Hoy os escribo por primera vez, porque ayer fue el día en que mi hija fue bautizada en el madridismo y los sentimientos se me amontonan. Tendré que empezar por contar que la mía fue una vocación tardía pero irrevocable.
Mi padre fue un madridista heterodoxo. Acudió al estadio muchos años, pero para cuando yo le conocí había dejado de hacerlo, por motivos que, como tantas otras cosas que le pasaban por dentro, se fue del mundo sin contarle a nadie. Pero de su fe guardo al menos tres pruebas. Un carnet de socio con antigüedad desde los 50, una camiseta que me regaló cuando cumplí 16 años y una anécdota sobre el estadio.
Tenía mi padre un compañero de grada que estaba obsesionado con Di Stéfano. Cada vez que quería urgir a su equipo, reclamaba a quien llevara la bola que la mandase “¡a Alfredito, a Alfredito!”. Lo interesante del asunto es que Alfredito llevaba años retirado, pero aún seguía viendo su fantasma.
Esta historia siempre me impresionó, y años más tarde pude comprobar algo similar pero a la inversa. Conocí a un amigo que, siempre que alguien perdía una bola, creía que se trataba de Guti. Le tenía una manía visceral e incluso lo veía en los fallos ajenos. En esas dos visiones espectrales de amor y odio más allá de los sentidos fijo yo las coordenadas del madridismo. Lo que lo convierte, en definitiva, en una experiencia alucinógena.
Yo llegué, como decía, tarde. De niño no me interesaba el fútbol, y hasta los 14 años no empecé a verlo. Pero qué año fue ese. El Mundial del 94 fue mi puerta de entrada, y decaído el verano me tocó elegir un equipo al que engancharme. Lo que vino luego fue la Liga de Valdano, con dos delanteros que iban para saldos que se convirtieron en la mejor dupla del universo y un chavalín un poco más mayor que yo que proyectaba en el campo todo mi asombro. La venganza de una goleada devuelta con simetría, en el partido perfecto. Nadie me convencerá de que haya nada más allá.
Pasada esa temporada frenética, le pedí a mi padre dos cosas: que fuéramos juntos al Bernabéu y que me comprara una camiseta.
Los años pasaron. La camiseta (Teka en el frontal y huellitas de Kelme en las mangas) estuvo colgada junto a nuestra tele el 20 de mayo de 1998. Todos sabemos qué pasó ese día, que fue, exactamente, lo que no iba a pasar. Mi padre hablaba de las Copas de Europa, pero pertenezco a una generación que creció sabiendo que aquello no iba a repetirse. "¿Y el Madrid, qué, otra vez campeón de Europa, no?" Que una marca comercial decidiese emplear semejante escarnio como reclamo comercial puede dar una medida a quienes sean más jóvenes del abismo del que hablamos. El Madrid no iba a volver a ser así de grande nunca. Punto.
Hoy la camiseta ha visto ya 7 finales ganadas. Pleno. Desde aquel día, sólo la saco del cajón en las grandes ocasiones, y puede decirse que ha cumplido con perfección su papel como objeto propiciatorio.
Como a tantos otros, la eliminatoria contra el PSG me tenía inquieto. El partido de ida nos sumió en el estado larvario del madridismo: la intolerancia a la derrota. Nos habían pasado por encima. Y sin embargo, aún quedaba el resquicio por el que se cuela la ambición, que es desde donde se ha escrito este pequeño capítulo y, en general, toda la historia del club.
Como a tantos otros, la eliminatoria contra el PSG me tenía inquieto. El partido de ida nos sumió en el estado larvario del madridismo: la intolerancia a la derrota
Las semanas transcurridas, que han parecido meses, han servido para que por ese hueco fueran cayendo gota a gota las ilusiones. La marea que vimos ayer y que sepultó al equipo parisino del glamour y el petróleo ha pasado por ese mismo hueco y está hecha del sudor de nuestros jugadores tanto como de la condensación del aliento de todos los demás. Una tempestad que reveló a los impecables hombres trajeados que bajaban del autobús como unos pendencieros capaces de amenazar de muerte al primero que pillasen por delante. Supongo que todo el mundo necesita pasar 90 minutos en el Bernabéu para saber de qué está hecho.
