A la conclusión del partido de Valencia, muchos aguardaban al tratamiento que RMTV iba a dar al gol anulado por Jesús Gil Manzano —tal es el nombre completo del árbitro, que el diablo está en los detalles—. Semejante expectación obedece a dos motivos. Uno, obvio, el despropósito del árbitro de turno, una vez más. Otro, llamativo, la enorme repercusión de RMTV de un tiempo a esta parte.
Así, lo que empezó siendo un canal en clave interna se ha convertido en un medio de información con mayúsculas, referente a nivel mundial. Ello es así por los famosos vídeos en los que se retrata fielmente el deplorable nivel del arbitraje español. Hasta ahora, los madridistas debíamos convivir aquí con la mafia audiovisual de las salas VAR, VOR y de realización del operador que tiene los derechos, avalista hasta anteayer del F. C. Barcelona. Fuera de España el panorama tampoco era demasiado alentador, con los resentidos de ESPN que están allí porque en ningún otro sitio les admiten.
El antimadridismo rabia porque una imagen vale más que mil palabras, y las de RMTV ponen blanco sobre negro en el estercolero de los descendientes de Negreira. Algunos rivales rabian porque no les gusta cómo salen en la foto, in fraganti en muchas ocasiones. El periodismo deportivo de bufanda rabia porque sus compañeros de RMTV hacen algo poco usual en esta jungla: informar, y dejar que sea el espectador el que opine. Eso escuece, claro. Y todos rabian porque, lejos de pasar desapercibidos, los vídeos de RMTV los ve muchísima gente en todo el mundo.
RMTV hacen algo poco usual en esta jungla: informar, y dejar que sea el espectador el que opine. Eso escuece, claro. Lo que se emite desde Valdebebas es verídico cien por cien. Sin anestesia
Los denostan, los critican y, por elevación, disparan contra Florentino, pero hay algo que jamás podrá verse en RMTV, y eso es quizá el principal motivo de odio audiovisual: lo que se emite desde Valdebebas es verídico cien por cien. Sin anestesia. Pocos hasta ahora se habían atrevido a denunciar los aberrantes manejos de Hernández Hernández, Soto Grado y demás aprendices “en negro” de Negreira. En La Galerna llevamos años poniéndole texto; RMTV pone imagen. De alta definición, en toda la extensión del concepto. Insisto, los ponen a parir, pero nadie se ha atrevido a desmentirlos, porque la verdad es demoledora.
Lo último es que, según “fuentes cercanas al vestuario”, algunos jugadores serían partidarios de una menor exhibición de casquería arbitral. Quien esto escribe cita también fuentes “bien informadas” al afirmar que de lo que están realmente hartos en la caseta es de un tinglado que sistemáticamente les perjudica e intenta desquiciar. Ojalá no hubiese que mostrar los vídeos, pero es la única manera de denunciar el inmenso estercolero en que se ha convertido el fútbol.
Getty Images.
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