Carlo Ancelotti ha vuelto al Real Madrid. El dicho de las segundas partes nunca fueron buenas está ahí, pero en este caso esperemos que el segundo ciclo del italiano se asemeje más a El Padrino y Terminator que a Regreso al Futuro II o Indiana Jones y el Templo Maldito (en temas cinematográficos he recurrido a la enciclopedia que es Athos Dumas).
El italiano no es el primero ni será el último técnico que disponga de una segunda oportunidad en Chamartín. Incluso hay casos con más número de estancias como el célebre Molowny, que dirigió en cuatro etapas distintas, o Vicente del Bosque y Baltasar Albéniz, que lo hicieron en tres.
Para el primer caso hay que remontarse a 1947, cuyo protagonista fue una leyenda del club blanco: Jacinto Quincoces. El vasco tuvo su primera experiencia en el Real Madrid en la temporada 1945-1946, pero al terminar el curso subió a los despachos para ser secretario técnico. En la temporada 1947-1948 volvió al banquillo blanco en un periodo que apenas duró cinco meses. El cuadro merengue ocupaba el cuarto puesto por la cola de la tabla, en la que sería su peor Liga en la historia. El antiguo defensa, que había conquistado una Copa (1946 ante el Valencia) en su primera etapa, le dejó el puesto a Baltasar Albéniz, que llevaba la parcela física.
Curiosamente, el técnico eibarrés fue el segundo entrenador que cogía las riendas del Real Madrid por segunda vez en su carrera. La primera había sido la campaña previa, cuando fue designado por el propio Quincoces. El exentrenador del RCD Español, Celta o Alavés, que, como Quincoces, levantó una Copa (1947 frente al Español), solo se sentó en dos ocasiones en el banquillo blanco en la temporada 1947-1948 en choques ligueros contra el Sabadell y el F. C. Barcelona (una victoria y una derrota). Albéniz fue utilizado como entrenador de transición hasta el fichaje de Mr. Keeping, que finalizó la campaña y salvó al equipo de la Segunda división.
El siguiente en la lista es Miguel Muñoz. El entrenador madrileño cogió las riendas por primera vez de forma interina entre febrero y abril de 1959. La razón: que el técnico principal, Luis Carniglia, tuvo que pasar por el quirófano tras sufrir un cólico nefrítico que le tuvo esos dos meses de baja. Muñoz, en abril de 1960, regresó al banquillo en sustitución de Fleitas Solich e inició el periodo más laureado de un entrenador en la historia del Real Madrid. Casi tres lustros en los que sumó dos Copas de Europa, nueve Ligas, dos Copas del Generalísimo y una Copa Intercontinental.
MIGUEL MUÑOZ SUSTITUYÓ A FLEITAS SOLICH EN 1960 E INICIÓ EL PERIODO MÁS LAUREADO DE UN ENTRENADOR EN LA HISTORIA DEL REAL MADRID
Su sucesor, Molowny, debutó tras su destitución en enero 1974 y le dio tiempo a alzar la Copa del Generalísimo contra el Barça. Solo tres años después al canario se le requirió de nuevo para ponerse al frente del equipo tras el cese de Miljanic al inicio de la 1977-1978 en el mes de septiembre. Y su segunda etapa duró dos temporadas en las que el canario llevó con su magnífica gestión y habitual mano izquierda a la plantilla. El bagaje fue fantástico, con dos Ligas consecutivas en el plantel de los Pirri, Santillana, Miguel Ángel, Stielike o Juanito.
La década de los 90 fue el momento de más retornos de técnicos a la casa blanca con un total de cuatro: Di Stéfano, Beenhakker, Del Bosque y Toshack.