En algún momento de la semana pasada, creí. Creí hasta el punto de considerar que era una buena idea invitar a mi hija a ver el fútbol conmigo. 14 años como los que yo tuve. Nunca hasta ahora lo ha hecho, y de pronto le apeteció. Y me pidió mi camiseta, y le expliqué de dónde la había sacado y para qué servía. En el último instante, antes de salir de casa, me dijo que no iba a llevarla, porque era para las finales.
La marea que vimos ayer y que sepultó al equipo parisino del glamour y el petróleo ha pasado por ese mismo hueco y está hecha del sudor de nuestros jugadores tanto como de la condensación del aliento de todos los demás
Lo vimos en un bar. Hace una década que no vivo en Madrid. El ambiente era precioso. Aquí abundan los madridistas, los culés y los guiris. La mezcla perfecta para que en el bar se respirase rivalidad, con un grupo de franceses en los que se percibía la emoción y la tensión de cada lance.
Mientras íbamos hacia el bar, ya le advertí que lo normal era que el PSG ganase al Madrid. Visto lo visto en la ida, y con las bajas que tenía el equipo, lo que tenía que pasar es lo que se vio durante 60 minutos. Mbappé tiene una superioridad insultante. Messi y Neymar hicieron una orfebrería de cuando eran lo que fueron y la pelota pareció acabar dentro. El guion se cumplía y mi esperanza era que el Madrid muriera como esperamos de él, acosando el área rival. Si el rival es mejor, como lo era, que no quede nada que reprocharse. En la esperanza de la revancha quedaría sembrada, quizás, la semilla de que mi hija le volviera a apetecer ver un partido con su padre.
Pero caminando hacia el bar también le había dicho que he visto demasiadas veces cosas que no tienen sentido. No hay otra forma de decirlo. "Hoy venimos a ver si hay un milagro". Pero si somos miles, millones, empujando unos hechos imposibles, entonces ya no hablamos de un milagro, sino de otra cosa. Un milagro no tiene explicación, pero lo de ayer sí lo tiene. No tiene sentido, pero se explica solo. Lo de ayer es el Real Madrid.
Sufrimos, reímos, nos divertimos. Mi hija recordará a Benzema besando el balón con los labios y a Luka besándolo con los pies. A Vinícius desatado. A Alaba alzando una silla con la misma emoción que se levanta un trofeo. Un acto de enajenación colectiva, un rapto alucinógeno. Un equipo que se pone por delante en la eliminatoria, pero que sigue atacando, contra toda lógica. Y a quien nadie se lo va a echar en cara, porque es lo que queremos después del padecimiento. Que nos demuestren que nuestra sinrazón tenía razón. Que nos demuestren que los locos eran todos los demás, por no verlo. Una noche como tantas otras del Madrid, pero a la vez la primera para tantos como mi hija. Nadie le podrá discutir que fue la mejor de todas.
Dicen que el corazón tiene un número determinado de pulsaciones tras las cuales, simplemente, agota su vida útil. Ayer gastamos unas cuantas juntos, mi hija y yo. No sé si es una buena idea acortar la vida a base de llenarla de latidos, pero es algo que me gustará poder dejar en herencia, porque es la misma que yo recibí.
Volviendo a casa lo tuvimos claro. Algún día vamos a volver a sacar la camiseta del cajón. Ojalá sea pronto.
Hala Madrid.
Getty Images.
¡Anda! Ud. escribió este magnífico artículo en la sección de comentarios esta mañana. La verdad es que era digno de acabar como artículo. Así lo disfrutamos doblemente. Plas, plas, plas!!!
¡Muchas gracias, RafaR!
Mi enhorabuena por esta descripción! Ha reflejado fielmente lo que millones de madridistas sentimos ayer. Mi hija, ayer, no vio el partido conmigo pero como nos toque el Man City, tendrá que vivir esta experiencia ( y usted repetirla)!
La sensación que tengo después de esta ronda, es que ya puede venir el que quiera. El Madrid pasará o no, pero puede ganarle a cualquiera.
Que repulsion me daba ese anuncio, no se si lo ideo un antimadridista pero acomplejaba bastante y la verdad es que me parecia una forma gratuita de darse popularidad a costa de hacer chiste del Real Madrid.
Y es que esa epoca era la ideal para que todo antimadridista acomplejado atacase sin piedad al club. Ahora casi tres decadas despues la imagen de ese Madrid venido a menos esta tan lejana como lo era el Madrid yeye en los 90.
