- ¿Echas de menos España?
- Sí, mucho.
- ¿Qué es lo que más añoras de todo lo que has dejado atrás?
- El Real Madrid.
El diálogo tuvo lugar hace unos meses en una emisora de ámbito nacional. Y Luka Doncic no hablaba para la galería. El jugador de los Dallas Mavericks no necesita -como otros- de un titular polémico para certificar su madridismo o de un periodista de cámara que lo pregone por los platós. La institución blanca no solo lo formó profesionalmente sino también como persona. Lejos de su país y su familia, Luka creció desde niño sintiendo que el Real Madrid era su hogar.
Pocas escenas reflejaron mejor este vínculo como la vivida en las celebraciones por las conquistas de las Copas de Europa de baloncesto y fútbol a finales de mayo en el Santiago Bernabéu. Cuando Felipe Reyes subió al escenario con el trofeo y sus compañeros se abalanzaron hacia su capitán, Luka permaneció en una esquina con semblante triste. Solo cuando se le requirió para la foto se acercó para posar, pero cuando el grupo comenzó a saltar, coreando el We are The Champions, Doncic volvió a tomar distancia, apostándose en la baranda, visiblemente afectado, mientras observaba con la mirada perdida las mismas gradas a las que había acudido durante años para animar al equipo de fútbol. Fue entonces cuando Sergi Llull se le acercó para abrazarlo, consciente del sentimiento de pérdida que afectaba a su joven amigo en ese momento.
El madridismo despidió a Luka Doncic con una mezcla de dolor por la marcha del mejor jugador de Europa, pero también con el orgullo de quienes sabían que aquel chico, al que habían visto crecer desde los 13 años, se iba para triunfar en la mejor liga del mundo.
Desde el principio se enfrentó a la resistencia de los aficionados y medios norteamericanos, incapaces de aceptar que un adolescente venido de Europa pudiera imponerse a una gran generación de talentos de la liga universitaria. En el draft celebrado el pasado mes de junio, Phoenix Suns, Sacramento Kings y Atlanta Hawks renunciaron a Luka Doncic en favor de DeAndre Ayton, Marvin Bagley y Trae Young, jugadores llamados a dominar el campeonato en la próxima década.
Luka, además, acudía a un equipo sin opciones de playoffs, claramente planeado como un proyecto en construcción a dos o tres años vista y sin ningún jugador relevante que pudiera tirar del carro. Pero, pese a la ausencia de un crack, se trataba de un equipo de la NBA, había unos códigos establecidos y la plantilla no iba a conceder el protagonismo a un mocoso recién llegado. La liga comenzó y veteranos del equipo texano como Barnes o Matthews se jugaban todos los tiros, el novato de segundo año Dennis Smith Jr. dirigía al equipo y hasta el excéntrico DeAndre Jordan llegaba a empujar a Luka durante un partido para “robarle” un rebote y engordar así sus estadísticas.
En España, una corriente de aficionados protestaba contra el seguimiento que la prensa hacía del esloveno, considerando que se establecía un agravio comparativo con los participantes españoles en la NBA, como si lo correcto fuera informar en mayor medida de Juan Bernat que de Kylian Mbappé. No les bastaba -o no reconocían- los indicios que lo alumbran como un talento generacional llamado a convertirse en una gran estrella. Y todavía menos aceptaban que, al haberse formado en España, existiera una legítima relación entre el jugador y los aficionados madridistas, que lo seguían considerando uno de los suyos. O más bien, precisamente por ello, no admitían que se le reconociese nada.
doncic creció desde niño sintiendo que el real madrid era su hogar
Pero Luka terminó por doblegarlos a todos. Transcurridos cuatro meses, los comentaristas norteamericanos piden disculpas por sus pronósticos, los aficionados rivales se tiran de los pelos y hasta algunos responsables deportivos, como el entrenador de Sacramento Kings, Dave Joerger, admiten su error al no haber detectado la verdadera dimensión del esloveno. Poco hay que reprocharles, aunque muchos europeos confiábamos en una buena temporada de Luka y hasta con la posibilidad de que se convirtiera en ROY (novato del año), las expectativas se han quedado cortas por completo.
