Buenos días. El Real Madrid está, como de costumbre, al borde de su disolución. Aunque sea como de costumbre, esta vez va en serio. Como de costumbre.
Para empezar, no hay la menor posibilidad de que este año el equipo pueda ganar nada por cuanto el ambiente en el vestuario, tras una semana de convivencia agónica, se ha tornado ya irrespirable. La fractura existente entre Cristiano y Benítez es definitiva. Florentino Pérez ha viajado a la concentración de Australia para confirmar de primera mano al equipo que arroja la toalla, dimite y pone el club en manos del Mono Burgos, que en adelante ejercerá de presidente, entrenador, utillero y -si lo estima oportuno, aprovechando la dieta Dukan que realizó en junio- de único jugador. Benítez cesa en sus funciones precisamente por no hacer Dukan, contraviniendo así las indicaciones de Florentino, lo que no significa que su ancestral rival Cristiano Ronaldo no sea traspasado la Politécnica de Timisoara también. El odio atávico entre ambos personajes, que viene de largo y está enquistado en la raíz de los tiempos, recomienda adoptar soluciones así de drásticas. Qué otra solución cabe, por lo demás, cuando todo empleado debe ser despedido a resultas de la extinción del club.
El incidente que ha precipitado los acontecimientos, desencadenando la aniquilación jurídica del Real Madrid y la demolición inmediata de su estadio, ha sido un gesto de enojo de Cristiano hacia Benítez cuando este, que ejercía de improvisado árbitro en un entrenamiento, ha anulado un gol del portugués. Las imágenes de vídeo, mucho menos explícitas que las que trae As a su portada, demuestran que el propio entrenador se partía de risa ante el pique y parecen sugerir -en lo tocante a Cristiano- el clásico mosqueo momentáneo de quien no acepta perder ni a la brisca, pero para qué dar credibilidad a las imágenes completas de TV cuando hay una buena portada de As que desmiente la realidad.
La extinción del Real Madrid deja a unos cuantos socios y simpatizantes en España (puede que incluso en otros sitios) algo huérfanos, pero en adelante podrán apoyar al club que estimen oportuno. Lo único que se les pide es que dicho club (se sugieren los nombres de Getafe por cercanía geográfica y Wolfsburgo por no haber dado tiempo a que se concretara el fichaje de su lateral izquierdo antes del ocaso definitivo de la institución) no cuente en sus filas con un delantero al que le siente mal que le anulen un gol en un entrenamiento.
Nos consuela saber que, antes de producirse la disolución del Madrid, al menos ha dado tiempo a que un jugador tan estupendo como James Rodríguez cumpla un año en la plantilla del ya extinto otrora mejor club de fútbol del mundo. James nació para jugar en el Madrid pero, dado lo extraordinario de las circunstancias, ya ha anunciado que no opondrá pegas para su traspaso al Hibernian escocés. "I'd never been to Ayrshire / I hitched down one saturday / Sixty miles to Kilmarnock /To see Hibernian play", se le escuchó canturrear ayer en su último día de vacaciones, orgulloso de haber cumplido (justo) un año de pertenencia en el dinosaurio ya desaparecido pero esperanzado ante su nueva andadura profesional.
Desde La Galerna deseamos la mejor de las suertes a James Rodríguez. Fue un breve pero intenso placer el poder contar con sus prestaciones, como lo fue también el haber visto jugar en nuestro estadio, durante ciento trece años, a glorias del deporte como Di Stéfano, Ricardo Zamora, Hugo Sánchez, Roberto Carlos, Pirri, Zidane y un larguísimo etcétera que incluye al propio Cristiano por más que su gravísimo incidente en el entrenamiento haya terminado desembocando en un final tan lamentable para una entidad que, no nos engañemos, fue gloriosa hasta que Alfredo Relaño decidió con muy buen criterio que había dejado de serlo y ya no restaba sino disolverla.
Nada temáis, en cambio, por el Barça. Ha debutado en su gira estaounidense con victoria ante los potentes LA Galaxy, que es el equipo en el que jugaba Donny, el amigo del Nota encarnado por Steve Buscemi en "El gran Lebowski", antes de que una fea combinación de pusilanimidad, años y un infarto de miocardio dieran con sus huesos en la bolera y finalmente con sus cenizas en el Océano Pacífico que tanto amó. Lo ha hecho, además, según las crónicas, con buen juego. Marcaron Luis Suárez y Sergi Roberto y no sabéis cómo nos alegramos. Nos dice discretamente Mundo Deportivo, en el último renglón, que "sorprendió Douglas". Si la sorpresa, como nos maliciamos, reside en el hecho de que jugó bien, nos parece una forma de referir los hechos que roza la comicidad involuntaria.
Lo que nos sorprende de la prensa catalana es que no se haga eco de la luctuosa noticia del fin del Real Madrid, que tanto esperábamos lamentara.
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4 comentarios en: Luctuosas noticias
Los del Ass están pasando de lo cómico a lo ridículo a marchas forzadas. Jamás vi a un medio suicidarse de una manera tan grotesca. Ni en las sectas extrañas que llevan a sus acólitos a una isla desierta para inmolarse en grupo se vió tanta locura.
¿Sport no dice nada de la mano en el gol? Qué raro, este periódico es un dechado de honestidad y objetividad...
A MARCA se le ha olvidado poner el resto de las declaraciones de Ricardo Rodríguez en las que desmintía con rotundidad la ¿noticia? de MARCA y afirmaba que no se movería del Wolsburgo. Le tocó a él como le podía haber tocado a cualquier otro lateral izquierdo del mundo. Y lo más triste es que el periódico sabe que se lo está inventando completamente y se la suda publicarlo
jajaja jajaja jajaja jajaja