Si lo dice Pedja

Buenos días. ¿Nervios? ¿Pulso descontrolado? ¿Disfunción sexual (o todo lo contrario)? ¿Pequeñas venas varicosas? ¿Tartamudeo? ¿Irritantes tics? ¿Afirmaciones balbucientes? ¿"Pedja Mijatovic lalalalalá" como respuesta a casi todo? ¿"Cómo no te voy a querer?" como fórmula de agradecimiento a un camarero anónimo por dispensarnos un vermut? ¿"Hasta el final vamos Real" en bucle mental aunque sean otras las palabras articuladas durante la conferencia sobre calentamiento global que uno imparte o a la que uno asiste?

Todo es normal. Respire tranquilo y pondere que su comportamiento se produce en el contexto de extraordinarias circunstancias. O no tan extraordinarias. El Madrid se presenta en su tercera Final de Champions en cuatro años. Ha ganado las dos anteriores y dice Pedja Mijatovid (casi nadie al aparato, como dicen los que son tan viejos como para decir "al aparato") que ganamos 2-0.

Dice Pedja que ganamos 2-0 y quiénes somos nosotros para quitarle la razón a quien nos dio el pasaporte para la gloria en el 98 y ante exactamente el mismo rival, inaugurando dos lustros de éxito para los nuestros. Los nuestros, mañana, podrán ganar o perder -todos queremos que sea lo primero-, pero en todo caso cerrarán una temporada marcada por un desempeño casi perfecto que además apunta a un futuro prometedor con nombres que acarician el oído con la suavidad del porvenir: Asensio, Casemiro, Carvajal, Isco, Lucas, Kovacic y otros que parecen incorporarse (Theo, Marcos Llorente). Pero ahora no cuenta el futuro. Cuenta la noche de mañana como si fuera la primera noche de nuestras vidas, la noche de todas las noches.

Si eres culé, no te preocupes. La noche de mañana puede ser también una de las mejores de tu vida si le va bien al equipo de Allegri. Pero no es eso, sino de Valverde, de lo que hablan tus portadas hoy. Valverde, ese señor que nos cae tan bien que va a tener que decir alguna tontería pronto para acabar con este sinsentido. El Txingurri aparece de guisa casi institucional en la foto de MD, donde ademá declara "rendirse" a Messi. Nos parece juicioso hacerlo. Es la determinación que conviene tomar, si se te pasa por la cabeza cuestionar el establishment, cuando tu adversario es mucho más poderoso que tú. Ríndete y disfruta. Al fin y al cabo, es un extraordinario jugador pese a cuya enorme aportación el Barça sigue a años luz por detrás del Madrid.

Sport nos cuenta cómo "enamora" Valverde antes de haber dirigido un solo encuentro del Barça, y a meses de dirigir el primero. Se les enamora el alma, se les enamora. El amor es así. "Love is feeling / Feeling love", que decía Lennon, y quiénes somos nosotros para censurar a Mascaró y compañía si tienen el corazón jaranero. "Ama y haz lo que quieras", que decía san Agustín, y en ello incluía el amar a quien aún no ha hecho nada por ti.

Por lo demás, ¿qué tal? ¿Nervios? ¿Pulso descontrolado? ¿Disfunción sexual (o todo lo contrario)? ¿Pequeñas venas varicosas? ¿Tartamudeo? ¿Irritantes tics? ¿Afirmaciones balbucientes? ¿"Pedja Mijatovic lalalalalá" como respuesta a casi todo? ¿"Cómo no te voy a querer?" como fórmula de agradecimiento a un camarero anónimo por dispensarnos un vermut?