A poco más de un día de la final de la Champions, mi gran duda radica en saber qué Liverpool es el que encontraremos los madridistas sobre el césped de Saint Denis.
¿Nos encontraremos a un Liverpool flojo y disminuido como el de la final de Kiev en 2018? Según uno de los grandes gurús del fútbol, Santiago Segurola, aquel Liverpool que se enfrentó a los nuestros era:
Aquel Liverpool había derrotado al todopoderoso Manchester City en cuartos por un global de 5-1, y en semifinales a la Roma de Manolas tras endosarle siete goles. Una Roma que había eliminado al SuperBarça campeón de Liga española, que ese año era un trofeo más importante (recordad) porque la Champions eran “solo siete partidos” y “el Madrid había tirado la Liga para centrarse en la Champions”.
Apenas un año después, ese mismo débil Liverpool llegaba de nuevo a la final de Champions, esta vez frente al Tottenham, y para uno de los ilustres AIC (Analistas Internacionales Calvos), Mister Chip, aquello era:
Liverpool-Tottenham. Con el debido respeto, en la final de 2018 en Kiev se juntaron sobre el césped dos equipos que sumaban antes del partido 17 Copas de Europa. En 2019, la final se celebró entre un equipo como el Tottenham, sin un título europeo desde el 84 y sin la Premier desde 1961, y el Liverpool, que llevaba desde 1990 sin ganar la Premier. Me dio por pensar que quizás el hecho de que después de tres temporadas consecutivas el Real Madrid no estuviera en la final, había revalorizado el título. Son las cosas de este club: los títulos ganan o pierden importancia según los disputen (o ganen) los blancos.
En 2021, un Liverpool campeón de la Champions en 2019 y de la Premier en 2020, se enfrentó de nuevo al Real Madrid en cuartos de final. ¿Qué tocaba esa temporada? Pues lógicamente:
Vaya por Dios, “un equipo menos temible”. Para esta final de 2022 algunos periodistas ya andan preparando el camino, aludiendo a lesiones o al bajón moral por haber perdido la Premier en la última jornada:
En la final de 2018 estuvieron hablando de la “carnicería” de Ramos por su agarrón a Salah, una carnicería consistente en devolver un agarrón con tan mala suerte que en el forcejeo sobre el brazo derecho el egipcio se lesionó el izquierdo. También rajaron durante horas y muchas páginas escritas sobre las conmociones cerebrales de Karius, un portero con cantadas a lo largo de toda su carrera, pero que ese día estaba mareado, groggy, conmocionado o borracho, vaya usted a saber. Que se me perdona la expresión, pero la colección de soplapolleces que nos toca leer en ocasiones es enorme. Mi favorita sigue siendo la justificación de Francesc Aguilar (Mundo Deportivo) para explicar cómo la Juventus de Turín, que solo había recibido tres goles en ocho meses de competición, había visto perforada su puerta hasta en cuatro ocasiones en la final de Cardiff. Un párrafo genial, hilarante: los Black Eyed Peas, actuando bajo el techo cubierto del National Welsh Stadium antes del inicio del partido, habían sido los culpables de la victoria blanca :
Chiellini (32 años entonces) y Bonucci (30) pasaron a ser de golpe unos viejos lentos e inseguros, si bien apenas cuatro años después, cuando ganaron la Eurocopa con Italia con 34 y 36 años, se convirtieron por arte de magia en unos “veteranos experimentados”. Pjanic debía ser otro de esos veteranos a los que afectó “la intensidad” de la preparación y el humo de la pirotecnia. Un veterano de 27 años que solo un año después era para el mismo periodista un jugador “completo, polivalente” y “en plenitud”:
Es increíble la capacidad que tiene el Madrid para devaluar jugadores y equipos. Otro de los ilustres AIC que pueblan el periodismo patrio, Maldini, destaca por poner siempre la venda antes que la herida, como por ejemplo, cuando nos enfrentamos a aquel Ajax que nos pasó por encima en 2019:
Suerte que nuestro Fred Gwynne había recopilado una serie de jugosos titulares del señor Maldonado con los adjetivos que suele prodigar a los rivales del Madrid, todos ellos con una curiosa coincidencia:
Esta histórica temporada no iba a ser menos. El Qatar Saint Germain era un equipazo hasta el minuto 60 del partido de vuelta, en el que pasó por arte de magia a convertirse en una suma de figuras que no funciona como equipo, “sin alma”:
El Chelsea, vigente campeón de Europa, era un equipo venido a menos, ya no era el sólido bloque que Tuchel llevara al máximo título continental unos meses atrás:
En cuanto al City… nunca fue mérito del Madrid, sino cosa de magia, meigas, brujería o vaya usted a saber qué. Ah, sí, los fallos del City, nunca jamás los méritos o el buen hacer del Real Madrid:
Así que este sábado no sabemos qué ocurrirá, pero parece difícil que el Real Madrid pueda derrotar al Liverpool, por muy débil y desmoralizado que esté el equipo en este preciso instante. El Real Madrid saldrá con un portero que “no para ni un taxi”, con un jugador “Limitao” en el centro de la defensa, un centro del campo lento y muy avejentado, y un Vinicius que es “un bluff”, “Ficticius”, un jugador sin nivel para la plantilla blanca. Como referencia en punta solo queda Benzema, el “gato”, un delantero sin gol. Con razón dijo Salah que “prefiero enfrentarme al Real Madrid en la final”. Todas esas cosas se han dicho de los nuestros y muchas más, como que Ancelotti era “un jubilado que venía a tomar el sol a Madrid” o Zidane, “un alineador”. Es mucho mejor fiarse de los periodistas, porque estoy seguro de que ahora, con Kepa en la portería y Morata en la delantera, nos iría muchísimo mejor.
