Buenos días. Se lo hemos ido relatando desde esta humilde tribuna a lo largo de una semana marcada por el gran dolor causado por la sinrazón más absoluta y descabellada. La barbarie que practica esta caterva de descerebrados que se hacen llamar a sí mismos muyahidines consiguió dejar a oscuras a toda una Ciudad de la Luz. Muy cerca de casa. Pero no sólo eso. Extendió un psicótico manto de miedo que aún permanece flotando siniestro en el ambiente. Un halo lúgubre que todo lo impregna, capaz de retirar de las portadas de la prensa deportiva patria prácticamente hasta hoy todo rastro de El Clásico de este sábado en el Bernabéu. Un nimbo funesto que trata de sepultar todo aquello que hace latir nuestros corazones. No podrán.
48 horas ya se antojan insuficientes para resistir un influjo aún más poderoso, el del mayor espectáculo del mundo. El deporte, como el arte, el cine o la música desquician tanto a los monolíticos talibanes (que significa ‘estudiante’ en pashtun) que opositan a asesinos de la yihad que solo por eso merecen la pena. Hoy sí. Business as usual. They will have to kill us all. El sábado hay clásico en el Bernabéu. Y le jour de gloire est arrivé.
Mantengámonos severos como el detective Jack Cates (Nick Nolte) pero recuperemos la chispa de Reggie Hammond (Eddie Murphy) para capturar las portadas del Clásico cuando suena la sirena del Límite: 48 horas. Buddy cop. Hoy nuestras primeras planas, cada una a su estilo, recuperan la esencia que demanda la antesala de la madre de todas las batallas en el Bernabéu.
Apenas quedan brumas yihadistas en la soleada portada de Marca de esta mañana. Un antetítulo subraya que el mayor despliegue policial desde Barcelona 92 custodiará el correcto devenir de El Clásico. Toda vez que en los Juegos Olímpicos de la Ciudad Condal el único incidente fue el aluvión de medallas españolas, este es un dato para acudir tranquilos al Bernabéu con nuestra bota de vino y nuestro bocata de salchichón, un menú que a buen seguro enervaría en un zulo de Raqqa a algún califa cabrón del Estado Islámico. “Cuestión de Orgullo” comerse ese bocata como la presencia en el Clásico de Ramos, protagonista indiscutible de la portada de Marca.
Nuestro capitán sigue con el hombro dolorido –“entrena a medio gas”, afirma el periódico- pero coincidimos con el diario en que su presencia en el plano anímico se antoja fundamental para doblegar al Barcelona. Como toda estrella del firmamento blanco, Ramos tiene sus detractores. No podrá decir ninguno de ellos que el andaluz se borre de los partidos. Tendrá que enfrentarse a Luis Suárez: el culé de moda, que hoy hace repóquer en las cuatro primeras planas del portanálisis. Asegura en Marca que no buscará el hombro de Sergio. Para hincarle el diente se entiende. El caníbal tiene los colmillos afilados, pero Ramos es un tipo duro.
Hay que estar tranquilos. Lo dice Inocencio Arias en la portada de As. Si Chencho, ilustre madridista con pajarita “piensa ir al Bernabéu” ya hablamos de una cuestión de honor que trasciende la diplomacia.
Otra cosa es arrimar el ascua a tu sardina como pretenden los muchachos de Alfredo con Keylor Navas portada a portada, tras quemarlo en la hoguera por hereje en la Guerra del Santo librada al límite la pasada temporada. “Keylor, listo” proclama As en portada. Y para listos vosotros, añadimos en La Galerna. Sea como fuere, es una excelente noticia que el único ‘tico’ que puede volar sea de la partida ante el Barcelona. También aquí aparece Suárez hablando de morder de la paleta al codillo de Sergio. E incluso tiene el honor de recibir desde su púlpito las loas de Freddy Relaño en la antesala de El Clásico. Para rematar el portanálisis de la jornada desmenuzaremos la omnipresencia del charrúa más adelante.
No sin antes llevarnos un bocado del uruguayo en la monográfica portada de un diario Sport que de nuestros 4 Fantásticos portanalizados es, sin duda, quien ha vuelto a sus orígenes majaderos con mayores bríos. Sin entrar a analizar que la fórmula Suárez “para ganar al Madrid” tiene la complejidad de un tres en raya, se aprecian en Sport esas pequeñas cosas que hacen troncharse al madridismo y encabronar al culerío. Hay dos detallitos de los amics de Mascaró que refulgen como un Desayuno con diamantes con Audrey Hepburn. "Me encanta que los planes salgan bien", parece entonar el bueno de Hristo Stoichkov, que proclama en las páginas de Sport que le gusta más la MSN que la BBC. Nosotros nos preguntamos, viniendo del búlgaro… ¿dónde nísperos está la noticia, amigos galernautas?
Mención aparte merece el rescate de la friquidenuncia del letrado llamado Jacinto en nombre del linier sin rostro por presiones de un ex árbitro de la Falange para conspirar desde la banda en el Real Madrid-Barça. “Sospechoso cambio de juez de línea”, conjetura Sport mosqueado. As también se hace eco del asunto y nos aporta un dato absolutamente relevante en este Expediente X: el línea sustituido (se ha roto el tendón de Aquilés, el pobre) se llama Canelo Prieto. Como lo oyen. No se nos ocurre mejor término, “canelo”, para volver a abundar en una insensata denuncia disparatada. Hay que ir desengrasando la conspiraçió, que El Clásico está a la vuelta de la esquina. Por eso este sábado, con tu ejemplar de Sport, podrás llevarte a casa una botella del lavavajillas ultraconcentrado KH7. Como lo oyen.
Qué mejor business as usual que el mágico juego de palabras con el que nos deleita Mundo Deportivo. Ya estaban tARDAndo demasiado. "MeSSÍ al Bernabéu", dice el diario de Godó, grande de España, en su portada. Ya lo intuíamos y, de ser cierta la noticia, nosotros que nos alegramos. También aquí hace acto de presencia Suárez convertido por un día en la Belén Esteban del Sálvame de la prensa deportiva. El charrúa hace pleno en las primeras planas. El peor enemigo posible (Marca) no quiere merendar hombros andaluces (AS), tiene la fórmula secreta para derrotarnos (Sport) y asegura, como CR7, que le motivan los pitos (Mundo Deportivo).
Sin embargo, nadie comenta que ayer en rueda de prensa preguntaron en catalán a un uruguayo que apenas lleva viviendo año y medio en Catalunya. “Me mataste”, dijo el bueno de Suárez, que aún no maneja la lengua de Josep Plá como dictan los cánones del procés al que con tanto entusiasmo se ha adherido el Barcelona.
Si Dios nos castigó con la Torre de Babel dispersando sobre la Tierra las lenguas del mundo, afortunadamente podemos decir que el fútbol constituye un lenguaje universal.
El de la concordia.
Lo escuchamos hace muy poco en Wembley con una Marsellesa para la historia.
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2 comentarios en: Límite: 48 horas
Para mí el Clásico está por encima de todos los comentarios periodísticos tradicionales , Muy bueno lo del linier "canelo". Se está montando un dispositivo de muy señor mío para el evento. Esperemos que la cordura impere.
Siento llamarme como el dichoso linier de la denuncia, pero juro que no tengo nada que ver con dicho señor. Dichoso por llamarle de alguna manera, me gusta más su sustituto, su nombre es de cachondeo para la ocasión. Vivamos el derby con pasión madridista, y seguro que ganamos. Sin dudar.