‘La Saeta Rubia’ volvió al club de su vida ya sin Santiago Bernabéu en 1982. Dos temporadas duró como entrenador, donde su primera campaña fue la célebre de los cinco subcampeonatos del cuadro blanco. En noviembre de 1990, Ramón Mendoza le utilizó tras el cese fulminante de Toshack, pero tampoco llegó a terminar el curso en un año muy convulso en el banquillo blanco. En marzo se despidió, aunque lo hizo con un título bajo el brazo: la Supercopa frente al Barça con el famoso partido de ida en el que Hugo Sánchez se acomodó sus partes en medio de una lluvia de objetos en el Camp Nou.
Leo Beenhakker dejó una buena labor con la ‘Quinta del Buitre’ entre 1986 y 1989 cuando conquistó tres Ligas consecutivas, una Copa del Rey y una Supercopa. Ese recuerdo pesó enormemente cuando retornó al Real Madrid en febrero de 1992 para sustituir a Radomir Antic, en una de las decisiones más polémicas de la era Mendoza cuando prescindió del yugoslavo mediado el Campeonato por no jugar atractivo pese a ir líder. El entrenador neerlandés vivió en sus carnes la primera entrega de Tenerife y no pudo reverdecer laureles con el título en la temporada 1991-1992.
El papel que había cumplido en los 70 y 80 Molowny como hombre de la casa siempre dispuesto a coger el equipo en una emergencia lo heredó Vicente del Bosque. El salmantino dirigió al club tras la destitución de Benito Floro en marzo de 1994 después de caer ante el Lleida y salir unas imágenes en ‘El día después’ de la bronca al equipo en el vestuario del Camp d`Esports. Su segunda etapa fue muy breve, al servir de puente tras el despido de Valdano y el fichaje de Arsenio Iglesias. Sin embargo, su único encuentro ha quedado como un choque bastante icónico por el rival y el resultado. Y es que, en un campo tan hostil para el Real Madrid como es San Mamés, se venció por 0-5 en una actuación magnífica de los Raúl, Laudrup, Zamorano, Redondo y compañía.
El galés Toshack, mencionado anteriormente en el despido de su primera etapa después de lograr la última Liga de la ‘Quinta’, volvió a la entidad de Chamartín en febrero de 1999. Hiddink había ganado la Copa Intercontinental, pero el equipo no marchaba nada bien en la Liga (6º) y se buscaba un impulso para la eliminatoria de cuartos de final contra el Dinamo de Kiev en Champions. Eliminados por los ucranianos en el torneo continental, en la Liga sí se mejoró (2º lugar), aunque no fue suficiente para alcanzar al Barcelona que se llevó el trofeo. Inició el curso posterior hasta que en noviembre fue relevado. Fueron, además, unos meses complicados por el carácter y las declaraciones del galés, con algunas frases para la posteridad como “los lunes pienso en cambiar a diez jugadores, los martes a ocho, los jueves a cuatro, el viernes a dos, y el sábado ya pienso que tienen que jugar los mismos cabrones de siempre” tras un encuentro copero en Salamanca o “es más fácil ver un cerdo volando sobre el Bernabéu a que yo rectifique” tras perder en Vallecas contra el Rayo que supuso su último partido.
La primera estancia de José Antonio Camacho fue tan fugaz que algunos no lo consideran ni etapa, pero lo cierto es que estuvo al frente del equipo durante 22 días en el verano de 1998 y llegó a ser presentado. La segunda, en la temporada 2004-2005, tampoco se extendió una enormidad, pero fueron dos meses. En la primera dimitió, entre otras razones, tras un desencuentro con Lorenzo Sanz y Onieva por discrepancias con el contrato de un ayudante (Carlos Lorenzana), y en la segunda, donde ya comandaba la entidad Florentino Pérez, rehusó por “no poder sacar el máximo rendimiento al equipo”, porque “la dirección deportiva dejó de fichar” o debido a que “sobraba en un club donde la prioridad no era el fútbol”. La pretemporada, la fase previa de la Champions contra el Wisla Cracovia, un choque de la liguilla contra el Bayer Leverkusen y tres encuentros de Liga fue el bagaje del murciano hasta mediados de septiembre de 2004.