Yo tengo un sueño. No un pronóstico, que no me gusta hacerlos y el titular debe tomarse como un Contragafe de manual. En mi sueño el Madrid pierde 3-0 al descanso. “Tranquilos”, diré en todos mis grupos de guasap imitando a Florentino. Los periodistas destrozan a Ancelotti y a todos los jugadores sin piedad, se preguntan cómo es posible que el equipo haya llegado a la final sin el nivel adecuado, que los milagros no pueden repetirse todos los días, que no hay dirección deportiva ni entrenador, etc. En la segunda parte, en apenas un cuarto de hora, el Madrid remonta y empata el partido. Con dos goles de Rodrygo y uno de Bale a pase de Hazard. En cierto modo, sería la venganza de Ancelotti sobre el Liverpool, que le hizo eso mismo en la final de Estambul en 2005.
En mi sueño Courtois se lesiona justo antes de los penaltis y tiene que salir el ucraniano Lunin, que se convierte en el héroe de la final, en el Dudek de 2005, tras detener el último penalti a Salah. El Madrid pide un último cambio: sale Florentino Pérez al campo y se pone el brazalete de capitán para recoger la Orejona de manos de Ceferin. En París, ante la atenta mirada de Al Khelaifi. A Florentino se le entiende perfectamente decir: “Tolilis, que sois todos unos tolilis”. Los futbolistas dejan la Copa en el centro del campo y comienzan la vuelta de honor al estadio.
Pero creo que todos sabemos que nada de eso sucederá, porque la premisa necesaria, el triunfo, es imposible. Por mucho que nos enfrentemos al peor Liverpool de toda la historia.
jajaja jajaja ¡¡¡Fantástico, Amiguete!!! ¡Fantástico!
Me encanta Amiguete, sobre todo lo de Florentino con el brazalete.
Abrazos madridistas, más que nunca
Qué bochorno de titulares de Maldini, madre mía. Qué poquito pudor.
Estupendo artículo. Descojonante.
Maldonado, Aguilar, Segurola.. Por sus análisis les conoceréis. Del Maldini calvo hay un video en Tik Tok tronchante de sus pronósticos en Europa League del Eintracht - Barsa,de Santos Borre, del West Ham-Lyon..Spoiler:No acertó ni uno.
Genial.Envieselo por wassap a ilustres tertulianos supuestamente madridistas,como Roncero,Jose Luis Sánchez o Juanma Rodríguez.Igual se enteran de algo.
En mi opinion los equipos "débiles" son siempre los más difíciles de ganar. Débiles va entre comillas porque si estos equipos llegan a las finales no tienen nada de débiles.
El equipo más débil al que nos hemos enfrentado en las finales ha sido el patético. Visto con la perspectiva del tiempo, la verdad es que tenían equipos muy flojos, pero muy difíciles de ganar. Tenian fuertes defensas y centro de campo sin creación ninguna, pero no podias hacerles ocasiones de gol.
Prefiero equipos buenos, que jueguen al futbol, no que lo destruyan.
Creo que el futbol debe mucho al Madrid por ganar al antifutbol de Si Meone.
Hoy, y sin que sirva de precedente, un artículo que no es antimadridista en el Vozpopuli del culé Cacho:
https://www.vozpopuli.com/altavoz/cultura/real-madrid-pueblo.html
Digno de figurar en La Galerna, más que en el de Cacho...
Bravo amiguete!! Un abrazo...y HALA MADRID!!!!