Nota de redacción: Al ver que el anterior presidente de gobierno estaba comentando el mundial para El Debate, se nos ocurrió pedirle a través de un conocido común que hiciera un portanálisis. Nuestro amigo común nos envió una nota de audio (pues dice que es el modo habitual de don Mariano para enviar las crónicas) y nos aseguró que se trataba del original. Como no podemos asegurar que lo fuera y somos un medio que se distingue por su rigor, dejaremos que firme como se indica en el título. El estilo del portanálisis nos genera dudas acerca de que pueda ser el auténtico.
Buenosh díash, amigosh de La Galerna:
Como buen madridista que soy, no podía negarme a su petición. La Galerna es una gran página de encuentro de madridistas, y los galernautas, muy galernautas y mucho galernautas. Y además no debemos olvidar que son los lectores los que eligen al portanalista y es el portanalista el que quiere que sean los lectores el portanalista. Así que vamos con las portadas del día.
Nuestra selección española llegará a su partido de octavos frente a Marruecos con la “lección aprendida”, igual que nosotros aprendimos las lecciones de la crisis, o que no puedes dejar a tu tesorero que cobre las indemnizaciones en forma de salarios diferidos bajo la simulación de un despido. Para ganar a los chicos de mi hermano Mohamed VI, los de Luis Enrique tendrán que hacer todo lo que puedan y un poco más de lo que puedan si es que eso es posible, y sé que harán todo lo posible e incluso lo imposible, si también lo imposible es posible.
No me consta en ningún sitio de este diario madridista una mención a la enorme victoria del Real Madrid de baloncesto en la cancha del líder de la Euroliga, el Fenerbahce. Repito, no me consta, ha debido de desaparecer en alguna trituradora de documentos por error, que esas cosas a veces pasan. Veo la foto de los chicos de Luis Enrique y me gusta, porque muchos son del Barça, y los culés me gustan porque hacen cosas. En el campo y en los despachos.
Ponme otra, majo.
Lógico. No es lo mismo llegar al partido de octavos como primero de grupo que como segundo, no es lo mismo. O dicho de otro modo, es muy distinto. Gestionar un colectivo, ya sea una plantilla de desconocidos en un mundial o en un Consejo de Ministros, es una tarea compleja que hay que tratar de entender. Esto no es como el agua que cae del cielo sin que se sepa muy bien por qué. En la foto veo a Luis Enrique con cara de preocupación y me recuerda a la mía, tic en el ojo incluido, cuando nos subieron hasta el IVA de los chuches. Marruecos es Marruecos, igual que Alemania es Alemania, y Alemania me dio la razón. Debemos pensar que si el balón está más tiempo en el lado de los otros no nos van a meter gol. O dicho de otro modo: si el balón pasa más tiempo en el área de los nuestros, corremos el riesgo de que nos metan un gol. Yo quiero ser optimista y animo a los lectores a que lo sean, porque además cualquier otra cosa no sirve absolutamente para nada.
Vamos, España. Así me gusta, más animado, como en esta foto. Todo lo que se ha dicho estos días sobre Luis Enrique es falso, menos algunas cosas que son ciertas, pero no debemos perder la confianza en el asturiano. Los asturianos, como la cerámica de Talavera, no son cosa menor. O dicho de otra forma, son cosa mayor. Se han escrito muchas cosas sobre el juego de los nuestros y parece que algunos se alegran con el posible descalabro en octavos, pero no debemos hacerlos caso, pues son los mismos que creen que cuanto peor, mejor para todos y cuanto peor para todos, mejor, pero es mejor para mí el suyo beneficio deportivo. Y quien diga otra cosa miente, o dicho de otro modo, falta a la verdad.
No es buena esa “máxima presión” de la que habla Sport, porque al final “Luis Enrique se enfada” y le obliga a tomar decisiones drásticas, y a veces lo mejor es no tomar decisiones, y eso en sí mismo ya es una decisión. Si finalmente y por desgracia nuestra selección cayera eliminada, nadie podría probar que Luis Enrique no es inocente de lo que se le acusara, pero son los mismos que no sabemos si piensan antes de hablar o hablan tras pensar. Y las cosas son mucho más sencillas: un vaso es un vaso, un plato es un plato y un partido de octavos es un partido de octavos. Y si el vaso y el plato se rompen, puesh ocurre como con el partido de octavos, que ya no tienen remedio.
Muchas gracias a los redactores de La Galerna por brindarme esta oportunidad. Solo quiero mandar un último mensaje de apoyo a nuestro seleccionador:
Luis Enrique, sé fuerte.
Buenosh días.
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