Siempre que se compara el tratamiento informativo que reciben Real Madrid y Barcelona, se evidencian enormes diferencias. En líneas generales, la prensa filobarcelonista muestra un optimismo contumaz en torno al equipo, sin cabida para reproches, especialmente durante las pretemporadas o los primeros compases de la campaña. Entre los medios que informan sobre el Real Madrid, aunque parte de ellos comparten esas intenciones iniciales positivistas, casi siempre se busca la crítica, la polémica. Podría exponer centenares de ejemplos, pero me voy a centrar en un puñado que considero representativo.
Recuerdo vívidamente una tertulia vespertina de hace unos años en la conocida como ‘radio del deporte’. Empezaron a debatir sobre la última falta de profesionalidad de Dembélé, tras llegar tarde a un entrenamiento. Venían de muchos minutos criticando a Gareth Bale porque le gustaba el golf o porque no sabía español (la mentira más veces repetida). Tras un breve intercambio de pareceres supuestamente jocoso, un periodista de voz engolada de Barcelona cortó en seco la conversación. Su razonamiento fue que hablar mal del extremo francés podía depreciarle. Y pasaron a otro asunto. Aquello me enseñó varias lecciones, o afianzó lo que ya sabía. Lo primero que comprobé es la desmedida importancia que se dan algunos periodistas, que de verdad creen que sus opiniones en un medio que escuchan en torno a 100.000 personas pueden variar el valor de mercado de un futbolista. Lo segundo, me sirvió para corroborar cómo muchos de estos profesionales admiten tranquilamente que los intereses del Barcelona están por encima de su deber informativo. Hay que contar solo lo que interesa al club, y ocultar convenientemente lo que no, al menos hasta que haya pasado un tiempo prudencial. Además, se puso en evidencia que cuando se trata del Madrid, atizar está totalmente permitido e incluso se jalea, a diferencia de lo que ocurre con otros equipos.
Sin irnos tan atrás en el tiempo, podríamos recordar la rueda de prensa de despedida de Leo Messi. Prácticamente todos los periodistas nacionales (y algunos extranjeros) que tuvieron turno de pregunta comenzaron su intervención con un breve (o no tan breve) discurso de agradecimiento hacia el jugador, como si de aficionados con bufanda se tratara. El más sentido de todos llegó del representante de AS, desde lo más profundo de la ‘caverna madridista’, que se congratuló de que su momento hubiera llegado pasados varios minutos, porque formular su cuestión en un instante tan emotivo era especialmente difícil para él. Por supuesto, el masaje en la rueda de prensa derivó en que un porcentaje altísimo de las preguntas carecieron por completo de interés, mientras en el aire se quedaron cuestiones bastante más jugosas. Comprendo las complicaciones de ejercer tu labor desde una óptica mínimamente crítica, o simplemente profesional, cuando te comportas como el quinceañero fan histérico de una ‘boy-band’.
Muchos de estos profesionales admiten tranquilamente que los intereses del Barcelona están por encima de su deber informativo. Hay que contar solo lo que interesa al club, y ocultar convenientemente lo que no, al menos hasta que haya pasado un tiempo prudencial
Ni siquiera los problemas económicos se antojan insalvables en el ‘entorno barcelonista’. De hecho, el titular de Sport tras la rueda de prensa en la que el presidente del Barça detalló los detalles de la auditoría, desgranando cifras terribles, que amenazan la pervivencia del club a corto plazo fue: “Laporta abre la puerta a más fichajes para el Barça”. Instalados en una realidad paralela, los aficionados del Barça no han querido enterarse de lo que estaba pasando en su club, y los medios que debieron informarles del proceso de deterioro institucional ni lo han hecho, ni se arrepienten de ello. El propósito de enmienda no existe y se va a seguir por el mismo camino, en el que lo negativo no es noticia y el posible fichaje de la más rutilante estrella está al caer, aunque se hayan tenido que empeñar hasta las telarañas de la caja fuerte. A pesar de las advertencias de los malvados ‘economistas de Madrid’, absolutamente nadie allí valoró la posibilidad de que Leo Messi no firmara un nuevo contrato con el Barcelona. El mazazo cuando se anunció su marcha volvió a mostrar a una afición engañada y desesperada y a unos medios que siguieron con su funambulismo, alentando teorías rocambolescas en las que todo era una estrategia y negándose a certificar lo que la realidad exigía.
