aprender mucho de ellos. La esencia de la vida, lo inmaterial, lo espiritual... cuando te pasas un tiempo viviendo allí, te marca...uy, mejor decir te deja huella, lo de "marca" suena mal.
Sí, puedo decir que mi experiencia , entre mandingas, diolás, sereres y wolofs , me ayudó a
ser mejor persona o, por lo menos, menos chunga.
¡ VIVA SENEGAL, VIVA GHANA ! . Y, en su global, VIVA EL AFRICA NEGRA !
Y,sobre todo, ¡VIVAN LOS NEGROS CON ALMA "BLANCA" !
Gracias Jesús por tu excelente artículo. Así, La Galerna demuestra como puede hacerse prensa deportiva escrita con calidad y sentimiento.