El símbolo demanda completitud. No tolera compañeros de viaje. El símbolo es un depredador de atención. Por eso, y por otras razones que aunque intento entender se me escapan, me he quedado prácticamente solo defendiendo que el gol de Bale en la prórroga de la Final de Lisboa, que hoy celebramos, merece una reivindicación muy seria, sin que la misma suponga hacer de menos al gol de Sergio, uno de los más importantes de nuestras vidas, también de la mía, por supuesto. Es solo que me gustaría hacer hueco para el gol de Gareth en la vitrina imaginaria de la gloria lisboeta que el madridismo lleva en el corazón.
“Bueno, hombre, es que ese gol iba a llegar en cualquier caso. El éxtasis corresponde al de Ramos porque lo dábamos por imposible”. El éxtasis corresponde a los dos, digo yo, y lo mantendré mientras los goles haya que marcarlos y no caigan por su propio peso nunca, como parece creer el madridista medio que al parecer dio por hecho el gol de Gareth Bale en la prórroga. Yo me pregunto cómo puede darse por hecho un gol, y menos uno tan importante como para deshacer las tablas en la segunda parte de la prórroga de una final de la Copa de Europa.
“Una vez que Ramos nos llevó a la prórroga, todos sabíamos que ganaríamos ese partido”, me espetan por WhatsApp, refractarios a concederle al slalom del Fideo y el remate del galés la gloria que merecen. Ustedes perdonen, pero yo no. Yo no lo sabia. Lo intuía. Lo deseaba. Lo veía muy factible. Pero no lo daba por hecho, tal vez porque soy un escéptico que no da nada por hecho nunca, pero sobre todo porque la posibilidad de que el Atleti hubiera aguantado toda la prórroga sin encajar no se me antoja tan fantasiosa como a todo el mundo. De hecho, el gol de Bale no llega hasta cerca de los 20 minutos de tiempo añadido. El Atleti se quedó a diez minutos de forzar los penaltis. Ningún madridista se estremece ante esa idea. Yo sí. Soy el único. Todos los madridistas del planeta reconocen que temblaban ante la posibilidad de perder el partido en tiempo reglamentario, posibilidad que titánicamente abortó el cabezazo de Ramos. A lo mejor es porque soy un alarmista nato, o porque las resacas del sufrimiento me hacen sufrir tanto como el sufrimiento mismo. El caso es que yo nunca di por hecho que ese gol en el tiempo extra caería del cielo, y el que al final cayera no solo ese gol sino dos más (Marcelo y Cristiano de penalti) no atenúa un ápice mi pavor retrospectivo. Lo repito: el Atleti estuvo a diez minutos de llevarnos a los penaltis.
Se dirá que era altamente improbable que los del Cholo aguantaran la prórroga en cualquier caso. A eso opongo yo un argumento que tiene algo de esotérico y mucho de impepinable, a mi juicio: si el Atleti había llegado a ir ganando SIN HACER ABSOLUTAMENTE NADA hasta el minuto 93, quién dice que no podían haber aguantado toda la prórroga sin encajar? Una cosa no es más increíble que la otra.
yo nunca di por hecho que ese gol caería del cielo, y el que al final cayera no solo ese gol sino dos más (Marcelo y Cristiano de penalti) no atenúa un ápice mi pavor retrospectivo. Lo repito: el Atleti estuvo a diez minutos de llevarnos a los penaltis.
Los penaltis no son una lotería, como suele decirse. Pero sí son un ejercicio psicológico de frialdad y autoconfianza que suele ganar quien llega a ellos con esta variable más desarrollada. Para el Atleti, en el contexto de esa prórroga, habría sido una hazaña forzar los penaltis, y por esa razón habría llegado a ellos henchido de moral y, por tanto, con muchas opciones de llevárselos. Envidio a los madridistas que dicen que nunca sufrieron ese vértigo. Yo sí lo sufrí, justamente hasta que Gareth cabeceó el rechace de Courtois para mandarla a la red. Y si me apuráis, también, hasta que Marcelo y Cristiano remataron la faena.
Por eso venero como el que más el remate de Sergio sobre la bocina. Representa la esencia del Real Madrid más que ningún otro lance de su historia contemporánea. Pero no me olvido del camino de Di María que algún día recorreré como tantos peregrinos recorrieron el de Saint David, que muere en la bellísima catedral del mismo nombre en la punta más occidental de Gales, provincia de Lisboa.