Este trato tan amable y conscientemente quimérico de la prensa deriva en un optimismo exacerbado en torno al Barcelona. Incluso después de perder al jugador que consideraban absolutamente imprescindible, al mejor, al que ganaba cuando quería, vuelven a presumir de que están en disposición de triunfar de inmediato, destacando el potencial de la plantilla. Es un ciclo eterno que empieza con ilusión brutal en agosto, excusas variopintas en las primeras derrotas, confianza inquebrantable antes de los cruces de la Champions al final del invierno y disgusto absolutamente inesperado con la contundente derrota europea o la sonrojante remontada. Viene ocurriendo en cada uno de los últimos cinco años. Mientras, la feroz fiscalización que vive el Real Madrid hace que muchos de sus propios aficionados vean mal todo lo que ocurre, sea lo que sea. Cabe recordar, por ejemplo, que hubo grandes críticas tras tres Champions seguidas porque se tenía que hacer mejor en la Liga.
La feroz fiscalización que vive el Real Madrid hace que muchos de sus propios aficionados vean mal todo lo que ocurre, sea lo que sea. Cabe recordar, por ejemplo, que hubo grandes críticas tras tres Champions seguidas porque se tenía que hacer mejor en la Liga
Lo queramos o no, aquel que consume medios de comunicación o redes sociales acaba siendo permeable al relato que transmiten desde hace muchos años. Es una corriente tan fuerte que es muy difícil nadar en contra de ella. Algunos consideran que esa crítica inmisericorde en realidad curte y acaba por fortalecer al madridismo y, por ende, lo contrario supone la debilitación del barcelonismo. Yo no lo tengo tan claro y mi opinión es más simple; unos y otros deberían dedicarse a hacer su trabajo, que es contar lo que pasa. Sin dejarse cegar por la tendencia mediática imperante o por una supuesta defensa de un equipo al que no se le hace ningún favor ocultando sus miserias. Mientras esas miserias permanezcan en la sombra, nadie las va a limpiar.
Fotografías Imago.
Ayer mismo tienes otro ejemplo de lo que escribes en el artículo, Rafa Mir se va el Sevilla después de tenerlo hecho con el Atleti, si en vez del Atleti hubiera sido el Madrid la noticia ayer hubiera sido qué el Sevilla le ha robado el jugador al Madrid ,pero ayer no hubo ni una sola noticia de que el Atleti se había quedado sin el.
De hecho, hay un jugador húngaro de apellido impronunciable, que sonó para el Madrid (estaba en el Salzburgo) y que fichó por el Leipzig. Hace un par de días metió un par de goles, y la noticia era que "el jugador que el Leipzig birló al Madrid marca dos golazos".
Verdades como templos. El problema es que los que leen la galerna ya lo sabemos, y en los medios más mayoritarios hay lo que hay. Menos mal que la gente ha encontrado otros medios para informarse
Esa prensa influye mucho contra el Madrid:
-Encarece o impide fichajes de jugadores de clubes españoles. Los equipos prefieren no vender al Madrid ante el escándalo que montan los medios.
-Influye en el arbitraje. Un error que favorece al Madrid se magnífica y al revés se oculta.
-Crea mal ambiente entre los aficionados madridistas y en el equipo. Muchos madridistas estaban hartos de Cristiano (!).
-Se muestra al Madrid como el equipo poderoso y a la vez se presume que el Barcelona es -era- el equipo más poderoso económicamente y a la vez se endeuda en más de mil millones de euros y tiene un aplastante apoyo mediático e institucional.
A todo ello se suma que el Barcelona maneja mejor los medios. Dos ejemplos:
1. En la última euroliga de baloncesto al Madrid le interesaba que ganase el Barcelona la última jornada de la temporada regular para evitar en las cruces al Efes, que al final nos eliminó. El Madrid en vez de decir que el Barcelona se iba a dejar ganar para perjudicar al Madrid, se limitó a pedir cándidamente la victoria del Barcelona. ¿Nadie recordaba la campaña del Barcelona en la semana previa a las ligas de fútbol de Tenerife? El Barcelona decía que el Tenerife se iba dejar ganar, para obligarles y picarles el orgullo para que el equipo y la afición se esforzasen al máximo contra el Madrid, como así ocurrió, rumores de maletines aparte.