Las estadísticas de Doncic pronto le convirtieron en el mejor novato del momento, seguidamente sus números estuvieron a la altura de los de las mejores estrellas de la actualidad en su primer año, luego sus guarismos alcanzaron un umbral solo registrado por jugadores del Hall of Fame a su edad. Hoy, Luka es el jugador franquicia de Dallas, el playmaker encargado de dirigir el juego y sus compañeros lo buscan con desesperación cuando hay que jugarse un tiro decisivo. Porque Doncic no solo aporta cifras globales, sino que es el jugador con mejor clutch time (eficacia en los momentos decisivos) de toda la liga norteamericana esta temporada, con un porcentaje superior al 60%.
Ante esta deriva, la corriente anti Doncic en España se ha quedado sin respuestas. Si primero achacó la progresión de Luka a “lo mal que se defiende en la NBA” y luego vaticinó que le llegaría una mala racha que le pondría en su sitio -el famoso rookie wall-, finalmente se han refugiado en una tesis que atribuye “esta campaña de marketing” a la intervención de Florentino Pérez. De ser así, mucho habrá tenido que desembolsar el presidente del Real Madrid para alentar a prácticamente todas las estrellas de la NBA, que en este último mes han encumbrado públicamente a Luka Doncic como un elegido: LeBron James, Kevin Durant, Stephen Curry, James Harden, Giannis Antetokounmpo o Damian Lillard, entre otros.
En cualquier caso, es normal que al antimadridismo le duela el éxito de Doncic porque si a algo se ha dedicado el esloveno fuera de las canchas es a ejercer de madridista. En la memorable entrevista a Joe Arlaukas en JotDown, el norteamericano explicaba que lo peor para un extranjero en su primer año en la NBA es la soledad. Su excompañero Arvydas Sabonis le había confesado que pasó medio año encerrado en una habitación. En el deporte profesional americano no existe, como en Europa, un ambiente de camaradería en el vestuario. Tus compañeros acostumbran a ser tus rivales. Luka, que también vive solo en un piso céntrico de Dallas, ha encontrado, en cambio, compañía allá donde nunca dejó de tenerla: España.
A pesar de su buen inglés, el esloveno apenas sale de casa y cuando lo hace su círculo se reduce a personas que hablan con fluidez el castellano, principalmente su excompañero en el equipo blanco, Salah Mejri, así como el puertorriqueño JJ Barea e incluso, en ocasiones, DeAndre Jordan, que también lo domina por el origen hispano de su pareja. Por lo demás, la rutina del esloveno se reduce a entrenar, viajar y competir con los Mavericks y –aparte de jugar a la videoconsola– a seguir al Real Madrid por televisión y redes sociales. Luka acostumbra a ver los partidos de los equipos de fútbol y baloncesto y para dejar constancia de ello muestra una fotografía de su televisión al comienzo de cada encuentro, como si quisiera mandar un mensaje al madridismo de que él todavía sigue ahí, cerca.
Su cuenta personal de Twitter está acaparada por referencias al club blanco: réplicas de contenidos relacionados con la entidad, celebraciones de victorias y hasta de fichajes. El esloveno mantiene una comunicación constante con los miembros del equipo de Laso y hasta con el propio entrenador vitoriano, con los que acostumbra a bromear por Twitter. “En cuanto termine la temporada lo primero que voy a hacer es coger un avión para ir a Madrid a ver a mi gente”, declaró hace unas semanas a los medios norteamericanos.
