El idilio de los galos con el club blanco data desde los primeros años de existencia de la entidad merengue hasta nuestros días. Con la llegada de Ferland Mendy un total de 20 futbolistas franceses han militado en el cuadro de Chamartín y para certificar la importancia de ellos basta con decir que al menos hubo un representante francés en 10 de las 13 Copas de Europa madridistas.
Los dos primeros miembros fueron fundadores de la institución: Pedro Parages y Henri Normand. Parages de nacionalidad gala aunque viviendo desde la infancia en Madrid estudió además en Manchester. Estuvo siete campañas jugando como extremo diestro, siendo un futbolista incisivo, veloz y con gran lectura del juego. Ganó cuatro Copas y cuatro Regionales hasta que se retiró para presidir la institución cuatro ocasiones. La primera en 1912, la segunda entre 1916 y 1918, la tercera y más longeva entre 1920 y 1926 y la última unos meses entre 1928 y 1929. Moriría con el carnet de socio número uno del Real Madrid.
Normand, por su parte, debido a su trabajo como Ingeniero Industrial en la Hacienda Pública vivió en numerosas ciudades españolas. Mientras lo hizo en Madrid jugó para el conjunto merengue en dos etapas, entre 1902 y 1910 y un breve espacio de tiempo en 1915. Fue un medio con un estilo contundente, eficaz y sencillo.
Una década más tarde llegaron al club los hermanos Petit que se educaron en el Colegio de El Pilar. Juan nació en Irún y allí empezó a jugar al fútbol hasta que entró en el Madrid en 1914. Interior izquierda de calidad y buen control del cuero formó un gran dúo con Sotero Aranguren en la banda siniestra. A finales de 1917 fue llamado a filas por el ejército francés para la IGM y las heridas de consideración que sufrió en el frente le obligaron a dejar la práctica del balompié.
Su hermano René tuvo Dax como localidad de nacimiento en 1899. Se incorporó al club un año más tarde que su hermano para convertirse en el primer gran crack de la historia blanca. Medio que también podía jugar arriba, fue un jugador completísimo, repleto de elegancia y finura, fortaleza física, una enorme calidad técnica, gran precisión en el pase y un disparo demoledor. En sus tres temporadas de estancia en Madrid logró tres Regionales y una Copa, la del curso de 1917, en cuya final hizo un gol fantástico al desembarazarse de cuantos rivales del Arenas le salieron al paso.
En los albores de la década de los 50 el secretario técnico Hernández Coronado realizó los fichajes de Louis Hon y Jean Luciano procedentes del Stade Français y Niza respectivamente. Hon revolucionó la posición de central en aquellos años por su estilo diferente al que se había visto en España. Fue un zaguero distinguido y elegante cuyo control del cuero, para ser un defensor, era magnífico. Además, siempre sacaba el balón limpio y con criterio desde la zaga.
Por su parte Luciano se desempeñaba como medio o interior y las crónicas cuentan que era un jugador con gran técnica y calidad pero frío y apático, lo que impacientaba a Chamartín y sus aficionados. Su estancia se limitó a dos temporadas en las que jugó 17 partidos de Liga y cuatro choques de Copa.
Cuatro años después de la marcha de Hon, el presidente Santiago Bernabéu fichó a Raymond Kopa del Stade de Reims. Delantero, se tuvo que reconvertir a extremo diestro en el cuadro blanco ante la presencia de Di Stéfano. En la banda continuó haciendo gala de su regate en corto, su eficacia de cara al marco contrario, su inteligencia y su brillantez para enamorar cada quince días a la parroquia blanca con sus actuaciones. Vivió parte de la época dorada del gran ciclo blanco de finales de los 50 y alzó tres Copas de Europa, dos Ligas y el Balón de Oro en 1958.
En 1962 Santiago Bernabéu volvió a mirar a Francia y al Stade de Reims para formalizar un nuevo fichaje, en esta ocasión el de Lucien Müller. Interior derecho técnico y con clase, facilidad para el pase y clarividente en la organización se le conoció como “Don Luciano”. Tres temporadas estuvo en el Real Madrid aunque siempre fue tachado de flemático pese a ser un fijo para Muñoz al que le encantaba su juego.
Tras Müller hubo una sequía de tres décadas sin que otro francés pisara el Santiago Bernabéu con la casaca blanca. El encargado de romper este hecho fue Christian Karembeu. Su fichaje se retrasó tras una lucha encarnizada con el Barça, pero finalmente Lorenzo Sanz consiguió su firma en diciembre de 1997. El de Nueva Caledonia era un centrocampista principalmente de banda muy poderoso físicamente, rápido y con buena llegada como demostraron sus dos goles clave en el camino de la Séptima ante el Bayer Leverkusen en Alemania y el Borussia Dortmund en Madrid. Sin embargo a partir de su segunda campaña el rendimiento bajó y se marchó en el año 2000 con la Octava en el zurrón.
En el verano de 1999 con Karembeu en la plantilla el club merengue acometió el fichaje más caro de su historia hasta la fecha: Nicolás Anelka. El traspaso tuvo un montante de 5.540 millones por un jugador comparado con Ronaldo Nazario. Anelka era un delantero potente, rápido, muy móvil sin balón y habilidoso, pero con demasiados pájaros en la cabeza. No se adaptó aunque para la historia dejó un gol clave en Munich frente al Bayern. Un escándalo a mitad de campaña, por no querer entrenarse, fue su sentencia en el club del que se marchó siendo titular en la final de la Copa de Europa contra el Valencia en París. Un total de siete dianas fue su bagaje antes de firmar por el PSG.
