Buenos días. Sabíamos que volvería a pasar, y el haber acertado no solo no nos consuela, sino que nos colma de horror y bochorno. Aunque en Twitter, enmascarados tras nicknames de oprobio, haya seres de carne y hueso tratando de desvincular el accidente cardiovascular que se llevó anoche la vida del ertzaina Inocencio Alonso de las circunstancias que lo rodearon, hace falta un cinismo a prueba de bombas para obviar dichas circunstancias. Hace falta una desvergüenza supina para negar que estamos ante una nueva víctima de la violencia en el fútbol.
Por lo demás, lo sucedido anoche en Bilbao sería gravísimo, incluso, aunque no se hubiese producido el fallecimiento de Inocencio.
Desgraciadamente la violencia se ha cobrado otra vida en los aledaños de un campo de fútbol. La vida, la muerte, pende de un azar. Las condiciones para que se cause están dadas, porque la violencia está instalada en las gradas. Amparada en la ceguera, cuando no el encubrimiento, de los medios de comunicación, y en la complicidad de unos clubes que prefieren que la sociedad pague el precio de la violencia para que ellos no tengan que asumir el coste de sanear su propia podredumbre social. Y la sociedad, es decir todos, pagamos el precio cada semana. Millones de euros de recursos públicos se gastan todos los años en proteger de los violentos a las gentes de buena fe que van a disfrutar del fútbol. Y no bastan para evitar que, de vez en cuando, por uno u otro azar, los violentos nos roben una vida. La de uno de esos servidores públicos que nos protegen, en este caso.
Hemos vivido esta situación tantas veces que sabemos qué ocurrirá. Es la hora de los sepulcros blanqueados. Durante unos días los medios, que desde el último muerto han ignorado la violencia existente, serán el vehículo del horror. Harán severas protestas de la necesidad de acabar con los violentos, y publicarán terminantes declaraciones de Tebas, apuntándose unos tantos ante la habitual incomparecencia de la corrompida Federación. Una y otra vez escucharemos que ¡algo habrá que hacer!, la frase que siempre antecede a alguna genuina gilipollez. Y finito. Agotado el tiempo de la hipocresía, poco tardarán en pasar a la página que lleva a la siguiente crisis del Madrid.
No podemos responsabilizar a la prensa deportiva de que en nuestro país se continúe subvencionado la violencia, porque no tenemos derecho a exigir a los medios que investiguen las relaciones entre los clubes y los grupos que la promueven. No tenemos derecho a exigir que nos informen de quiénes gobiernan los núcleos de animación que sirven de banderín de enganche a los adolescentes para llevarles a la violencia, ni al servicio de qué orientación política, ni a qué se dedica esa gente, ni cómo se ganan la vida, ni cuáles son sus conexiones con el club que les da albergue en su grada a precios más económicos que los del resto del estadio. No tenemos derecho a exigir a los medios de comunicación que mantengan líneas editoriales contrarias a la ocupación por grupos violentos de las gradas de animación, y más allá de la retórica, políticas informativas coherentes con esas líneas editoriales. ¡Sólo faltaría que las libertades de expresión e información se sujetaran a la finalidad de construir una opinión pública informada, que es la única opinión pública libre! Aunque sea esa, vaya por Dios, la justificación de su protección constitucional. Sería fantástico que los directivos de los clubes se sintieran presionados por un clima de opinión contrario a la pervivencia en las gradas de cualquier grupo que alimente la violencia y el odio, aunque sea verbalmente. Pero como no podemos exigir a la prensa que haga la función que nuestra Constitución esperaba de ella, exijámosle, al menos, que no interprete el papel del Mister Wolf de Tarantino.
Exijamos que cumpla los mínimos que marcan la frontera de la responsabilidad social. La de no hacer apología de un grupo violento cuando llegue el próximo derbi. Exijámosle que cumpla los mínimos que marcan la frontera de la decencia. La de no difamar al único proyecto que, a base de coraje y entusiasmo, ha conseguido mejorar notablemente el ambiente de un estadio, expulsando a un grupo violento de ideología neonazi dirigido por sujetos encausados por distintas actividades delictivas, y creando una grada abierta a la gente normal, integrada por socios y peñistas de todas las edades.
