La volea de Zidane desde el borde del área en Glasgow,
el cabezazo salvador y ganador de Sergio Ramos en Lisboa,
la carrera desbocada de Mijatovic en Ámsterdam señalando a todos,
señalándonos a cada uno,
a los que soñaban, a los que esperaban, a los que dudaban y nunca dudaron,
el cambio de Juanito contra el Borussia entre botes, saltos, brincos y alborozos,
el aguanís de Raúl en Tokio,
el autopase de tacón de Redondo por la banda izquierda en Old Trafford,
el taconazo de Guti desde el punto de penalti en Riazor,
el siuuuuuuuu constante, arrebatado, de Cristiano,
la chilena con nieve de Gareth Bale en Kiev por la escuadra,
la chilena contra el Logroñés y las volteretas de Hugo Sánchez,
la parada de Iker a Perotti,
ese pie derecho deslizándose lo necesario para asegurar la Novena,
Buyo en el Sadar bajo un aguacero de improperios,
Raúl con el índice en la boca exigiendo el silencio,
el trallazo picado en el debut en Liga de Ronaldo,
Santillana flotando tres segundos en el área chica del Barcelona, en todas las áreas,
Roberto Carlos marcando a cinco metros de la esquina contra el Tenerife,
efectos imposibles de falta,
Marcelo desde el centro del campo arrasando con una sonrisa a medio Bayern de Múnich,
Benzema, el cielo azul oscureciendo a negro entre tres jugadores,
bailando desde la línea de banda del Calderón hasta la línea de fondo,
Butragueño parando el tiempo en el área del Cádiz,
Michel, los centros combados y medidos, la carrera siempre elegante,
Michel honrando el césped, las lágrimas, los besos y abrazos.
La zancada de patinador artístico de Zidane,
Zinedine sentando rivales con su ruleta a su paso,
Zizou suspendido en el aire, el magnetismo en la bota,
otra vez la pausa y la arrancada del Buitre,
el segundero congelado para acelerarlo tres metros más tarde,
las galopadas de búfalo de Ronaldo, las definiciones perfectas,
los 14 segundos ante el Atleti,
esa manera propia de Gordillo de surcar la banda, las medias bajadas hasta los tobillos,
la plancha de vuelo sin motor de Hugo Sánchez,
la galopada de aquel 1-0 de Aldana,
el gol desde el centro del campo de Santi Aragón un año antes,
el marcaje silencioso de Chendo a Diego Armando Maradona,
las celebraciones rabiosas de Higuaín en la liga del clavo ardiendo,
el gol de colofón de Reyes al Mallorca,
Beckham y las faltas banana,
Hierro y la mira telescópica, y las diagonales de Raúl,
los panenka de Ramos,
los zapatazos desde fuera del área de de Seedorf, de Özil, de Asensio, de Cristiano,
Xabi Alonso corriendo la banda en traje cual anuncio de Emidio Tucci,
Cristiano volando más allá de los restos de Delle Alpi,
los brazos en alto de Illgner,
Zamora bajo la gorra y sus palos,
esa mano derecha de Keylor en un suspiro contra el Bayern,
Marcelo golpeándose una y otra vez el escudo,
Marcelo de rodillas emocionado,
el inexorable golpeo exterior de Modric, las fintas, quiebros y requiebros del genio de Zadar,
el putt de golf de Kroos, pases precisos a las redes,
el gol olímpico en la Supercopa,
la media vuelta implacable de Van Nistelroy,
los pases de Guti creando el espacio, entre la maraña de piernas,
abriendo el aire,
el tendido mirando los pases de Laudrup, los pases mirando al tendido de Laudrup,
la tijera de McManaman,
la espuela y el salto ganador de Don Alfredo,
el cañoncito de Puskas,
la folha de Didí,
el turbo y el frenazo de Gento,
el regate de Amancio,
el brazo en cabestrillo de Pirri,
Camacho secando a Cruyff,
que bote Mendoza,
El penalti de Figo a la nariz del mono Burgos.
Incluso las lágrimas pares de Tenerife,
y hasta, por qué no, el pisotón a Mattheus, cómo olvidarlo, cómo no llorarlo.
Retazos de poesía, cada cual tendrá los suyos. Y también un poco de prosa: un chico de Curtis, canterano desde 2007. Ciudad de Milán, 28 de mayo de 2016, cerca de cumplir sus 25 años, no lejos de la media noche. Pasos cortos, la pelota entre las manos, mirada a la grada y en derredor, coloca el balón sobre su dedo índice y lo pone a girar como un globertrotter. Lo mira concentrado, mira hacia adelante mientras el balón sigue girando. El paso firme, se lleva el balón a los labios, lo besa y lo coloca sobre el punto de penalti. Siete pasos hacia atrás, un par hacia delante con una minúscula paradita antes de proseguir la arrancada, interior de la bota derecha: primer gol de la tanda de penaltis de la Undécima. El resto es Historia. Lucas Vázquez, toda una secuencia en la retina del madridismo; más de 200 partidos en el primer equipo, carrera de molinillo, competidor indesmayable, leal cumplidor con su entrenador y con sus compañeros, ajeno a la presión exterior, carrera de Correcaminos al que no alcanza el Coyote. De Curtis y del Real Madrid, Lucas Vázquez.
Fotografías: Getty Images.
Un único pero. Modrid no es de Zagreb sino de Zadar. Un saludo!
