Juan Escudero nos había emplazado a la presentación de su último libro en el Wizink el jueves a las 19 horas. No se trataba ni de un libro ni de una presentación cualesquiera. La publicación protagonista del evento está escrita por Juan junto a Walter Szczerbiak, leyenda absoluta del Real Madrid y por extensión del baloncesto, amén de un tipo excepcional; y la presentación fue una congregación de estrellas de la canasta que no es fácil que se vuelvan a reunir en el espacio y en el tiempo.
Nada más entrar a la sala se apreciaba que olía a baloncesto por los cuatro costados. Mientras Juan Escudero, Walter y su hijo Wally Szczerbiak, Carmelo Cabrera y Toncho Nava acomodaban sus micros para iniciar la presentación, una pléyade de astros de diferentes generaciones pululaban entre los asientos repartiéndose abrazos, cariño y anécdotas acumuladas durante años de pasión compartida.
La presencia, entre otros (ruego que me disculpen los no citados), de Vicente Ramos, Juan Antonio Corbalán, Clifford Luyk, Juanma López Iturriaga, José Manuel Beirán, Toñín Llorente, Lolo Sainz o Cristóbal Rodríguez, a quien alguno le agradeció una satisfactoria operación de rodilla, no hacía sino ponderar la altura de los ponentes.
El libro, como probablemente ya sepan, narra las vicisitudes de dos generaciones de jugadores de baloncesto: Walter Szczerbiak, legendaria figura del Real Madrid, y su vástago Wally, baloncestista de sólida carrera en la NCAA y NBA.
Toncho Nava abrió la charla y poco después tomó el relevo Walter Szczerbiak, una suerte de Vincent Price del baloncesto que micro en mano se desenvuelve con la misma soltura que demostraba en las canchas, para exponer brevemente su carrera; cómo llegó al Madrid, su vida en la capital, la relación con su socio Carmelo Cabrera, quien le relevó en el turno de palabra y nos regaló anécdotas de sus vivencias en común dentro y fuera del Real Madrid. Wally Szczerbiak no perdió la oportunidad de aportar sus interesantes comentarios.
Juan Escudero nos habló de su libro y agradeció la presencia de los invitados, aunque realmente él merece un agradecimiento especial tanto por la magnífica obra que ha alumbrado como por reunir a tal colección de elegidos del baloncesto para disfrute de los privilegiados que pudimos asistir.
Tras la intervención de los ponentes llegó el turno de preguntas y comentarios de los asistentes. No faltaron, anécdotas y situaciones curiosas, como el saludo marcial del gran Vicente Ramos a Walter Szczerbiak cuando este lo mencionó, para regocijo del público. No faltó quien preguntó a los Szczerbiak por la importancia de la w, habida cuenta de que el nombre de ambos comienza por esa letra, a lo que estos añadieron más miembros de su entorno cuyo nombre también empieza por w, incluidas mascotas. También hubo algún chascarrillo relacionado con las visitas con la selección de los jugadores españoles a EEUU, cuando Díaz Miguel les motivaba diciéndoles que podrían comer en un McDonalds.
Cómo cambian los tiempos. Lo que no cambia es la calidad humana y la charla interesante que siempre nos regalan nuestras leyendas del baloncesto. Gracias a Juan Escudero y a Walter Szczerbiak por haber propiciado este encuentro.
Y gracias por el libro, que es una maravilla. Se lo recomiendo: Walter & Wally Szczerbiak. Dos generaciones de Baloncesto. Con prólogo de Julius Erving y epílogo de Carmelo Cabrera. Casi nada.
La Galerna trabaja por la higiene del foro de comentarios, pero no se hace responsable de los mismos