Lo de Karim

Buenos días. Buenas tardes. Por decir algo. Si ayer se nos atragantaba el postre al ver cómo los noticieros abrían sus informativos con Benzema entrando en la sede de la policía judicial de Versalles vestido de blanco inmaculado, hoy nos llega de París un auténtico croissant envenenado.

Una vez más, el papel de las portadas de la prensa deportiva se convierte, a la luz de la rapidez de los acontecimientos y de las noticias en que estos se transcriben, en perfectos envoltorios de bocadillo. Karim Benzema ha sido imputado por complicidad en el chantaje con vídeo de contenido sexual a su compañero de selección Mathieu Valbuena. Acaba de suceder. Es esto que se llama rabiosa actualidad. La prensa se encontró ayer ante una situación que reclamaba prudencia, una cordura que brilló por su ausencia en el manicomio mediático de nuestros días. Algunos no esperaron ni media hora para juzgar, sentenciar y enviar a Karim a la guillotina. En todo caso, traemos a nuestra sección la ya caduca portada del Marca. Alguna habrá que traer, aunque la realidad las haya adelantado por la derecha en una incursión que ni Danilo.

En el mediodía de ayer, las ediciones digitales echaban humo. «Detenido », « Arrestrado » y/o « encarcelado», fueron algunos de los términos que se vertieron sobre Karim en una suerte de candente vomitona en caliente. Los Manolos bailaban desnudos alrededor de la hoguera mientras aullaban a Manitú a la luz de la luna. La prensa catalana, ávida de criminales que no vistan de azulgrana, se apuntaba rápido a un titular burlesque, digno de un pasquín del Moulin Rouge. En el cabaret de los medios, el can-can ya era absolutamente imparable.

Vivimos en un país de titulares. Se escriben y se leen. Y muchos lectores-por decir algo- de ahí no pasan. Entre estar detenido y citado a declarar media un abismo. De igual modo, imputado –bajo investigación judicial durante la fase de instrucción- no es lo mismo que acusado. En L´Affaire Benzema, la información más allá del titular se ha convertido en prácticamente un incordio, una cosa irrelevante. Para muchos la cabeza de Benzema ya estaba en el cesto sin necesidad de imputación alguna.

La Galerna critica el uso melifluo, mezquino e interesado de los titulares por parte de determinados juntaletras, pero también se siente en la obligación de dar una severa y definitiva reprimenda pública a Benzema dada su pertinaz e intolerable insistencia en aparecer en noticias relacionadas con sexo, mentiras y cintas de vídeo. Y coches. Repetimos: es intolerable. No sabemos si es culpable de lo que ahora le acusan. Pero sí tenemos claro que debe conducir(se) con muchísimo más cuidado.

Con todo, entendemos que el club (sin perder nunca de vista lo anteriormente señalado, es decir, que un imputado no es un culpable) debe abrir su propia investigación interna, tomando en consideración los aspectos que señalamos a continuación.

Aun cuando quepa colegir que Benzema ha obrado con (como mínimo) inmensa torpeza en todo esto, hay que intentar llegar al fondo del asunto, y hay que hacerlo con independencia del proceso judicial. Haber intercedido entre una banda de secuestradores y la familia del secuestrado no convierte automáticamente al intercesor en secuestrador. De igual modo, haber participado en un proceso de extorsión no te convierte de hecho en extorsionador. Puede haber una infinidad de matices que sirvan de atenuante y aun de eximente a tu conducta. Parece improbable que un deportista multimillonario se involucre, en pleno uso de sus facultades y de su libertad, en una extorsión cuyo objetivo final sea el reparto de 150.000 euros. La motivación de su implicación, de existir esta, habría de ser otra.

Pareciendo como parece existir una magnífica relación personal entre los dos jugadores (Valbuena escogió ayer como imagen de su perfil de Facebook una amistosa fotografía junto a Benzema en un entrenamiento de la selección francesa), se abre paso y cobra fuerza, intuitivamente, una explicación alternativa: Benzema podría haber participado en el proceso de extorsión a Valbuena porque él mismo ha sido extorsionado para hacerlo. Aun reconociendo que no sabemos nada, nos parece la hipótesis más plausible en el supuesto de que Karim Benzema esté de hecho implicado en los hechos. De haber obrado Karim bajo coacción, entendemos que cuanto menos cuenta con un poderosísimo atenuante, tanto desde el punto de vista legal como desde el prisma de la ética. Seguiríamos hablando de un profesional con enorme margen de mejora en la gestión de su vida privada en el contexto de la irreprochabilidad que el Madrid comporta. Pero uno que quizá no haya obrado de forma culpable (cuánto menos dolosa) en este turbio asunto.

Sin embargo, si esta investigación interna del club demostrara que Karim Benzema ha participado en un chantaje en pleno uso de su libertad y facultades, y sin ser sometido a coacción alguna, el club debería actuar con la máxima dureza contra el francés.

Pasad una buena tarde. También es un decir.