Han sido días muy fructíferos para el Real Madrid, ya que en baloncesto el equipo se clasificó para la Final Four, mientras que en fútbol los de Zidane ya están en Kiev. Por cierto, que nunca en la historia del club han coincidido los dos en la conquista de la máxima competición continental, aunque en muchas ocasiones hayan estado cerca de lograrlo.
Pero ciñéndome a mi espacio, en el que me siento más cómodo, he de comentar que la eliminatoria contra el Panathinaikos ha sido durísima. Tanto, que de haber sido el sistema igual que el del fútbol, por suma de tantos, hoy estaríamos eliminados a pesar de las tres victorias a una. Pero así es el método de los americanos, en el que cuenta el número de victoria, frente al tradicional europeo, en el que lo que importa es el total de puntos o goles anotados. Por influjo de la globalización yanqui algunos deportes han adoptado su sistema y ha perdido el propio sin más reflexión que la de si lo hacen los “ya están aquí los americanos” por algo será. Que no digo yo que las eliminatorias a muchos partidos tengan su ventaja, pero la simple ida y vuelta de toda la vida encierra una emoción insuperable. Ya lo decía el maestro estadounidense George Karl, que tardó unos minutos en entender el concepto pero que lo calificó como de idea magistral.
En fin, cavilaciones al margen, que no tiene ningún destino, el Madrid se encontró con un hueso duro de roer que en el primer partido le pasó por encima. Enseñándonos la cara que no nos gusta de nuestro equipo -y que parece que se contagia con los hermanos del fútbol- los jugadores aparecieron en la olímpica cancha del OACA con la mente distraída y la voluntad errante. Solo durante unos minutos del segundo cuarto consiguieron centrarse y desplegar su juego habitual. Enfrente, el corajudo y atlético PAO demostró con fiereza cuáles eran sus armas. Jugadores rápidos y duros, que cubren mucho campo en defensa, que presionan continuamente y que disfrutan en el cuerpo a cuerpo. A los mandos, Nick Calathes, que batió ese día el récord de asistencias en un partido por el título-dieciséis- y que fue un quebradero de cabeza durante toda la eliminatoria. Los griegos pasaron por encima de un Madrid aturdido por el golpe inicial, 20-0, un directo en frío del que no se pudo recuperar.
el pANATHINAIKOS pasó por encima del real madrid en el primer partido
Por fortuna, el conjunto blanco salió más enfocado en el segundo partido del serial, que, por cierto, dio pie a un guión que se cumplió casi a rajatabla en el resto de los capítulos. Alertas desde el principio, los madridistas aguantaron y devolvieron los envites del Panathinaikos, a la espera del momento adecuado para contraatacar. Y quién mejor que el capitán podría dirigirlo. Como Errol Flynn cargando sin desmayo contra el ejército sureño en Murieron con las botas puestas, Felipe Reyes completó un partido para la historia arrastrando tras de sí a todos sus compañeros. Una actuación memorable que cambió el signo de la eliminatoria y en la que la veterana guardia pretoriana de Laso cumplió su misión de forma ejemplar: Rudy, Carroll y el citado Felipe fueron los artífices de una victoria en el infierno ateniense.
De vuelta a Madrid, el serial depararía una sorpresa a sus seguidores. El actor más esperado aparecía en el momento culminante, en el que se le necesitaba para escribir el desenlace. Ocho meses después, casi una temporada completa, el gran Sergio Llull escribiría un capítulo más de su leyenda increíble. Enérgico, corajudo, entregado y acertado en los momentos finales, su irrupción contagió de optimismo y vitalidad a sus compañeros y al público del Palacio de los Deportes. En un ambiente festivo, casi eufórico, el Madrid se lanzó a por el triunfo con decisión y carácter. Enfrente, Calathes, James, Gist y Singleton no bastaban para contener un grupo desencadenado, unas gradas que reclamaban venganza y una afición que no cesaba de animar. Y así fue durante los primeros veinticinco minutos en los que los blancos fueron netamente superiores.
Pero la esencia que honra al Panathinaikos y da más valor a la victoria madridista es la rebeldía. No basta con someterle una y otra vez porque siempre regresan. Sucedió en el tercero y volvió a suceder en el cuarto. La furia de los griegos y las artimañas tácticas de Pascual equilibraron los partidos cuando todo parecía perdido para ellos. Entonces, el Madrid tuvo que apretar los dientes de nuevo y tirar de raza y hasta de fortuna -¡Ese providencial tablerazo de Doncic que valió tres puntos!- para conseguir un triunfo tan sufrido como merecido. El Madrid está ya en semifinales, con algunas lagunas, con un partido para olvidar y con jugadores que siguen mostrando una irregularidad preocupante, pero también con la casta que exige el club más laureado de Europa, con la Vieja Guardia en plena forma y con la vuelta del jugador más especial de los últimos años: Llull, siempre Llull.
