“Hay mucha luz para el que quiere ver y mucha oscuridad para el que no quiere”
(Pascal)
La célebre cita de Pascal, generalmente aplicada al terreno de la fe, tiene su mundana aplicación al contexto del Real Madrid. El gran partido en Montilivi, goleada incluida, será interpretado como un firme asidero en la tormenta por parte de quienes cultiven la esperanza, al tiempo que los agoreros de siempre (los que llevan una década profetizando invariablemente que el Madrid se va a estrellar mientras gana Copas de Europa a cholón) no lo considerarán representativo de nada. Al fin y al cabo, argüirán, la mayor parte de equipos de cierta entidad a los que nos hemos enfrentado esta campaña —desde Barcelona a Athletic, pasando por Liverpool y Milan— nos han pintado la cara.
No es un argumento negativo descabellado. Siempre atesoran alguna razón, en la misma medida en que les falta confianza. La trayectoria de los de Ancelotti en lo que va de campaña es merecedora de escepticismo porque ha habido altos y bajos, sí, pero los momentos de alivio se han dado ante rivales relativamente inferiores. ¿Lo es el Girona? Es un equipo de Champions, si bien una versión menor de dicho equipo, como suele suceder con las escuadras modestas que acceden a la máxima competición continental y encuentran dificultades para compaginarla con la liga.
En todo caso, y con perdón, el Madrid jugó muy bien durante los últimos dos tercios del partido, es decir, desde que marcó Bellingham. El inglés está en vena goleadora tras un largo periodo de sequía, refrendando la tesis del bote de kétchup de Van Nistelrooy. Vuelve a ser el jugador total que nos deleitó durante la mayor parte del curso pasado, asistiendo además a Güler en el segundo tanto.
El gran partido en Montilivi, goleada incluida, será interpretado como un firme asidero en la tormenta por parte de quienes cultiven la esperanza, al tiempo que los agoreros de siempre (los que llevan una década profetizando invariablemente que el Madrid se va a estrellar mientras gana Copas de Europa a cholón) no lo considerarán representativo de nada
El turco se dejó el alma sobre el césped, participando mucho en el juego y siendo pieza básica en el entramado de fútbol-control al primer o segundo toque que pudimos gozar en el segundo tiempo. Sigue teniendo una magnífica relación con el gol. El tema no es que Arda Güler deba jugar para que vaya ganando minutos de cara a tener un buen futuro en el Madrid. El tema ha pasado a ser si no tendrá que jugar Güler para que el Madrid pueda ganar. En mi opinión, y al menos hasta que los hombres de Carletto alcancen un punto físico más elevado, el equipo necesita un jugón, llámese Arda, llámese Modric, o los dos juntos, como ayer.
Del croata nació precisamente el tercer gol. Fue un pase ejemplar acompañado de un fabuloso desmarque de Mbappé. Detecto prisa por jubilar a Modric y me sorprende. Los 30-60 minutos que puede darte no te los regala nadie más en el fútbol mundial. Por el momento, no hay mejor sucesor de Modric que el propio Modric, y ayer volvió a verse. En cuanto a Kylian, se reivindicó con ese desmarque y la definición, tan quintaesencialmente suya. El francés es quien más se beneficia de la presencia sobre el campo de alguno de los dos componentes del dúo Modric-Güler, cuando no de ambos.
Tchouaméni se desempeñó de maravilla como central. Traigo malas noticias para sus odiadores: será titular en Bégamo, y no me extrañaría que volviera al centro del campo. Alguien tiene que hacer de boya en la medular, y es previsible que Valverde se escore a la derecha para echar una mano a Lucas Vázquez con Lookman. Mendy será baja en el otro lateral, con lo que veremos a Fran. Ambos jugadores están demonizados por parte de cierta afición. El Madrid siempre puede aspirar a una superestrella en cada puesto y ninguno de los dos lo es, pero los dos merecen un respeto que se les escatima.
Si (Dios no lo quiera) palmáramos ante Atalanta, aún habrá muy fundadas esperanzas de clasificarse para la siguiente ronda, pero volverán los truenos apocalípticos. Se entenderán (cuatro derrotas en siete partidos no sería cosecha presentable para el Madrid nunca), pero seguirán vivas las opciones y habrá que pelearlas sin derrotismos. Ahora mismo, con lesiones claves (algunas de largo recorrido) y antes de poder acudir al mercado, se trata de aguantar.
Ancelotti utilizó sin remilgos ese mismo término, aguantar, en la rueda de prensa. “Ahora se trata de aguantar”. Hemos perdido para todo el año a Carvajal y Militao. En Bérgamo no jugará ninguno de los defensas presuntamente titulares hace un par de años, por culpa de las lesiones. Tipos fundamentales como Camavinga y Vinícius han caído también, con lesiones considerables. Todo esto nunca es eximente para que al Madrid le vaya mal, pero al menos debería ser considerado atenuante, sin perjuicio de que los motivos para tanta lesión deban ser estudiados en profundidad.
Yo también creo que ahora se trata de aguantar. Con Vini y Camavinga recuperados, todos los demás en su mejor forma y alguna incorporación de invierno, podremos ver un Madrid “real” en este Real Madrid. ¿Puede ser que nunca se den esos requisitos? Puede ser. Ustedes perdonen, sin embargo, que yo sea de los que se fijan en la luz.
Getty Images.
Yo soy de los que quieren ver y debo ser oficialista porque mi experiencia me dice que las notas se ponen en mayo/junio.
En el partido de anoche eché en falta a un Casemiro que le explicase al marrano cobarde de Oriol Romeu que hay cosas que no se hacen...
Hala Madrid
Los odiadores de tchoumeini dan verdadero asco ,son irracionales en el juicio,le jjaman chochomeni y cosas de ese jazz, estan deseando que tenga fallos para cargarse de razón,y desgraciadamente esa es la catadura de mucho seguidor ,entrecomillado lo de seguidor ,porque hay tanto mierda camuflado que es desalentador
Tchouameni al menos para el puesto que vino no ha demostrado ser jugador talla Real Madrid hasta el momento, (el futuro no está escrito) y menos por lo que costó, a partir de ahí es un profesional sin nada que recriminarle porque trata de hacerlo lo mejor que puede.
El partido que hizo Tchouaméni en Bilbao la temporada pasada fue una demostración, una masterclass de lo que significa ser medio centro en un equipo de fútbol y, además, la coronó con un golazo. Después, las lesiones suyas y de otros compañeros que le han obligado a cambiar de posición casi constantemente, han ensombrecido su calidad. Pero, volverá. No tengo la menor duda.
Oriol Romeu un cabezarapada o skinhead en inglés si se prefiere ese idioma criado en la masía que ayer demostró lo que es, y el árbitro encantado de dejarle hacer.
Con Lucas Vázquez de lateral, es imposible poder ver , la luz. Aguantar, si, pero ver la luz, imposible.
Artículo muy oportuno. Tchouameni hizo un buen partido. Como todos, empezó un poco desorientado pero fue a mejor y acabó mandando en su zona, incluso con llegadas arriba. Otro tanto paso con Guler, que empezó nervioso y desordenado y acabó fenomenal y marcando un golazo.
No se por qué pero algunos aficionados madridistas la toman con un jugador (Tchouameni) y no cejan en el empeño.
Estoy con Carlo en lo de la paciencia aunque a veces nos desesperemos.
Incluso entre los madrilistas hay antimadrilistas