Por su calidad, hemos decidido publicar este cuento participante en nuestro II Certamen de Cuentos Madridistas de Navidad. Recordamos que el ganador se dará a conocer el día 24 a las 5 de la tarde.
Eran las once de la mañana del día seis de enero y ya hacía tres horas que David lucía la camiseta blanca con el nombre de Benzema a la espalda que le habían traído los reyes. Había abierto todos los regalos entre exclamaciones de júbilo y estaba a punto de agotar las energías de su padre, que asistía al espectáculo gozoso, participando discretamente de la alegría del niño. Sin avisar, como suelen hacer las cosas los muchachos de ocho años, David disparó:
- Papá, ¿de dónde vienen los reyes?
El padre de David pensó que se acercaba la fecha en que las preguntas fueran más comprometidas, y que tendría que dar explicaciones que no le apetecía afrontar. Por ahora, la cuestión no era alarmante.
- De oriente, ya lo sabes: vieron brillar una estrella y fueron a adorar al niño Jesús.
- Pero eso fue hace muuuchos años. Yo digo de dónde vienen AHORA.
David recalcó el adverbio de tiempo, dejando claro que no le interesaba tanto la historia como el presente. Su padre iba a tener que esforzarse para satisfacer la curiosidad infantil.
- Bueno, ahora las cosas son parecidas en un sentido, pero distintas en otro. A ver, ¿tú qué piensas de los magos, crees en la magia?
- ¡Claro!
- ¿Quién hace magia, según tú?
- ¡Benzema! Bueno, Benzema el que más, pero también Vinicius. Y Modric.
- Pues mira, también ellos hicieron como Melchor, Gaspar y Baltasar: vieron brillar la estrella del Real Madrid desde lejos, sintieron su llamada y acudieron desde sus lejanos países. Y aquí están dejando el oro de sus goles, el incienso de sus pases y la mirra de sus controles.
- Pero entonces resulta que los magos no vienen de oriente, porque Benzema es francés, Modric es croata y Vini, brasileño.
David no estaba dispuesto a dar por zanjado el asunto de buenas a primeras, y su padre iba a tener que trabajarse el prestigio que se le supone a su cargo.
- Bueno, es que oriente es un término genérico que puede referirse a muchos lugares. No sólo a los países que están situados al este, sino a cualquier lugar más o menos exótico (el pobre padre intentaba salir como pudiera del apuro). Hace dos mil años, a oriente estaban los países donde había más sabios y por eso fue de ahí de donde acudieron Melchor, Gaspar y Baltasar a Belén; pero a lo largo de los siglos el conocimiento ha ido cambiando de lugar. Los magos llegan en cada época de donde mejor se dé la magia.
- Entonces, ¿oriente está ahora en Brasil, en Croacia y en Francia? Y, ¿dónde ha estado antes?
- Oriente está allí donde no sólo nace la magia, sino que también tiene que haber ganas de seguir a la estrella para llevar esa magia al lugar que le corresponde: al Real Madrid. Por eso oriente está en esos países que dices, pero también vinieron hace pocos años unos magos desde Gales, Madeira y otros territorios. Y mucho antes, cuando tú no habías nacido, ni siquiera yo, vinieron unos magos desde Argentina y desde Hungría y otros lugares lejanos (entonces más lejanos que ahora) para maravillar a cuantos pudieron verles, niños y mayores.
- ¿Y no podría caer el oriente un poco más cerca? ¿no hay magos que hayan venido de España?
- Claro que sí. Uno de los más grandes llegó desde Guarnizo, que es un pueblo de Santander, y repartió ilusión y magia junto con los que vinieron de Hungría y de Argentina. Poco después, vino otro mago de La Coruña. Y hace pocos años, hemos tenido magos del mismo Madrid: ¿conoces a Butragueño?
- ¿Ese señor que sale por la tele hablando del Real Madrid? No me digas que fue mago; no lo parece.
- Pues lo fue, y de los mejores. Paraba el tiempo cuando tenía el balón. O lo parecía. Y a Raúl y a Guti ¿los conoces?
- A Raúl sí: es el entrenador del Castilla. Pero el otro no sé quién es.
- Pues también traían magia en sus botas y repartieron ilusión a millones de niños de todas las edades.
David se queda callado unos instantes, como abrumado por tanto mago como se le viene encima, de tantos lugares y de tantas épocas. Por momentos, parece como que se le amontonaran tantos reyes, camellos y pajes y que el peso de tanta historia de magia le aplastara; de pronto, sonríe como si acabara de descubrir un tesoro en todo ello.
- Pero entonces, si los magos van cambiando de unos años a otros y cada vez vienen de un sitio, podemos pedirnos no sólo los regalos que queramos sino qué magos preferimos.
Su padre sonríe con él y asiente.
- Claro. ¿Cuál es tu preferido para el año que viene? Yo pido que siga Modric y que nos dure mucho tiempo.
David se queda pensativo. Modric está bien, pero a él no le va eso de conformarse con lo que ya tiene, siempre quiere más. Tras unos segundos, exclama decidido:
- Para el año que viene, ¡me pido a Mbappé!
Maravilloso. Se me ha saltado la lagrimita. Feliz Navidad.
Chapeau,que gran imaginación y facilidad de escribir un cuento de la historia del Real Madrid, enhorabuena.
Un maestro del costumbrismo fantástico, el gran FG Lurker
Soberbio, como escrito por su autor. FG Lurker es incapaz de escribir algo que no alcance la excelencia en fondo y forma, en el pueblo lo tenemos muy hablado.
Muy bueno Lurker te felicito. Simple, claro y actual. Saludos.
Grande, Lurker, as usual.