Pues yo cuando marcó Ramos tuve el convencimiento de que esa final la ganaríamos. También pensé que no tardaríamos en adelantarnos en el marcador y sin embargo tardamos más de lo que yo creí cuando empatamos, es verdad que no llegué a sentir el vértigo de los penaltis porque confiaba en que acabaríamos marcando.
Dicho todo esto, yo siempre he concedido muchísimo valor al gol de Bale porque fue el que nos dio la victoria y nos ahorró el sufrimiento de los penaltis y una posible derrota.
Lo de Bale no se magnífica por no dar méritos al odiado galés, pero tiene gran importancia. Derrumbó el muro y el malakito se diluyó como un azucarillo. Yo, he sufrido mucho estos dos finales por que soy de Madrid, y a pesar de ser prudente y no regodearme de los éxitos de mi equipo y tampoco me meto con mis contrarios, tampoco escondo que soy del Madrid y muchos fans del malakito me esperaban con el cuchillo entre los dientes, en mi trabajo por ejemplo, siendo de una pequeña empresa de malakitenses y yo el único madridista. Ver su cara estreñida al día siguiente y no hacer ni un solo comentario es una de las mayores satisfacciones deportivas que he tenido en mi vida, sobre todo ver el careto de mi jefe, malakito furibundo, fue maravilloso sin llegar a hablar siquiera de ello. Entiendo que para un madridista no madrileño, el VARsa es el enemigo odiado. Lo entiendo por palmarés y poder, ya que el Aladino de Murcia puede mucha gente pensar que no es rival, pero lo insoportables que son, y lo digo por que les conozco, solo lo sabe alguien que conviva con ellos. El VARsa es como el matón del colegio, pero el malakito es como el pelota que va detrás riéndose la gracia, y da casi mas asco que el
"Riéndole" quicir
Lo que disfrutarías. No me cuesta comprenderte. Jejeje.
La verdad es que es muy cierto lo que comentas. Y puede que también tenga bastante razón Smokin Joe en lo del odio al galés por parte de la prensa (si ese gol lo hubiera marcado otro español, por ejemplo Isco, la prensa le hubiera dado mucha más importancia, y por lo tanto gran parte de la afición también...).
Yo creo que hay una razón por la que la mayoría consideramos que íbamos a ganar en la prórroga:
Tú dices lo siguiente: "Para el Atleti, en el contexto de esa prórroga, habría sido una hazaña forzar los penaltis, y por esa razón habría llegado a ellos henchido de moral y, por tanto, con muchas opciones de llevárselos".
Pues por la misma razón, el gol de Ramos en el 93' fue una hazaña que infló de moral a los madridistas y se la dejó por los suelos a los atléticos (solo hay que ver sus caras en el banquillo, que parecía que ya habían perdido el partido. No eran caras de enfado o disgusto por ese gol; eran de resignación).
"El cebolla" fue la cara del sentir malakito. En el empate puso cara de "ya hemos perdido"
La verdad es que los 4 son importantes, pero es cierto que a mucha gente incluido el malakito prefieren pensar que el partido acabo 1-1 que 1-4. Y así no hablar de bale, Marco y cr7 vaya 4 goleadores. Y’a a bale le estoy agradecida de por vida por todas su actuaciónes en sus finales.
Reconozco su valor y celebro el gol de Bale, que nos puso por delante.
Pero si hubiéramos llegado a los penaltis, Juan Fran habría chutado al palo.
Saludos.
Por alusiones. Como uno de los Whatsapp soy yo, decir a mi querido Jesús (dicho y escrito está) que valoro enormemente el slalom del Fideo y el preciso cabezazo de Gareth que nos da el 2-1 y abre las puertas para la victoria definitiva. Pero yo estaba allí, en el fondo donde atacaba el Madrid, con miles de madridistas mordiéndose las uñas y llevándose las manos a la cabeza hasta el minuto 92 con 48 segundos. Y me consta, porque esas cosas se perciben, que la liberación que supuso el cabezazo de Ramos a las redes de Courtois, dio paso a un absoluto y total convencimiento de todos los madridistas que estábamos allí, que tras el sufridísimo empate a 1, nada ni nadie, repito, nada ni nadie, iba a impedir a nuestro equipo que se alzara con la Décima Copa de Europa esa misma noche. No sé si llamar a “eso” duende, convicción, fe o “que estaba escrito”, pero iba a pasar. La montaña aquella noche no fue el 2-1, aunque el salto que di con el gol de Bale fue estratosférico. La montaña, el Tourmalet subiendo en un patinete sin ruedas, fue el 1-1. Por lo demás, como siempre, artículo impecable y apasionante de mi amigo del alma Jesús Bengoechea.