Brillante, señor Cornelio. Felicitaciones. Aunque si tuviera que quedarme con un momento mítico, me quedaría primero con el gol de Ramos de la Décima, luego con el de Mijatovic en la Séptima, y luego con el de Zidane en la Novena. Ése sería mi top 3, pero creo que no he celebrado ninguno como el de Ramos.
Pedacitos de leyenda, todos ellos. Cuántas alegrías y alguna que otra lágrima.
Estos, no desaparecerán como lágrimas en la lluvia. Siempre serán ecos en la eternidad. HALA MADRID!
Muy bonito, gracias
Uf, cuantos recuerdos, todos grabados en la memoria, todos grabados en el corazón.... Gracias por el esfuerzo recopilatorio. Y sí, ese balón girando de Lucas (toda una valiente declaración de intenciones) también está por derecho en el imaginario de la genialidad madridista.
Para mí, uno de los momentos mas emocionantes, y he visto en directo unos cuentos de los mencionados, fue el triple de Jaycee en el segundo partido de la final ACB 2019, para remontar 9 puntos en 45 segundos. Un auténtico ejercicio de fe colectiva de jugadores y afición, culminada por un Llull, absolutamente enloquecido, gritando:"Esto es el Madrid. Esto es el Madrid"... Se me ponen los pelos como escarpias... El día en el que Jaycee le dijo a la muerte:"Not today"...
Además de todos los dichos, el triple de Herreros en Vitoria, eso sí que es remontar para campeonar
Olé Ud. Sandokan. Ha logrado que se me erice el cuerpo. No creo haber leído definición tan exacta sobre Don Jaycee Carroll...
Hala Madrid y Nada Más.
Un abrazo gigante, del tamaño del mar.
El artículo no va de momentos inolvidables, aunque a todos nos emocione recordarlos, va de reconocimiento a uno de los jugadores más honestos y más entregado, para lo que sea , al club y que como pago recibe constantemente la burla, el desprecio e incluso el insulto de una parte de esa afición que se dice madridista.
Mi mayor respeto y agradecimiento a Lucas Vázquez.
Uno de los nuestros. Lucas Vázquez.
Y el "calma, calma" de Ronaldo en el Campo Nuevo.
Por cada mención a un momento inolvidable de los nuestros, me iba entrando como un regustillo de emoción, de orgullo. Al llegar a Laudrup no pude más y se me salió una sonrisilla de satisfacción gustosa, megaorgullosa, de loco que se sabe enamorado del mejor club deportivo de la historia. Del equipo a batir, a emular (nunca lo podrán superar). Del Rey a destronar. De la LEYENDA.
Un abrazo a todos, desde Cuba, del tamaño del mar que me rodea.
HALA MADRID
Comentaba en la difusión que hace La Galerna por twitter que, si me tuviera que quedar con un gran momento, me quedaría con ése en el que Florentino coge una servilleta, le pregunta a Zidane si quiere venir al Real Madrid y Zizou responde yes. Como momento histórico, sería ése en el que Di Stéfano firma el contrato con el Real Madrid: el gran salto.
Modric, de Zadar, ciertamente. El genio de Zagreb era Drazen Petrovic, aunque naciera en Sibenik. Suscribo ese top 3 perfectamente. De baloncesto hay muchos grandes momentos; puede que en otro momento, quién sabe. De Cristiano hay más de 450 momentos, el de la calma es uno buenísimo.
Agradezco a todos sus comentarios. Me alegra que hayamos podido rememorar juntos esos grandes momentos. Ha sido una suerte que los hayamos vivido. Y los que nos quedan... Hala Madrid.
¡Qué maravillosos recuerdos y qué feliz me ha hecho mi Real Madrid! Es difícil elegir alguno... Quizá por estar más cercano en el tiempo, destacaría el gol de Ramos en Lisboa, que fue maravilloso, casi orgasmico, uffffffff ¡Hala Madrid!
Iba a decir que ninguno como el de Ramos en el 93, pero... ¡Qué leches! Sin todos magníficos.
Por cierto, "el brazo en cabestrillo de Pirri," fue también el brazo en cabestrillo de Paco Llorente, en un partido del Bernabéu contra el grandísimo Milán creo que en 89. ¡Qué grande fue también Paco Llorente y qué olvidado lo tenemos!
Maravilloso artículo, y gran homenaje a un extraordinario futbolista , que es centro de criticas del piperismo omaita profesional.
Es verdad, Yebrita. Estaba tan emocionada recordando momentos que se me olvidó el de Lucas, que me dejó impactada en su momento. Eso que hizo no lo hace cualquiera. Un abrazo.
Grandes recuerdos, yo incluiría la carrera de Bale ante Bartra, fueron unos segundos de indescriptible emoción coronados cuando vimos el balón en el fondo de la portería de Neto, como el cabezazo de Cristiano un par de años antes y la cara que se le quedó al meacolonias de Santpedor. Yo recuerdo de niño un gol de Zoco al Chelsea en una final de la Recopa, que no valió de nada porque perdimos en el desempate, pero fue como el de Ramos en el 93, largo acoso culminado con el gol en el descuento. Otro recuerdo no tan emocionante pero de boca abierta, fue cuando Sebastián Fleitas en una final de Copa contra el Valencia marcó el "no gol de Pelé" contra Checoslovaquia, fue desde más cerca pero acabó dentro.