La Galerna trabaja por la higiene del foro de comentarios, pero no se hace responsable de los mismos
Espectacular el partido de baloncesto,
Espectacular Sergio Llull.
Qué grande es este Real Madrid.
No puedo olvidar el partidazo que cuajó -en el cuarto encuentro- Jeffery Taylor, tanto en ataque como, sobre todo, en defensa, desde el mismo inicio del partido.
No puedo evitar pensar, y también sentir miedo, en qué será del Real Madrid cuando Felipón se retire...
Uno ya peina canas y ha visto mucho deporte. Lo mismo podíamos pensar cuando Fernando Hierro se fue, o Raúl González, o Ronaldo Nazario, o Alberto Herreros, o Arvidas Sabonis, o Joe Arlauckas, etc... Así que el club seguirá cuando todos nos hayamos ido.
Cuando miremos atrás podremos decir que vimos jugar a un jugador de baloncesto que nunca fue el mejor en lo que se refiere a técnica individual, pero que tenía un carácter ganador a prueba de bombas. Año a año se ha esforzado, sacrificado y, sobre todo, empeñado en demostrarnos que es un GRAN jugador de baloncesto porque tiene un físico privilegiado (bajo para su puesto, pero fuerte y DURO), tesón para mejorar cada día, y un espíritu que muchos otros querrían.
No puedo dejar de acordarme cuando Ettore Messina dimitió hace ¿8 años? y DEMASIADA gente decía que Felipe era el cáncer del club, que estaba acabado y que había que echarle del equipo si queríamos volver a ser alguien en Europa, ¿dónde están ahora? Con 38 años, ¡38 años!, sigue dando lecciones de carácter, sacrificio y amor por el baloncesto.
Muchos deberían seguir su ejemplo, porque algunos nos rendimos a él hace tanto que no me puedo imaginar un Real Madrid sin Felipe Reyes.
Gracias, amigo, tú eres el Real Madrid.
Totalmente de acuerdo , ahí està a pesar de las repetidas faltas de respeto que han tenido con el y con otros veteranos (Carroll , Rudy) acusandoles que aprovecharse de una jubilación dorada y pregonando que estaban acabados. Pero claro son los mismos que idolatran a Messina, que tuvo un acto de cobardía indecente abandonando al equipo en vísperas de una final four para no deslucir su curriculum, y sin embargo son críticos feroces con Laso al primer traspiés.
Ojalá ganemos la 12+1 y la 10.
Es una pena que una vez mas la aficion de baloncesto reciba ahora el nulo apoyo del club para viajar a Belgrado. Ni un anuncio animando a comprar el abono en el Palacio. Ni una simple negociacion con una agencia de viajes. Absolutamente NADA. Que envidia cuando por fin llegas y ves la "fan zone" de otros equipos y del tuyo NADA. ¿Que no haria Baskonia para que sus afionados viajaran? : viaje organizado, camiseta conmerativa (esto si lo da el Madrid ja ja al comprar el abono), informacion en la web, etc etc
El Madrid pondra pegas. Organizara un sorteo de abonos a ultima hora sin tiempo de organizar nada, luego te ofrecera entradas cuando no te ha tocado el sorteo a dos dias del partido y como remate Florentino en la asamblea se quejara de haber tenido que devolver abonos a la organizacion.
Maravilloso artículo del gran "Joe" Llorente. Los rivales en la Final Four son de aúpa, pero en este equipo hay jugadores que no tienen nada que envidiar a los más grandes. Ojalá nos traigan la décima. Pase lo que pase estaré eternamente agradecido a un equipo y a un entrenador que nos ha devuelto el orgullo, la pasión y ha conseguido reverdecer los laureles del mejor club de baloncesto de Europa.
Desde luego que mayo es el mes de Europa, el 9 se conmemora a nivel institucional, pero en el Real Madrid, no hay ninguna duda. Ha empezado muy bien y esperemos cerrarlo de la misma manera.
Desde luego que en el baloncesto Llull supuso el efecto psicológico, en lo personal y para el equipo, es muy grande su presencia y creo que descargó la presión que podrían tener otros miembros del equipo. Cuando sucede un partido como el primero hay veces que hay que optar por olvidar y pasar a la hoja siguiente. Durísima la Final de Belgrado y señores a disfrutar la dureza del camino que le ha llevado hasta allí, cuando se disfruta se juega mejor y hay más posibilidades de salir victoriosos. Equipo, esfuerzo y sacrificio además de genialidad son el espíritu de este Real Madrid, además de la historia y de sus elenco de tantos años.
Gracias por tus artículos, siempre enriquecen.
Estrella