Por el momento en el que se produjo el gol de la Décima es el de Ramos, los demás estaba claro que ante el pupas iban a llegar tarde o temprano. Aunque también es verdad que todo sufrimiento se hubiera evitado solamente con poner de titular a Diego López.
Yo sufrí, como sufrimos todos. Pero, voy a especificar. Durante el tiempo reglamentario, a pesar del 0-1, estuve porfiando y confiando, incluso en las postrimerías. Cuando el córner -antes de lanzarlo Modric-, tuve una mezcla de deseo, preludio e impresión de última oportunidad; sabiendo que si no metíamos iban a cambiar mucho las cosas , para mal, en el Real Madrid de ahí en adelante. Mezcolanza de sensaciones en un segundo.
Tal como reconozco lo anterior, también lo hago al decir que , durante prácticamente toda la prórroga, no tuve la tranquilidad de ya tener "la Décima" en el bote. Nein. No, para nada. Solo cuando marcó Marcelo, lo vi hecho.
Bale le ha salido rentable al Real Madrid, no solo por lo de Valencia, Lisboa y Kiev. Excelente futbolista lastrado por las lesiones y al que la "prensa hidráulica" ha sometido a un extraordinario desgaste por acoso. Malparits !!
Ese partido fue de un sufrimiento indescriptible, es que no nos lo podíamos creer, íbamos perdiendo ante un equipo que había metido un gol regalado por nuestro portero y no había hecho nada más. Era una injusticia tan grande...y llegó el córner y el gol de Ramos. Y supe, supimos los que allí lo estábamos viendo (por la tele, no en Lisboa), que ese partido lo ganábamos si o si. Ese gol fue un mazazo para el Malakito (recordad la premonitoria imagen del Cebolla en el banquillo justo antes). Estábamos tan eufóricos como si el partido ya se hubiera ganado, y era el empate. El gol de Bale fue maravilloso y tranquilizador, pero lo del 92,48 no se me olvidará nunca.
No soy nada dudoso en cuanto a mi opinión sobre Bale; siempre le he defendido y lo sigo haciendo. Pero en esa final, tras el empate de Ramos, casi todo el mundo sabía que la final estaba hecha. Ellos estaban totalmente fundidos y el gol del empate les remató. Estaba clarísimo que el gol (o goles) de la victoria estaba por caer en cualquier momento como así ocurrió. Por cierto, uno de los peores partidos de Iker en toda su carrera.
Saludos
Pues en esa final, tras el gol de Ramos, con el convencimiento de que podíamos ganar con simple empuje y calidad, el miedo de tener bajo los palos al totalmente oxidado Casillas, coautor del gol del Atleti, no lo olvidemos, según avanzaba la prórroga sin frutos me empezaba a poner más y más nervioso. El gol de Bale, ya tan cerca del final, me hizo ver que el rival no solo había bajado los brazos, sino que no le iba a valer para nada la suerte en ningún caso. Marcelo a continuación puso el inicio de la fiesta. Sinceramente, del gol de Cristiano ya ni me acuerdo.
Pero no deja de sorprenderme ser el único comentarista que recuerda el agujero negro que teníamos ese día en nuestra puerta y el riesgo real que corrimos.
Lo cierto es que el Madrid transmitía una gran sensación de superioridad ya en la primera parte de la prórroga, y que por la banda izquierda Di María hacía lo que quería. Aún así, si no hubiese llegado el segundo no habrían llegado tampoco, ni tan fácilmente, el tercero y el cuarto, ya con el Malakito entregado.
No creo que el madridismo no reconozca la importancia del gol de Bale. El problema de Bale es el odio que supura la pútrida prensa de este país. No le perdonan lo de Valencia, ni lo de Kiev, ni, por supuesto, el gol de Lisboa, y si hay que estar décadas echando basura del jugador para evitar que quede en la memoria del madridismo, pues se hace.
Aunque yo creo que para lo único que está sirviendo dicha actitud es para que el madridismo vea donde está la auténtica basura
Pues que suerte tenéis los que lo dabais por hecho con el empate. El sufrimiento que me podría haber evitado.
Hasta el gol de Marcelo no empecé a disfrutar de la final. Y qué disfrute!!!!