En esta serie de artículos de La Galerna, especulamos sobre cuál es el mejor lateral derecho de la historia del Real Madrid. Para ello, hemos pedido a varios de nuestros colaboradores que se decanten por su favorito y argumenten su elección.
“Vamos a hacer una serie de artículos sobre el mejor lateral derecho de la historia del Real Madrid y te ha tocado Luis Enrique”. Ya ven, así se hacen las cosas en La Galerna. Ordeno, mando y náuticos. “Te ha tocado Luis Enrique". A mí, que me ha costado años diferenciar a un lateral de un extremo, me empluman a Luis Enrique.
—Cariño, tengo que escribir de Luis Enrique. ¿Alguna idea?
—¿Quién es Luis Enrique?
“Vamos a hacer una serie de artículos sobre el mejor lateral derecho de la historia del Real Madrid y te ha tocado Luis Enrique”. Ya ven, así se hacen las cosas en La Galerna. Ordeno, mando y náuticos
Le mando un beso a mi mujer, que está a mi lado, tumbada en su sofá corrigiendo exámenes, y me voy a la Wikipedia. Me quedó más o menos igual. No tengo ni idea de cómo abordar el artículo. Escribo a Alberto Cosín y me da, con pocas palabras, pero mucha concreción, cuatro claves sobre la carrera del asturiano. Sigo dudando.
—¿Luis Enrique no es el que jugó en el Madrid y el Barcelona? —dice mi mujer levantando la vista de un examen en el que aprecio innumerables círculos rojos.
Dejo el ordenador, me levanto, me acerco a mi mujer y le doy un beso tan largo como un parón de selecciones. Se hizo la luz. Tecleo: “jugadores que hayan militado en las filas del Real Madrid y Barcelona”. Lo tengo.
Yo no sé si Luis Enrique era delantero, lateral, extremo o defensa, no recuerdo cómo jugaba, sus condiciones, sus virtudes o sus defectos, pero tengo clarísimo algo que siempre ha sido y siempre será: MADRIDISTA.
Se le nota, no puede ocultarlo, no hay una declaración, una pose, un cabreo o una sonrisa irónica, en la que Luis Enrique no pregone su madridismo. ¿Qué inspiró todos y cada uno de los goles que marcó con el Barcelona? ¿Qué hizo que gritase con rabia, apretando los puños, corriendo como un loco hasta la banda, su primer gol con el Barcelona al Real Madrid?
SU MADRIDISMO.
Aquel gol fue un grito desesperado, la declaración de amor no correspondido más desaforada de la historia.
Yo no sé si Luis Enrique era delantero, lateral, extremo o defensa, no recuerdo cómo jugaba, sus condiciones, sus virtudes o sus defectos, pero tengo clarísimo algo que siempre ha sido y siempre será: MADRIDISTA
Cada palabra en contra del Madrid, cada canto de amor al equipo culé, cada convocatoria de la selección sin incluir a madridistas no es más que la confirmación de su doloroso resquemor. Hay, en todas sus palabras, resentimiento, amargura y desconsuelo por no haber sabido aprovechar su oportunidad. Él lo sabe, cada día que pasa, cada noche, al acostarse, cuando apaga la luz y se enfrenta en soledad al techo de su habitación, cuando uno es uno mismo y no tiene que dar explicaciones a nadie, se siente el hombre más madridista del mundo. Gritó en el minuto 93 y gritará cada vez que el Real Madrid levante un nuevo título.
¿Qué tienen en común Luis Enrique, Figo, Eto’o, Ronaldo, Alfonso Pérez, Milla o Prosinečki?
Que todos, del primero al último, son madridistas, confesos o por confesar. Ningún jugador que haya militado en los dos equipos (o en tres, cuatro o cinco, si sumamos al Atlético o a cualquier otro club) dejará de ser madridista. Cuando llegan tocan el cielo. Da igual dónde vayan después, dónde hayan estado, qué hayan ganado o qué vayan a ganar, ser jugador del Real Madrid es la meta.
Cada palabra en contra del Madrid, cada canto de amor al equipo culé, cada convocatoria de la selección sin incluir a madridistas no es más que la confirmación de su doloroso resquemor
Luis Enrique es madridista en la intimidad, en la soledad, posiblemente la forma más bella de amar a un club de fútbol. Algún día, debajo de un árbol, herido como Gérard Depardieu en Cyrano de Bergerac, confesará, entre lágrimas, cuál es el verdadero color de su vida.
Getty Images.
Índice:
Capítulo 1: Chendo
Capítulo 2: Gabriel Alonso
Capítulo 3: Míchel Salgado
Capítulo 4: Juan José
Capítulo 5: Quique Sánchez Flores
La Galerna trabaja por la higiene del foro de comentarios, pero no se hace responsable de los mismos