2. Hazard ha recibido patadas reiteradas al tobillo. Si hubiera sido del Barcelona habrían montado una campaña en prensa y a la mínima falta Hazard al suelo con gestos de dolor (tipo Iniesta), los jugadores levantando los brazos protestando, la prensa clamando “vuelven a cazar a Hazard”, el árbitro sacando tarjeta y los rivales con mucho cuidado con entrar duro a Hazard. Además de la prensa apoyando al pobre jugador en vez de referirse a sus kilos.
Que esto pase es por culpa del madridismo en general.
Según estadísticas hay 25.000.000 de aficionados al futbol en este país y de esos, el 46% son seguidores del Madrí o sea 11.500.000 aficionados.
Una vez dicho esto, si esos millones de personas se pusieran de acuerdo con no consumir la prensa normal ¿Cuánto tardarían en cambiar su lÍnea editorial esos medios?.
Podemos criticar a los medios, a la directiva y al mismísimo santo prepucio de Joan Gaspart pero el aficionado de a pie tiene su parte de culpa de ese maltrato.
Creo que hay muchos madridistas conscientes de lo que hay y que no consumen antimadridismo. Y existen otros que consumen pero no demasiado. Desafortunadamente , por el cariz extradeportivo que todo este asunto conlleva, existen medios subvencionados y financiados para que sigan contra esta labor anti. No me cabe duda. No están sujetos a esa “libertad” de la ley de mercado basada en el binomio oferta-demanda. Existe un ejemplo claro, PRISA. Un holding que presenta números rojos y que es deficitario pero que sirve a determinados intereses. De ahí que siga presente y realizando su labor.
Pensar que podemos derribar el antimadridismo simplemente no consumiendo determinados medios es , por lo menos, un tanto ingenuo. Soy de los que pienso que cada persona madridista debe actuar en consecuencia, pero es una cuestión compleja. No hay que rendirse en cuanto a denunciar toda esta corrupción. Pero es compatible, lógicamente, con desengancharse de la competición .
Sera ingenuidad pero por algún lado hay que empezar.
Sigo pensando que 12 millones de consumidores son muchos como para pasar de ellos.
existen medios subvencionados y financiados para que sigan con esta labor anti.
Lo del panfleto El Confidencial es otro claro ejemplo de prensa anti madridista. Precisamente es la influencia que tiene el Real Madrid lo que les mueve. Mientras esté Florentino saben que no lo van a poder manipular a su antojo, de ahí que vayan a por él por todos los medios: ya sea atacando a su estrella (Ronaldo, Bale, Hazard, Vinicius, Mbappé cuando llegue...), a su entrenador,.... Os acordáis de Relaño (PRISA) hablando de victoria vergonzante cuando el Madrid conquista la Novena con el golazo de Zz?. Pues eso, que todo vale para hacerse con el poder en el Madrid y colocar a una marioneta que sirva a sus intereses.
Os pongo varios ejemplos que apoyan la línea del artículo:
Recordáis a un tal Iván de la Peña? según la prensa estaba al nivel de Raúl, y consiguieron que jugase con la Selección. Lo mismo con Munir, ahora con Pedri, en cambio Vini es un patán que solo sabe correr... Modric es peor que de las Cuevas,...
Pero ojo, desde el Club se debe hacer algo más. Esta iniciativa, por ejemplo se puede apoyar, podcast (voy a citar uno que me gusta, el Quinto Grande,...) a los que por ejemplo se pueden conceder entrevistas, apariciones del Presi y de jugadores en Real Madrid TV, en lugar de ir a darle audiencia al enemigo... Otra política de comunicación que vaya más allá del "córcholis" cuando nos "tangan" la liga de la manera tan burda que lo han hecho este año,... Algo así como ocurrió en el baloncesto cuando nos birlaron de forma más burdamente aún las finales de la copa del rey. Bueno, esperemos que con la Superliga la cosa empiece a cambiar.
Un abrazo compañeros. HALA MADRID