Su madridismo forma parte de su presente y de su futuro: “Me retiraré en el Real Madrid”, ha asegurado en varias ocasiones desde su marcha. Hasta que eso suceda, desde el club blanco se trabaja con la posibilidad de aprovechar la enorme repercusión que se prevé adquiera el esloveno para impactar en un mercado, el norteamericano, que todavía se muestra hermético. Recientemente, al término de un entrenamiento, una periodista de un canal hispano le preguntó a Doncic si le gustaba el soccer.
–Sí, claro– contestó sorprendido el jugador.
–¿De qué equipo eres?– le preguntó a continuación. Y Luka frunció el ceño, como si le molestase que no lo supiese.
–Del Real Madrid, por supuesto– enfatizó.
La intención de la entidad blanca es convertirlo en embajador del Real Madrid en Estados Unidos. Desde luego pocas personas van a representar mejor los valores de la entidad. En uno de los primeros vídeos que colgó Luka como jugador de los Mavericks, salía en un gimnasio trabajando duramente en pretemporada, arrastrando unas pesas, mientras de fondo sonaba a todo trapo el himno del “Nada más”.
Son muchos son los madridistas que se han enganchado a los partidos de Dallas esta temporada. Hace años que Florentino Pérez sueña con que el Real Madrid tenga un equipo en la NBA y puede que con Luka Doncic ya se haya hecho realidad.
¿Para cuándo un partido de los Dallas Mavericks en el Palacio, presidente?
La Galerna trabaja por la higiene del foro de comentarios, pero no se hace responsable de los mismos
Grandísimo Doncic. Es curioso lo que sucede con el equipo de Baloncesto del Madrid desde que llegó Laso (o se marchó Tomic), Slaughter es otro buen ejemplo.
Entre los aciertos de la galerna, agradezco especialmente el trato que se le da aquí al baloncesto, en amplitud, conocimiento, cariño y detalles. Desde artículos como el actual hasta los de Joe Llorente (que lo borda en este terreno, como quien lo conoce bien por dentro).
Es obvio que la sección de basket es mucho más que anecdótica en el Real Madrid, y que contribuye fuertemente a la gloria pasada y al increíble presente de nuestro club, pero también lo es que se le suele dar poco espacio en las páginas deportivas, así que les aplaudo con entusiasmo.
A seguir así.
Federico García "Lurker"
¿Abrimos la recogida de firmas en alguna plataforma para la celebración de ese Real Madrid-Dallas Mavericks? ¡Aquí tienes la primera!
Luka, otro gran Luka. Y otro gran artículo de baloncesto en La Galerna. El esloveno está siendo un ejemplo en todo lo que hace, como jugadorazo, como compañero de equipo, como persona (con detalles como la preocupación por ese chaval sobre el que cayó de modo aparatoso) y por supuesto, como madridista. En un mundo tan egocéntrico como el de la NBA, en el que es habitual ver a los jugadores autoproclamándose los mejores de tal o cual, o adoptando looks aparatosos para acaparar más atención de los focos, el comportamiento de Luka Doncic brilla en más facetas aparte del juego, que está siendo espectacular (leí esta semana una comparación de estadísticas con el primer año ¡¡de Lebron James!!). Y me encanta como a ti ver todos esos guiños al madridismo y todas esas bromas con sus ex compañeros. El título del artículo es perfecto para explicarlo: "uno de los nuestros".
Saludos.
Por cierto, si alguien quiere pasar un rato muy divertido, que se lea la entrevista a Joe Arlauckas en JotDown que recomienda Pepe Kollins. Es larga, pero tremendamente divertida. Teníamos a un tío que estaba como una puñetera cabra ciega de speed y no lo sabíamos.
La lei hace unos dias: brutal. La de Biriukov también lo es.
Luka Doncic es nuestro orgullo más que nuestra pena por más que se haya ido...sabemos que debíamos dejarle marchar y desearle que triunfe y que tarde mucho en volver porque eso significará que está triunfando...y nos tomamos y vivimos sus triunfos como nuestros porque le queremos, porque es uno de los nuestros...
