Messi es uno y trino

Hola a todos. El número del día es el tres. Tres de las portadas de la jornada tienen a Messi por argumento principal. Un hat trick del propio Messi y otro de Joaquin (ambos marcaron tres goles en el mismo partido) constituyen el tema más destacado para varias de ellas. Y la prensa cataculé celebra la compenetración que por fin parece ir alcanzando su tridente, que también son tres.

Aquí tenéis a los dos protagonistas de sendos hat tricks compartiendo protagonismo del día. Para sorpresa de propios y extraños, Mundo Deportivo eleva a Messi a los altares, divinizándolo una vez más hasta la extenuación. Recordando el misterio de la Santísima Trinidad de nuestros tiempos de monaguillos, nos preguntamos si, en coherencia con la temática del día, Messi será un D10s uno y trino también, y (caso de serlo) si su persona especifica será la del padre, la del hijo o la del Espíritu Santo. Se nos disculpará la ligera irreverencia pero ya nos extraña que la prensa cataculé no haya entrado ya en esas disquisiciones teológicas. Algo de Padre tiene Messi, sobre todo del padre del Antiguo Testamento, presto para la ira y de temible pronto, como pueden verificar Arthur o el viejecito de la tercera fila del Bernabéu al que el argentino casi vuela la cabeza de un balonazo en aquel Clásico mourinhesco. El Dios Padre justiciero del Antiguo Testamento nunca se disculpó y Messi tampoco, más similitudes.

Con el Hijo hay ciertas coincidencias también. A los tres días (otra vez tres) de su fallecimiento, el Hijo había desaparecido de su sepulcro. Messi también tiende a desaparecer cuando la gente da por hecho que está ahí, léase en Roma o Liverpool, sin que ello le reste un ápice de omnipresencia cuando el rival es el Leganés o el Mallorca.

Con el Espíritu Santo hay asimismo similitudes. La tercera persona inspiró a los autores de las Sagradas Escrituras y Messi inspira todas y cada una de las portadas de Mundo Deportivo y Sport con puntualidad digna de mejor causa, suponiendo que haya causa mejor que la eterna loa al que Es. Mundo Deportivo sería el Antiguo Testamento (por su oficialismo, más que nada), mientras que el perfil más hippy de Sport vendría con un aire evangélico en el que los artículos de Mascaró fueran como las cartas de San Pablo a los tesalonicenses, pero todo inspirado por la lengua (catalana) de fuego del argentino.

Messi es por tanto D10s y un D10s uno y trino, frente al que se postran a diario los diarios culés (tanto los barceloneses como los madrileños), se postran con tanto fervor que nos preguntamos qué harán cuando Messi se retire. Ya advirtió Nietzsche de la fecha de caducidad de lo divino también.

Parece ser, según Marca, que la obsesión de Zidane de cara al Clásico es precisamente frenar a Messi (eso no nos extraña) y que eso le tiene sumido en un “jeroglífico” (eso nos resulta un punto exagerado) del que esperamos emerja triunfal con una receta mágica y todos los pronunciamientos para ganar el partido del Camp Nou, suponiendo que no haya tsunamis (democratrics o de los otros) que trunquen su celebración.

Hasta la iglesia de Messi pasa el cepillo, que aquí consiste en la venta de algún centrocampista para hacer caja (Sport habla de Vidal o Rakitic). Las finanzas del Barça no son precisamente las de Banca Vaticana, por más que a veces el dinero con el que opera parezca caído del cielo.

Pasad un buen día.