La irrupción de Llorente en el equipo merece mucho más que un puñado de letras de un servidor, cuyo discurso en un programa de radio reciente justificaba su hipoteca con el banquillo y sus constantes caídas sobre la bocina de las listas de convocados. Marcos lo ha destrozado todo: contextos, rachas, ritmo, adaptación y también a mí. De vez en cuando viene bien sentirse un poco idiota para darse cuenta de que la razón no existe, por mucho que nos empeñemos en perseguirla y abanderarla. Lean esto como lo que es: la opinión “estúpida” de un bobo que decidió pasarse de listo hace unas semanas. Toma ya.
Zidane y Lopetegui le ignoraron. Sus razones tendrían (o no). Lo cierto es que ni siquiera le dieron la oportunidad de demostrar lo único que era cuando el Real Madrid decidió recuperarle: el mejor ladrón de la sala de máquinas. Llorente, en el Alavés, lideraba la tabla de máximo recuperador con una media de 9,4 balones en cada partido. El rubio demostró en Vitoria lo que algunos ya vislumbrábamos cuando lideraba y manejaba al Castilla a su antojo. Allá por 2014 le robaba ‘te quieros’ a mi madre para regalárselos a Marcos. Por Twitter estarán perdidos.
El problema es que caí en la trampa. Pensé: si dos entrenadores no confían en él ni siquiera cuando es la única solución en plantilla, algo pasa que se nos escapa de las manos. Concedí tanto a Julen como a ‘Zizou’ la presunción de veracidad que merecen, pues saben infinitamente más que yo en esto de dar patadas a la pelotita. Ambos preferían hacer experimentos en el puesto de ‘5’ y yo casi que los compraba sin darme cuenta de lo perjudicial que resulta coquetear con sustancias nocivas. Que si Kroos, que si Ceballos, que si Kovacic en su día. Ninguno salía bien.
Un día de estos repasaba con Jorge Martín -habitual de este rincón- todas las cosas que Llorente se ha encargado de romper desde que ha tirado la puerta abajo. Como bien apuntaba precisamente Jorge, su rendimiento ha echado por tierra las explicaciones habituales a los malos momentos que algunos futbolistas utilizan como justificación o casi consuelo. Explicaciones que Marcos ha convertido en milongas. Mientras Fulanito y Menganito piden contextos donde su juego se pueda ver favorecido o posiciones donde brillar, Llorente entra y lo rompe todo. Sin peros y solo con algún milagro de más al que aludió tras su primera función estelar ante la Roma. “Entrar en un partido así de Champions es jodido porque no tienes ritmo y te falta confianza. Me puedo dar con un canto en los dientes con el partido que he hecho", dijo.
Una de las frases que repetimos -y repetiremos- hasta la saciedad en nuestra vida es la de ‘hay trenes que pasan una sola vez’. Si tienes suerte y para delante de ti, debes subirte. Una frase que en el Madrid no tiene validez porque aquí los trenes no paran. Ni uno. Van sin frenos y tienes que montarte en marcha, agarrándote de donde sea. Como pierdas una milésima de segundo lloriqueando porque iba demasiado rápido y no has podido agarrarte, ya puedes ir comprándote la camiseta del Getafe. En Chamartín las cosas funcionan así y Marcos lo sabe, le viene de familia; de sangre.
No sé hasta dónde llegará Llorente en el Real Madrid ni si los galones de Casemiro triturarán su meritocracia. Tampoco sé si mi amigo Cristian me perdonará mis puntuales e insignificantes dudas pretéritas con el ‘Marqués’. Lo único que quiero es que sus compañeros sigan despeinándole como el otro día, cuando se estrenó con el primer equipo marcando el dos a cero en la final del Mundial de Clubes. La guinda a una irrupción que está arrasando con todo (incluso conmigo). Qué bueno -y guapo- es el jodío.
Cuánto ennoblece a las personas reconocer que equivocaron el camino. Y cuan sabio te hace la certeza de que la realidad es soberana y suele saber más que uno mismo, de fútbol y hasta de nosotros mismos. Yo también albergué mis dudas sobre Llorente, aún reconociendo en él la clase que por fortuna se reconoce en tantos de nuestros canteranos. Hace ya varios partidos que mis dudas hacia él se han disipado. Me queda solo la duda obvia de su continuidad en ese nivel, sin los conocidos altibajos de otros compañeros, y esa sorda incertidumbre sobre la prevalencia, o no, del mejor Casemiro cuando vuelva. Tal vez la asignatura pendiente sea hacerlos compatibles en el futuro, sería duro aceptar prescindir de un diamante para lucir otro.
Correcto el final, muy correcto. Este verano alguien me dijo que por qué el Madrid no fichaba a Kanté (como si de FiFA se tratara, vamos). Sobreponiéndonos al tema de la logística que conllevaría toda esa operación, le respondo: puede que Kanté sea uno de los mejores sino el mejor de su posición, pero, ya en nuestro equipo hay alguien monumental, Casemiro. Y no es por cariño, sino porque lo demuestra en el campo. El partido en que Brasil perdió contra Bélgica en el Mundial, quién estaba lesionado??? Ta chán: Casemiro. Y no recuerdo que haya bajado su nivel en nuestro equipo. Lo lesionaron miserablemente, con la venia del árbitro de turno, as usual... Ahora que ya está, es tarea de Solari tenerlos a los dos a punto. Bien a punto. Recuerden por favor, no tenemos un problema, tenemos dos soluciones magnífcas. Saludos.
Da gusto ver a un periodista que sabe reconocer que no está en posesión de la verdad y que se puede (como todos) equivocar. Ojalá tomaran nota otros.
"De vez en cuando viene bien sentirse un poco idiota para darse cuenta de que la razón no existe, por mucho que nos pempeñemos en perseguirla y abanderarla."