En el nuevo siglo el penúltimo precedente fue otro transalpino: Fabio Capello. El técnico goriziani dejó huella en su primera estancia aquí con Lorenzo Sanz como máximo mandatario y con una colección de estrellas fichadas en el magnífico mercado de 1996. Con todos ellos dirigidos por el italiano se ganó la Liga al Barça de Ronaldo y se pudo jugar la Champions del año siguiente que significó la ‘Séptima’. Por entonces, Capello había dejado de motu proprio la institución tras varios problemas con Lorenzo Sanz y regresó al Milan por petición de Berlusconi. Justo diez años después de su primera llegada retornó a la casa blanca como gran apuesta de Ramón Calderón en su desembarco en la presidencia. Y, al igual que en el curso de su debut, Capello volvió a conquistar la Liga. Y no fue una Liga cualquiera, sino la de las remontadas con unas últimas diez jornadas apasionantes.
El último caso ha sido el del francés Zinedine Zidane, que por segunda vez y por decisión propia abandonó el Real Madrid hace una semana. Su primera etapa fue gloriosa y comenzó tras ascender desde el Castilla para sustituir a Rafa Benítez en enero de 2016 y hasta junio de 2018. Todo lo que llegó en esos dos años y medio es historia del Real Madrid y del fútbol con esas tres Champions consecutivas y una Liga, dos Supercopas de Europa, una de España y dos Mundialitos. En marzo de 2019, y con una crisis importante en la entidad blanca, volvió al club de sus amores en un intento desesperado de Florentino Pérez de encauzar al equipo. El francés terminó el curso y se puso manos a la obra para crear otro conjunto campeón de cara a la campaña 2019-2020. La temporada, dividida en dos partes por la pandemia, concluyó con la segunda Liga (y otra Supercopa de España) para el palmarés de Zidane y la número 34 del Real Madrid. Este año no se logró levantar ningún trofeo y el marsellés comunicó su marcha, lo que obligó a la gerencia a buscar un nuevo técnico y confiar de nuevo en Ancelotti, que inicia su segunda etapa como técnico merengue.
Ancelotti es crónica de un fracaso anunciado en su primera etapa le salvo en el 92:48 el hermano de René y en el segundo le echaron y no veo aparte de los Realmadridtv a nadie ilusionado con su vuelta, es como si esperas un pata negra y te dan mortadela, pero bueno el contrato en caso de cesarle no es muy alto
Dependerá de la plantilla no?. No es lo mismo jugar con Vinicius Rodrygo Benzema que con Mbappe Haaland y Kane. Es un ejemplo.
Muy interesante el artículo, estimado sr. Cosín. Viendo lo pasado, tampoco han sido tan malas las segundas partes. Ah, y respecto a "Indiana Jones y el templo maldito" para mí no era tan mala. No llegó a la excelencia de la primera y la tercera, pero cuando la ves varias veces, no está mal. Todo depende de lo friki que seas de Indy. Seguro que el sr. Dumas opina diferente, je, je, je.
Ya veremos lo que puede hacer Carletto con la plantilla que le den.
En general, salvo Capello y obviamente Miguel Muñoz, ninguna segunda parte ha sido buena.
Dejo fuera a Molowny y al Marqués, ya que no regresaban, sino que más bien actuaban de interinos (aunque después ambos se consolidaran)
Abrazos madridistas.
Creo que, más que la plantilla que tenga, cómo motive a los jugadores que tenga.... Sobre el papel el Madrid tiene buenos mimbres. La historia está en saber llevarlos.
Si Asensio, Vini, Rodrygo, incluso Isco funcionan como se supone que deben funcionar, se harán grandes cosas, sino.... os doy la razón...
¿Isco funcionar? Está de coña, ¿no?
Regreso al futuro II es un peliculón que en nada desluce a la primera, de hecho es mi favorita de la saga. Maravilloso cine de la infancia ochentera con extra de palomitas. No apta para gafapastas.