El otro día me sorprendió, no sabría decir en qué cadena de tv fue, pero hablaban de las actuaciones de los jugadores españoles en la NBA,y sacaron a Doncic porque dijeron que aunque era esloveno se había formado en España, en la cantera del Madrid...lo hicieron seguramente por interés comercial e informativo pero me alegré porque como ya he dicho, sumándome al título de tu artículo, lo considero y lo consideraré como uno de los nuestros porque así se siente también él....
Saludos
Luka Doncic es lo que en USA denominan un “outlier” . Quien haya jugado y/o entrenado a baloncesto con un determinado nivel , y no sea víctima de las típicas filias y fobias “deportivas”, se da cuenta de la barbaridad que representa este jugador. Sin lugar a dudas el mejor de todos los jugadores salidos de la Liga española. El potencial de Doncic es tremendo. En el artículo se refleja muy bien las críticas , protestas y desconsideraciones, en realidad - no lo olvidemos, ni nos equivoquemos - vertidas sobre el Real Madrid. Los culerindios no soportan la asociación indisoluble de Doncic con el Real Madrid.
Y , como madridista de base que procura estar informado y atento a lo que se cuece en La Casa Blanca, me llena de orgullo y satisfacción ver a semejante ejemplar de madridismo como Embajador del Real Madrid a lo largo y ancho de este mundo. Porque todos sabemos de la trascendencia y repercusión de la NBA en el mundo.
Florentino Pérez , inteligente y sagaz como muy pocos, sabe que Luka en el baloncesto norteamericano puede reportar beneficio al Real Madrid. El club blanco no debe desaprovechar las oportunidades que han proporcionado las idas h venidas de los Mirotic, Willy Hernan-Gómez, Rudy, el Chacho...hasta del “madridista” de Villanueva de la Serena. Al respecto , de los madridistas por el mundo NBA, no quiero/puedo olvidarme del legado de Fernando Martin; el pionero.
Felicito al equipo de la Galerna por su trabajo y agradezco los resultados, especialmente en la información-opinión sobre el baloncesto madridista.
"Luka Doncic, uno de los nuestros"... ¡Por supuesto! ¡Y muy orgulloso!
Me hace gracia la sorpresa que se está llevando todo el mundo en la NBA con el desparpajo y calidad de nuestro Luka. Lo que no sabe o desdeña la NBA, es que este chico con 18 años ha sido elegido mejor jugador de la Final Four de la Euroliga. Repito: 18 años y liderando al Real Madrid en muchas fases de los partidos, en Euroliga. No en la competición doméstica, no, en Euroliga, contra los más grandes y poderosos clubes de Europa. 😉
Grande, Luka, muy grande, todo un orgullo además, por cómo vive su madridismo. 😉
Yo sé que gran parte de los aficionados a la NBA en España querían y deseaban que Luka se estrellara en la NBA,se frotaban las manos pensando que titulares poner a la debacle. Pensaban que bueno,una cosa es la ACB y otra distinta Europa , cuando fue nombrado MVP de la pasada Euroliga argumentaron que se debía a la constante presencia mediática sufragada por Florentino Pérez, pero ya verás cuando llegue a la NBA...
Llega a la NBA y apenas tiene presencia , pero cuando ya estaba descorchando el champán para celebrar el fracaso del "Sobrevalorado" Doncič , empieza a tener presencia y a demostrar lo que vale,y nada que el champán lo han tenido que guardar.
En Luka se ve a diferencia de otros canteranos que no sólo ha pasado 5 años en el Madrid,si no que el Madrid ha pasado por el.
Baskonistas, principalmente, desde esa atalaya en la que guardan ellos las esencias del baloncesto fetén.
Uno de los nuestros LUKA DONCIC, apoyo la peticion de amiguete Berney, para un partido entre el Real Madrid y Dallas, en honor a nuestro Club y la figura de Doncic, lo creo de estricta justicia.