En el mercado del año 2000 hicieron las maletas tanto Karembeu como Anelka, pero aterrizó un sustituto galo, aunque nacido en Kinshasa, el medio Claude Makelele. Su temporada en el Celta había sido extraordinaria y llamó la atención de los ojeadores merengues que pagaron más de 3.000 millones por su fichaje. Se desempeñaba como medio defensivo y era de los mejores del mundo en ese puesto gracias a su trabajo, equilibrio, elasticidad, sentido táctico y capacidad para robar el esférico. Fijo para Del Bosque se convirtió en insustituible durante tres temporadas en las que ganó principalmente dos Ligas y la Novena Copa de Europa. En el 2003 tras un pulso con el club, la entidad no quiso hacer frente a un aumento de sueldo de su contrato y se marchó con destino el Chelsea.
Florentino Pérez rompió la banca del fútbol mundial con el fichaje de Zinedine Zidane en 2001 por 11.500 millones de pesetas. Una incorporación importantísima en la historia, como se sigue demostrando hoy en día. El galo de la Juventus era un mediapunta de gran clase y elegancia, muy técnico, con enorme habilidad y un fenomenal control del balón con las dos piernas. Además disponía de una magnifica visión de juego, precisión en el pase y un disparo poderoso sobre todo con la zurda. Obtuvo entre otros títulos en sus cinco años como merengue una Liga, una Copa Intercontinental y una Copa de Europa que llevó su sello al anotar de volea un gol de dibujos animados contra el Bayer Leverkusen en la final. Colgó las botas en 2006 con 33 años pese a tener una campaña más de contrato.
Dos años y medio después de la despedida de Zidane en el Santiago Bernabéu ante el Villarreal el encargado de seguir con la tradición de los franceses en la institución blanca fue Lass Diarra. En el mercado invernal de 2009 firmó procedente del Portsmouth este medio centro defensivo rápido, ágil y polivalente. Clave en el esquema en la segunda parte de la temporada, también tuvo bastantes minutos con Pellegrini y en las dos primeras temporadas de Mourinho en las que se conquistó una Copa y una Liga.
El mayor fiasco galo en forma de fichaje y uno de los más estrepitosos de la historia madridista fue Julien Faubert. Al igual que Lass llegó en el mercado de enero de 2009 cuando Juande Ramos pidió un jugador de banda derecha, siendo el elegido el ex del West Ham. Potencia y velocidad eran las virtudes de un jugador que pasó de puntillas. Permaneció media temporada con solo 54 minutos en sus piernas repartidos en dos choques ligueros contra el Racing y el Athletic Club.
En la actual plantilla resisten ya dos veteranos franceses como Karim Benzema y Raphael Varane y un joven Luca Zidane. Benzema firmado como una estrella en ciernes procedente del OL en 2009 acumula hasta la fecha 212 goles oficiales con la camiseta blanca y un palmarés extraordinario. Un delantero cuestionado por muchos aficionados merengues, pero que viene de un curso sobresaliente. Mientras que su amigo Varane fue una petición expresa de Zidane que se quedó prendado al verle jugar en el Lens. El fibroso, velocísimo e intuitivo central desembarcó en Madrid en 2011 con apenas 18 años. Pese a su grave lesión de menisco hace unos años es un referente ha sido titular en tres de las cuatro finales de Copa de Europa ganadas por los merengues en los últimos cinco años. Por último, el guardameta e hijo del entrenador lleva dos temporadas como tercer portero de la primera plantilla y ha actuado en dos partidos de Liga como bagaje individual.
Además el hermano de Luca, Enzo Zidane, también figura entre los galos que han vestido la elástica blanca. Lo hizo en un partido de Copa en 2016 frente a la Cultural Leonesa y marcó un gol. El centrocampista ingresó en el club a los 9 años y fue pasando por todas las categorías de la cantera blanca.
La penúltima incorporación de un francés se produjo en el verano de 2017 con el lateral zurdo Theo Hernández. Hijo de un antiguo futbolista, Theo llegó procedente del Atlético de Madrid en un traspaso de 26 kilos. En su primera temporada no se adaptó al equipo merengue pese a las oportunidades de las que dispuso y en la pasada campaña estuvo cedido en la Real Sociedad.
Ahora Ferland Mendy se convierte en el vigésimo francés de la historia del club de Chamartín. El ex del Olympique de Lyon es un lateral izquierdo de gran poderío físico y recorrido en el que se tienen puestas muchas esperanzas para sustituir a una leyenda como Marcelo. El coste de su fichaje ha sido de ¿50? millones de €uros y es una petición de Zidane.
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y en las diez primeras copas de europa siempre hubo un cantabro
El Real Madrid es universal, es de todos en general y no es de nadie en particular.
Bienvenidos los franceses, especialmente si saben de fútbol y/o baloncesto. ALLEZ FABIEN !!
Al ver la foto de Parages me di cuenta de que no murió. Cambió de identidad y ahora es el presidente de Cantabria.
No si encima tendremos que estar contentos de tener tantos franceses. Y entre tanto, el francés jardinero se carga a Llorente, a Ceballos, a Vallejo, a Reguilón.... Haciendo patria. Que asco de tío.