Un anuncio doloroso y excelente que, como todos los anuncios excelentes, refleja a la perfección la sociedad que lo ha parido. Como bien dices, ese Madrid venido a menos se ha diluido en la memoria y el mensaje ahora es anacrónico.
Pero hace unos días veía una serie actual (BoJack Horseman) y el audio en inglés mencionaba algo sobre baseball (creo). Un comentario informal con el que el personaje demostraba que "sabía algo de deporte", que el subtítulo en castellano traducía impúdicamente como "...igual que el Madrid robando Copas de Europa", a lo que el otro personaje decía "¡Uau, sabe de fútbol!".
Regresado el Madrid victorioso, la Leyenda Negra es lo único que les queda a los antis, pero son tantos y tan efectivos que parece ser un hecho indiscutible. Y no. Contra eso hay que rebelarse.
Esta claro que en la guerra del relato, la comunicacion, o simplememte la propaganda el Real Madrid no esta plantando batalla y ese error me parece muy peligroso .
Totalmente. Hay cosas que existe supuesta unanimidad pública que son, simplemente, mentira. Lo mínimo es discutirlas en cuanto las escuchas.
Compañero IGN , te puedo asegurar que al RM no le regalaron absolutamente nada en el extranjero sea Europa o el resto del mundo y es por el motivo de que nuestro país no despertaba simpatías precisamente al tratarse de un régimen no democrático y nos tenían grima , así que se lo tenían que currar, eso sí , sus jugadores despertaban expectación y esos partidos fueron muy intensos pues era el equipo a batir , creo que por mi edad no me e perdido ninguna remontada épica del equipo , soy afortunado , veo en que se va a convertir mi club de la niñez y me lleno de orgullo , es una sensación bárbara , los putos number one of the World . Saludos IGN. y no somos ladrones , somos caballeros .
Ojalá el Madrid se mantenga en lo más alto. Es un listón enorme. Lo que veo claro con la perspectiva del tiempo es que yo nací con un Madrid muy menor con respecto a lo que ha sido luego. Lo que ha vuelto a ser, vaya.
Bueno, también hay que mencionar que, si no el primero fue uno de los primeros anuncios emitidos después de levantar la 7ª (Dios bendiga a Pedja Mijatovic) la repetición del "¿Y el Madrid, qué... otra vez campeón de Europa?" con un fundido (a blanco, creo) y el rótulo "Enhorabuena, campeones". Creo que también lo recuerdo en prensa escrita, a página par y entera.
La anécdota de "Bojack Horseman" no la conocía, pero casi mejor, porque es algo repulsivo per se.
¡Es verdad! No lo recordaba. Una forma elegante de cerrar el círculo. Qué noche la de aquel día.
Se emitió varios años antes, y se emitió también durante varios años, pero claro, se la tuvieron que tragar.
Pero quedó como testimonio de un tiempo. Yo creo que ahora explicas a alguien nacido al fútbol después de la Séptima que el club era un chiste en Europa y no se lo cree. Que exista ese anuncio como documento tiene valor historiográfico.
Muy bueno , me acuerdo del asqueroso anuncio , por que coñ no lo ponen ahora seguro que el publicista era de Reus , tenía gracejo , je,je,je . SALUDOS .
Bienvenido, Ignacio. Un artículo espléndido para empezar.
Gracias y enhorabuena.
¡Gracias!
Lo de ayer y lo de hoy. Las chicas imponiéndose a las colchoneras , a domicilio. En baloncesto, rompiendo Una mala racha, ante un gran equipo como es este Armani de Milán entrenado por el prestigioso Ettore. Messina .
Llevo casi treinta años viviendo crisis del Madrid, siempre apocalípticas y definitivas. ¿Y cuánto duran al final? El balance nunca es tan malo como parece.
Es que muchas veces no nos damos cuenta de lo difícil (casi imposible, diría yo) que es conseguir lo que el RM ha conseguido. Y, aún con lo que ha conseguido, los madridistas pedimos, ¡qué carajo!, EXIGIMOS más . Esto es lo grandioso de este club. Y lo extraordinariamente complicado de mantener en el tiempo. Ferguson estuvo 25.000 años como entrenador del MU; ganó muchos títulos, claro, pero no habría durado ni dos temporadas en el banquillo del RM. Es exigencia máxima, que, a veces, puede ser contraproducente (nos convertimos en una trituradora de entrenadores y jugadores), pero, a cambio, ahí lo tenemos: 120 años y hecho un chaval.
