Alberto Machimbarrena fue uno de los primeros nexos de unión que tuvieron Real Madrid y Real Sociedad allá por los años 10 del pasado siglo XX. El jugador vasco nacido en San Sebastián fue un icono en ambos conjuntos y su temprana muerte causó un shock en ambas ciudades y en el fútbol español. Por ello se sucedieron los homenajes al futbolista tanto en la capital como en su ciudad natal donde además se erigieron monumentos para recordar su figura.
El vasco fue un centrocampista muy diferente a lo habitual en el balompié de aquellos años. Un medio elegante, con un juego vistoso, atractivo, inteligente y lleno de brillantez y calidad. Tuvo como discípulo al gran René Petit, que confesó haber aprendido mucho de su juego cuando coincidieron en el Madrid F.C. Además, Machimbarrena se ganó el cariño y el respeto de toda la afición nacional por su carácter noble, leal y por ser todo un caballero en el terreno de juego. Empezó jugando en el Easo F.C., donde compartió vestuario con su buen amigo Sotero Aranguren, y de allí paso a la Real. Sus estudios de arquitectura le obligaron a mudarse a Madrid en 1913, y compaginó esa tarea con la de jugar en el club blanco durante cinco años, tiempo en el que pudo conquistar tres Campeonatos Regionales y la Copa del Rey de 1917. En sus diferentes viajes a San Sebastián aprovechaba para seguir vistiendo la camiseta txuri-urdin, lo que obligó a un cambio de reglamento (solo se podría jugar con un equipo) en la época que se llamó el ‘caso Machimbarrena’. Tras un tiempo retirado, retornó a la Real en 1922 para ayudar al equipo que se encontraba corto de jugadores. Un año más tarde fallecería en Guadarrama con 35 años debido a una tuberculosis.
El primer homenaje llegó en Madrid el 1 y 2 de noviembre de 1924, una honra extendida al exmadridista Sotero Aranguren. El antiguo extremo merengue también estuvo ligado de alguna forma a la Real y a San Sebastián. Con el cuadro donostiarra no jugó partidos de forma oficial, pero sí vistió su camiseta en algún choque amistoso. Además vivió en la ‘Bella Easo’ en su adolescencia y también falleció en la ciudad vasca en 1922 debido a una neumonía.
El tributo a los dos jugadores en Chamartín se dividió en tres partidos, uno entre las primeras plantillas de Real Madrid y Real Sociedad el sábado, y los otros dos el domingo con la inauguración del Campeonato Intersocial y el choque disputado entre los veteranos del Real Madrid con varios antiguos compañeros de los fallecidos. Al mismo tiempo se recaudaron fondos a través de la iniciativa de Fernando López Quesada para erigirles un busto en los jardines del nuevo campo merengue. Entre los primeros donantes se encontraron el propio club blanco, la Real Sociedad, el F.C. Barcelona, el Sevilla, la Real Federación Española de Fútbol, Santiago Bernabéu o Julio Chulilla. El escultor encargado de la obra fue Vela del Castillo y aquella tarde el alcalde madrileño, el conde de Vallellano, fue el encargado de colocar la primera piedra del monumento. Un año después se procedió a la inauguración, que contó con la presencia del Príncipe de Asturias, don Alfonso de Borbón, y de su hermano el Infante don Juan. En la actualidad esa estatua de bronce con las figuras de ambos futbolistas se encuentra en la puerta de los vestuarios del coliseo blanco, el Santiago Bernabéu.
El sábado, y con un éxito de taquilla arrollador, se vieron las caras los equipos actuales de Real Madrid y Real Sociedad. Arbitró el partido Eulogio Aranguren, el hermano de Sotero, y sobre el césped de Chamartín salieron por los capitalinos: Martínez, Escobal, Quesada, Barrero, Helguera, Mejía, Sicilia, S. Bernabéu, Monjardín (Mengotti 45´), Félix Pérez y Del Campo. Por su parte, en los donostiarras la alineación fue: Eizaguirre; Beguiristáin, Galdós, Matías, Olaizola, Benito, Juantegui, Trino, Urbina, Galatas y Yurrita. Entre los asistentes se encontraban el padre de Machimbarrena y los respectivos hermanos de ambos homenajeados.
La contienda tuvo muchas alternativas en la primera parte, pero no fue hasta la segunda cuando llegaron los goles. Se adelantaron los visitantes con una diana de Juantegui al aprovechar un centro de Yurrita. Sin embargo, el Madrid remontó en apenas 10 minutos. En el 70 empató Barrero tras un buen chut en el cual el arquero Eizaguirre se produjo una contusión al intentar detenerlo. En el 80, tras un envío de Sicilia que toca levemente Helguera, el interior Félix Pérez manda el balón a la red. Pese a la derrota la Real dejó una grata imagen como recogió el diario La Libertad: “Excelente impresión causó el once de la Real Sociedad que ayer luchó. Entre sus componentes, sin existir ningún jugador que descuelle, existe lo primordial para que un equipo dé el rendimiento máximo; preparación y entrenamiento, tanto individual como colectivo”. Por su parte, en el mismo diario opinaban así de los blancos: “Los madrileños vencieron en el último cuarto de hora por la presión que ejercieron, por el brío que imprimieron a sus jugadas. Bernabéu hizo el milagro en su puesto de delantero centro de dar vigor al ataque”.