Buenas tardes, fue llegar Luca a Dallas,( en que pensarían en Phoenix y Atlanta?) y comprar el N.B.A. League Pass, ( 104 euros bien gastados) por descontado no me he perdido un partido de Dallas, una pena que sus compañeros( no todos) no terminen de aceptar el talento de Luca( ignoro el motivo, porque a poco que lo entrenasen el Pick and roll con De Andre, sería muy difícil de defender, como se vio ante ayer en la victoria contra los Pelicanos), no se lo pierdan que si a este chico le respetan las lesiones y mejora el físico, esta para hacer historia y de la grande.
Saludos blancos, castellanos y comuneros
Pepe, una pregunta que no tiene nada que ver con este precioso artículo. Te defines como teórico madridista. Me gustaría saber qué es eso exactamente. Gracias
Hola Paz,
Debería plantearme cambiar la descripción que consta en mi perfil porque resulta demasiado pedante. No me pare a pensarla mucho, la verdad. En cuanto a lo de teórico madridista pues supongo que lo puse porque fundamentalmente, en La Galerna, teorizo sobre lo que sucede en el Real Madrid. Uno de mis primeros textos fue El Ciclo Kármico, que no es más que una teoría en torno a las diferentes etapas que, creo, se suceden en la entidad blanca desde hace tiempo. Quizás eso me influyó.
Un saludo
Gracias, Pepe, por responderme. Por cierto, a mí no me resulta nada pedante.
Hola Pepe,
Una cuestión ya que hablamos del tema. Teórico madridista podría inducir a error, podría entenderse como madridista en teoría, pero en la práctica... no tanto o no o dudoso. ¿No sería mejor teórico y madridista? o ¿Madridista teórico?
La verdad es que me alegra que haya sacado el tema Paz porque a mi también me confunde un poco esa descripción.
El pobre Florentino no puede dar más de sí en gastos de sobresueldos a deportistas mundialmente famosos y a reputados periodistas de ámbito internacional. Tiene que salir muy caro pagar a LeBron y otros rivales de Doncic, a los 400 que votan el Balón de Oro, a los que calientan las bolas y a los árbitros. No me extraña que no le llegue para Don Croqueto y compañía.
Buenos días, Pepe de pedante nada, es más (si me perdonan la comparación) hacer teoría es tan necesario como el aire que respiramos 14 veces por minuto, se podrá hacer mejor o peor, pero es imprescindible. Eso sí tenga en cuenta que hay un % de madridistas que el hecho de pensar y cuestionar las cosas y los hechos les pone enfermos, serían felices viviendo en un mundo estático y no cambiante. Usted siga su camino que para el madridismo es lo mejor.
Saludos blancos, castellanos y comuneros
El Doncic de los Dallas Mavericks ha conseguido que me vuelva a aficionar a la NBA, siempre que se trate de un partido en el que juegue él.
Yo me aficioné a la NBA en la época de las sucesivas finales entre los Boston Celtics de Larry Bird y los Angeles Lakers de Magic Johnson. Después Michael Jordan mantuvo algo de mi interés. Finalmente me aburrieron esos partidos larguísimos, con constantes paradas para la publicidad de la tv americana, que tratan de rellenar aquí, con sus gracietas, los comentaristas de la cadena con los derechos de retrasmisión en España.
Por eso, la llegada a la NBA de Luka Doncic, "uno de los nuestros" ha reverdecido mi interés por una liga que carecía de interés para mí hasta los play offs finales.
Y es que no hay nada como tener un vínculo emocional para que algo te interese. Y Luka, a parte de tener un talento maravilloso para el juego, es un poco, o un mucho, de todos los madridistas.
Por eso le deseo lo mejor, y estoy seguro de que dejará su huella en la NBA.
Saludos y feliz año para todos los madridistas.