Dijo Picasso que los buenos artistas copian y los genios roban. Aquí, en La Galerna, aspiramos sólo a reflejar a los maestros y no nos importa quedarnos por el camino. Hemos elegido basarnos, ni siquiera copiar ni mucho menos robar (no podemos aspirar a tanto, no somos genios, ni siquiera buenos artistas), en una parte señera de la contraportada de uno de los diarios españoles de más rancio abolengo. Y lo vamos a hacer a nuestra humilde manera que, ya les aseguramos, queridos galernautas, no tendrá el mismo estilo, o el estilo inimitable, directamente, del original.
Nosotros nos preguntamos, curiosos, por el madridismo de esas mujeres (nuestro espejo clarividente pregunta por cuestiones mucho más elevadas), aunque no de esas mismas mujeres que tan respetablemente ocupan el dorso del ínclito periódico. Nosotros somos más selectivos, rayanos en el privilegio (antidemocrático si quieren y hasta hereje: somos unos radicales y unos impíos) de elegir mujeres ¡vestidas! (avemaríapurísimaavemaríapurísima) y clasísticamente madridistas en nuestra pobre ensoñación que nada tiene que ver con las elegantes curvas y desnudeces, y el caballeroso trato a las mismas, de nuestro preclaro modelo.
Porque nosotros pensamos, ya sin más preámbulos, que nuestra primera protagonista es de un madridismo que nos deja estupefactos. Yo, que soy el escribiente, pocas veces vi tanto madridismo ni tan bello y eso que ayer mismo he visto a Benzema en el medio campo esperar y esperar y esperar como una batería de fusileros hasta finalmente disparar a Asensio hacia la eternidad. Me refiero a Carlota Casiraghi, la reina de la belleza principesca en Europa, más o menos lo mismo que el Madrid. A Carlota, a Charlotte (el amor del joven Werther) la hemos visto hacerse mayor en las revistas casi como a Butragueño en la vieja ciudad deportiva. ¿Es posible que una mujer como Carlota Casiraghi no sea madridista? Yo no lo creo posible. El esplendor de ese rostro lo demuestra casi científicamente.
Unos ojos perfectamente separados del color del mar monegasco enmarcan mi visión. Y sobre sus pestañas uno puede vislumbrar lanzarse fulgurantes contraataques bebecianos, como sobre ligeros trampolines, que se deslizan haciendo la curva, ¡una curva!, (avemaríapurísimaavemaríapurísima) graciosa de su nariz que es el mascarón de proa de su familia pirata.
Creía que iba a estar dedicado a mujeres madridistas de verdad, a ilustres madridistas o cuando menos conocidas, si es que las hay, me refiero a ilustres, porque anónimas somos millones, y me encuentro con soñadas madridistas.
Hermosa descriptio puellae, sí señor, en la mejor tradición de la "fin' amors" provenzal.
Y aderezar a la bella Charlotte con el ingrediente del madridismo la convierte en ideal de perfección, así que dejémoslo ahí y no profundicemos en su biografía.
Gran comienzo, seguiremos las futuras apropiaciones de mujeres madridistas. Por seguir el juego planteado, me atrevería a decir que si Carlota es madridista, otra mujer de su familia es del Atleti de toda la vida. Me refiero, cómo no, a su tía Estefanía. Volcánica, visceral, atractiva, pese a que en su estilo escasee la elegancia de su hermana mayor Carolina, adorada y admirada en todo el mundo por su prestancia y fachada. Madridista a buen seguro, madre de la madridista Carlota. Estefanía siempre fue díscola y alternativa, sus gustos fueron otros y nunca fue bien considerada en la realeza, pero es innegable que contó y cuenta con numerosos partidarios. Saludos.
jajajaajajajajajaja lo has clavado
A ver, Mario... Observando la foto del primer plano, se entiende que estés enamorado; pero el artículo en sí mismo... aquí en La Galerna... no sé...
Adriana Torrebejano creo que es una digna sucesora de Carlota. Su apariencia física es muy similar y sería una futura madridista ilustre.