Hombre, la razón tiene sus limitaciones, pero no solo existe, sino que tampoco podemos ponernos en manos de la intuición, el azar, el destino o la superstición. La razón no es la panacea, pero vale. Pero hay que razonar bien.
Yo mismo un día le vi retirar la cara en un balón dividido y ese día le puse la cruz, pues no comprendía tal reflejo en alguien que por ADN y por situación personal tiene que querer comerse el campo, al adversario y el balón, aunque venga a la cara.
Como dijo Carvajal, los canteranos que tiene el primer equipo ni son "la rehostia" ni hay que echarlos.
Creo que con Llorente tenemos que esperar. Que tenga minutos y veremos.
Por cierto, Casemiro ni es ni español ni rubio ni guapo, pero acumula unos cuantos méritos más que Llorente, no por nada, sino porque a Llorente no le ha dado tiempo a gran cosa todavía. Un puesto no tiene por qué ganarse con 5 partidos buenos. Además nos hacen falta los dos jugadores y pueden jugar juntos.
Pero sobre todo, lo dicho: ya veremos si Llorente se asienta o se disuelve. Es pronto para saberlo. Por supuesto, ojalá se asiente.
Cada día estoy más convencido de que tanto a Zizú (mi idolatrado Zidane) como, sobre todo, a Lopetegui les maniataban ciertos códigos de vestuario o turnos de rotación preestablecidos.
Zidane obtenía con ello paz en el vestuario y el compromiso de los pesos pesados, pero sabía que aquello se agotaba y no quiso ser quien tomase decisiones duras con quienes le eran fieles hasta la muerte. En el caso de Lopetegui, quizás se sentía en deuda con los que (practicamente) lo habían llevado al club.
En la antigua Roma, los pretorianos empezaron siendo los garantes de la seguridad del emperador pero acabaron acumulando tal poder sobre él que depusieron a varios a cuchillazos y llegaron a elegir personalmente a alguno. Frecuentemente, el elegido se convertía en un títere de quienes realmente ostentaban el poder en la sombra.
Alguien dudaba de Llorente después de la temporada del alavés aparte de los entrenadores del Madrid, lo mismo que de Sarabia, Hermoso, Diego Llorente, Álvaro Tejero, Dani Parejo, el problema el único es que son gratis, de Carvajal quién dudaba y de Mariano, el Madrid perdió una liga porque Ancelotti prefirió en el penúltimo partido de liga a Illarra en vez de Casemiro en Valladolid y en un fuera de banda en el último minuto nos metieron el empate por saltar Illarra con el rematador
Muy atinado artículo. Personalmente, me gustaban mucho los números que ofrecía y que veía de Llorente en el Alavés. Luego, me sorprendió que no le dieran bola cuando regresó al Madrid...Cuando, fuera de ritmo , por falta de partidos, le hacían entrar en minutos de la basura...no acababa de dar el do de pecho... Ahora, después de ver lo que ha demostrado, contra viento y marea, me alegro mucho por él, aunque no canto victoria. No se trata tanto de llegar, sino de mantenerse. Veremos.
Los nuevos deben incorporarse a una estructura que ya funcione. El gran problema de la pasada temporada no era el equipo B, sino el A. Y a Llorente se le metió en poseídos donde de hicieron demasiados cambios.
Poseidos? Partidos. Maldito autocorrector...
Los que le habíamos seguido en las categorías inferiores del Real Madrid estábamos seguros de lo gran jugador que es y la personalidad que siempre ha demostrado.
No he entendido en ningún momento que los entrenadores del equipo no vieran sus enormes cualidades y además en un puesto en el que el Real Madrid ha tenido que acudir al mercado casi siempre.
En la cantera lo ví tan claro como el caso de Carvajal, se veían venir a los dos y su enorme personalidad.
Más vale tarde que nunca.
Por cierto, en el Castilla y Juvenil A, hay algún que otro que también apunta alto.
Pues sí. Aparte de Reguilón, las maneras de Fran García en el partido que jugó ante el Melilla me parecieron magníficas. Yo a Marcelo lo mandaba a la (media)punta.
Marcos Llorente representa los valores del madridismo , ambición,calidad, lucha y no rendirse jamás. espero que no se le suba a la cabeza y le acompañe un mínimo de suerte porque tenemos mediocentro para la próxima década
Mucha prudencia con los comentarios hacia Marcos Llorente, porque bien es sabido, lo proclives que somos a encumbrar a la gente y a regalar mucho halago, para poco tiempo después atizarle a palos y críticas, cuando se equivoque o juegue mal (Asensio y algunos más, saben de esta doble cara).
El peor enemigo de Marcos Llorente, de Asensio, de Vinicius o de cualquier jugador joven, son los entornos, los halagos y el creer, que una vez que estás arriba, ya está todo conseguido.
Trabajo, sacrificio y humildad, mucha humildad para jugar en el Real Madrid.
Esforzarse todos los días y ganarse el puesto, y cuando no se juegue, entrenar y trabajar, para demostrar al entrenador o aficionado de turno que están equivocados.
Toda la suerte del mundo para Marcos Llorente y para todos los jugadores de la cantera, porque muchos aficionados, somos inmensamente felices cuando uno de los nuestros triunfa y el club no tiene que fichar a golpe de talonario lo que la fábrica tiene y debería producir, talento casero.
El gran problema del Madrid en estos últimos años ha sido la fragilidad defensiva. Personalmente estoy deseando brett como se consolida un equipo donde Marcos Llorente y Casemiro sean un doble mediocentro defensivo, mientras que el peso del ataque recae sobre unos laterales más libres, un Asensio jugando de box-to-box, un Modric absolutamente libre, etc... (sólo me falta un delantero de los que se le caen los goles)