Ayer mi hija (esto va de hijas) me dijo que había terminado un trabajo de biología. Que esperaba que le diera para sacar el ocho (sobre ocho), y que está ansiosa por recibir la nota. Le dije, medio en broma, que si sacaba un siete también estaría bien, y me contestó que no, que había sacado ocho en los anteriores y que bajar de ahí sería una decepción. Pues eso, evidentemente madridista también.
Y ojo, que hablas de Ferguson, que creo que es el entrenador con más títulos de la historia... Pero menos que el Madrid en el mismo periodo. El mejor no vale para el Madrid si no tiene ambición de superarse.
Por si su hija flaquea, ir a una recuperación y levantar la asignatura en el último minuto también es muy madridista.
Ganarle a Ettore Messina deberia ser una de las prioridades de la seccion de baloncesto. Salvando a Javier Imbroda creo que ningun otro ebtrenador echo pestes del Madrid tsnto como este, pero este ademas fue un fraude que sslio economicamente caro al club, al margen de que lleno la plantilla de pufos. Gracias a el deje mi abono.
Ettore Messina, gran persona y entrenador de mucho prestigio. Que en el Real Madrid no encajara y/o triunfara, no es óbice para reconocer su capacidad y valía.
(*) Ayer yo iba con Laso, "of course". Lo cortés no quita lo valiente.
Trayectoria
1976-80. Reyer Venezia. Júnior.
1980-82. Superga Mestre. Júnior.
1982-83. Fantoni Udine. Entrenador ayudante
1983-89. Virtus Bolonia. Flag of Italy.svg Italia. Entrenador ayudante y entrenador del equipo júnior
1989-93. Virtus Bolonia.
1993-97.Italia.
1997-02. Virtus Bolonia
2002-05. Benetton Treviso.
2005-09. CSKA Moscú.
2009-11. Real Madrid.
2011-12. Los Angeles Lakers. Entrenador asistente de Mike Brown
2012-2014. CSKA Moscú.
2014-2019. San Antonio Spurs.
2016- Italia
2019- Olimpia Milano
Palmarés
Internacional
Copa de Europa: 4
Virtus Bologna: 1997-98, 2000-2001.
CSKA Moscú: 2005-2006, 2007-2008.
Recopa: 1
Virtus Bologna: 1989-90
VTB United League: 3
CSKA Moscú: 2008, 2012-13, 2013-14
Nacional
LEGA: 4
Virtus Bologna: 1992-93, 1997-98, 2000-01
Pallacanestro Treviso: 2002-03
Liga de Rusia: 6
CSKA Moscú: 2005-06, 2006-07, 2007-08, 2008-09, 2012-13, 2013-14
Copa de Italia: 9
Virtus Bologna: 1990, 1999, 2001, 2002.
Pallacanestro Treviso: 2003, 2004, 2005.
Olimpia Milano: 2021, 2022.
Copa de Rusia: 2
CSKA Moscú: 2006, 2007
Supercopa de Italia: 2
Pallacanestro Treviso: 2002.
Olimpia Milano: 2020.
Individual
3 veces Mejor entrenador de la Lega Basket Serie A (1998, 2001, 2005)
2 veces Entrenador del Año de la Euroliga (2006 y 2008)
Yo también tengo esa misma camiseta! La primera de Kelme, con la publicidad de Teka. La del 5-0! Un regalo de mis compañeros de instituto por mi cumpleaños.
Tiene algunas manchas. De pintura de rostro de algunos madridistas desconocidos, procedente de abrazos recibidos en medio de la celebración de un gol. Si, ese gol en el que centra Panucci, Roberto Carlos dispara al muñeco, y tras unos rechaces, Mijatovic controla el balón dentro del área rival, regatea al portero y marca. Supongo que ya sabéis a cuál gol me refiero...
La camiseta se ha lavado , jaja, pero milagrosamente, las marcas de pintura morada han permanecido. Así se va a quedar.
Abrazos madridistas
Hay manchas que son como los recuerdos: imborrables. Le mando un abrazo como aquellos.
Precioso artículo, me ha emocionado
Pelos como escarpias, gracias