Hablamos en el párrafo anterior de la Grada Fans del Real Madrid, uno de cuyos artífices y colaborador de La Galerna, Manuel Matamoros, nos habla ahora. "El límite de la decencia lo rebasó hace muchos años As pero también El Confidencial, convertidos en portavoces de Ultras Sur desde los primeros días de la Grada Fans. Lo que demuestra que hay medios de comunicación a los que la violencia les importa mucho menos que su agenda política. Lo mismo, pues, que a los clubes que la alimentan".
Entre la desinformación y la mala fe, algunos trataron ayer de culpar en exclusividad a los hinchas rusos de los disturbios, hasta que portavoces autorizados de seguridad del Gobierno Vasco llamaron la atención sobre "lo que tenemos aquí". El problema está en España también, sin que hasta el momento se conozcan esfuerzos serios para erradicarlo por parte de más clubes que el Barcelona y el Real Madrid, que además ha ido un paso más allá creando una animación del todo desprovista de contenido político y violencia verbal. No se trata ahora de sacar pecho por lo que ha hecho el Real Madrid, pero si nuestro club está -como afortunadamente está- en condiciones de servir de ejemplo para la erradicación de esta lacra, por qué no señalarlo. Lo que ha hecho el Real Madrid está al alcance de ser replicado por cualquiera. Basta con querer.
Por lo demás, la prensa catalana refleja la tragedia de modos disímiles, por decirlo de modo elegante. Mientras Mundo Deportivo le da 1/3 de su primera plana, aproximadamente, Sport añade otra muesca a su inmundicia otorgando al asunto un mínimo recuadro lateral. Poco nos sorprende ya de este panfleto indigno.
Que paséis un buen día.
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8 comentarios en: Los sepulcros blanqueados de la violencia
Sí podemos, y debemos, exigir a la prensa la ética profesional mínima para desenmascarar a estos grupos y a sus apoyos en clubes e instituciones.
"Una y otra vez escucharemos que ¡algo habrá que hacer!, la frase que siempre antecede a alguna genuina gilipollez. Y finito. Agotado el tiempo de la hipocresía, poco tardarán en pasar a la página que lleva a la siguiente crisis del Madrid."
Poco no. No han tardado nada.
Prensa catalana al margen (cada vez más al margen), tenemos a la Ouija en su portada casi casi equiparando un "Barbarie y Muerte" con un "Bale está mosca".
Solo Marca ha estado a la altura de las circunstancias. Cosa que, por otro lado, no siempre ocurre.
Alguien sabe que paso con el frente atlético? Por lo visto el club los iba a expulsar ! Pero me parece que lo único que han expulsado ha sido las pancartas con el nombre del grupo , el resto sigue como estaba
Impresionante portánalisis. Mi enhorabuena. DEP el ertzaina Alonso
Esto sólo se soluciona como en los 80. No permitiendo participar en competiciones a equipos que amparen a violentos. Y no basta con que no entren a los estadios, cuando fuera de los mismos suceden estas cosas.
Es necesario señalar a los que amparan y financian la violencia, que son la mayoria de los clubs y la prensa que que los ampara y consiente. Sólo sé de dos clubs en primera división que han echado a los violentos de sus estadios: Barsa y Madrid. Corregidme si no es así. Bien por el Madrid bien por el Barsa esta vez.
El patetico, sevilla, bilbao, depor, valencia, celta, etc son culpables.Incluso el equipo de mi barrio que juega en tercera tiene un grupo ultra.
Se pide a la guefa que les expulse de las competiciones europeas, pero a nivel nacional que? La federacion de furgol debería sancionar seriamente a estos equipos y expulsarlos de la competicion nacional que es competencia suya.
Sospecho que éste año no se hará nada, pues... ¿dónde se juega el mundial?
Si tienen curiosidad por ver que paso, los de Herri Norte (gente simpatizante de ETA que en este caso se cuelgan la bandera de antifa, en persecución de estos rusos, que para nada son angelitos... pero al menos tienen el código de no atacar a nadie que no sea ultra de otro equipo) El enzarzamiento fue por razones políticas.
https://twitter.com/PabVis/status/966745326693462016
Sin embargo, discrepo en lo de que haya que intervenir en ciertas situaciones. Si el enfrentamiento es entre estos violentos, y no afecta a otras personas y propiedad, que se maten todo lo que quieran.
Déjense ya con lo del estado niñera, que no hablamos de críos en la guardería -- Eso sí, los cuidados médicos posteriores los paguen ellos o sus familias. Responsabilidad para hacer como decidan, pero siempre asumiendo las consecuencias.