En la mañana del domingo, tras el choque del Campeonato Intersocial, se volvieron a vestir de corto las viejas glorias merengues divididas en el equipo de veteranos de 1904 y el de veteranos de 1916 donde Machimbarrena y Sotero Aranguren dejaron su huella. En los primeros se pudo ver a Alcalde, Berraondo, E. Aranguren, Yarza, Quirante, Giralt (P.), Giralt (A.), Revuelto, Neyra, Prast, Parages (P.) y los suplentes Álvarez y Julio Chulilla. Mientras que en los segundos, con numerosas ausencias forzadas o por fallecimiento, formaron Santiago Bernabéu en portería (alternó con La Serna), M. Bernabéu, Irureta, Aparicio, Castell, Rocamora, Espinosa, Saura, Bourbón, Alcaraz y Calzado.
El partido entretuvo a los muchos asistentes al encuentro que presenciaron la excelente conexión de los antiguos ganadores de las primeras Copas con actuación estelar de Berraondo, Parages y Quirante. El juego era lento y el físico no correspondía al de antaño, pero demostraron un estilo de pases cortos y una inteligencia táctica muy apreciable. Tras dos partes de unos veinte minutos el triunfo fue para el equipo de 1904 que ganó por 3-0 con dianas de Neyra (dos) y Revuelto. Para el fin de fiesta se programó un lunch para autoridades, directiva, jugadores e invitados y a primera hora de la tarde se celebró un gran banquete.
El 20 de septiembre de 1925, en Atocha, tuvo lugar el homenaje a Machimbarrena por parte de la Real Sociedad con el Real Madrid como adversario. Fue además la inauguración futbolística del antiguo coliseo donostiarra, con un césped más alto de lo habitual. La nota negativa, sin embargo, fue la escasa presencia de público en las gradas. Las razones, según la prensa local, fueron la competición automovilística que congregó a mucha gente en el circuito y que el Madrid, tras la gira europea con pobres resultados, no generó demasiada expectación.
El cuadro txuri-urdin tenía varias bajas de titulares, pero sacó un once muy completo integrado por Rafael, Arrillaga, Amador; Gurruchaga, Matías, Trino; De Diego, Rosales, Campos, Zulueta y Echenique. En el otro lado, el plantel madridista salió al campo con Martínez, Escobal, Quesada; Illera, Helguera, Mejía; Muñagorri, Moraleda, González, Félix Pérez y Del Campo.
La crónica de La Voz de Guipúzcoa cuenta de aquel partido que los primeros 20 minutos donostiarras fueron fantásticos y acorralaron a los blancos en su campo. Sin embargo, no materializaron las tres ocasiones que tuvo Campos en gol y a partir de entonces su dominio decreció. Con todo ello se llegó al descanso con 0-0. Al inicio de los segundos 45 minutos el Real Madrid vivió sus mejores instantes y Del Campo puso en ventaja a los capitalinos. El gran trío defensivo formado por Martínez, Escobal y Quesada detuvo varias acciones de peligro realista, pero no pudo evitar el tanto de Zulueta. El tanto fue muy protestado por la zaga blanca por un posible offside, y Escobal llegó a retirarse, enfadado, del terreno de juego. Tras el empate hubo alternativas, pero el tanteo no se movió más y el encuentro terminó 1-1.
En San Sebastián, un año y medio más tarde, y tras comprobar el éxito de la iniciativa madridista para la estatua en honor a Machimbarrena y Aranguren, se inauguró en el campo de Atocha un monumento en recuerdo al centrocampista. Una obra del escultor Gabriel Navajas con un busto del futbolista y una lápida en el pedestal que dice: “La Real Sociedad a su hijo predilecto y modelo de deportistas Alberto Machimbarrena Aguirrebengoa. San Sebastián 20 de enero de 1927. Hoy en día el busto se encuentra en el acceso a las oficinas de la entidad realista en Anoeta.
Agradecimiento especial a @atotxaorg por toda su ayuda prestada para la realización de este artículo.
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La conexión entre ambos clubs se mantuvo en el tiempo. Aquí un artículo de muy interesante lectura:
https://www.google.com/amp/s/londongoals.wordpress.com/2014/02/10/un-club-senor-y-un-club-mezquino/amp/
Interesante artículo.
Por cierto, en una de las imágenes superiores se observa un futbolista del Madrid con unos prominentes pechos...es, cuanto menos, curioso.
También me llama la atención que el gol de la Real Sociedad, en el partido de San Sebastián, fuera logrado -según se deduce- en "off-side" y que, en consecuencia, se retirara -a modo de protesta- un futbolista madridista.
Esa imagen corresponde al partido de veteranos y el jugador al que se refiere es de los ganadores de Copa de 1904, por tanto debía tener entonces entre 40 y 50 años y supongo que había ganado peso.
Efectivamente Escobal se enfadó por el gol en offside y se retiró del campo. Además cabe decir que era el capitán.