(…) “Comedia rota del que quiere arañar a la luna y se araña su corazón”.
El maleficio de la mariposa, 1919.
Federico García Lorca
A Francisco Román Alarcón sólo le faltaba ese flequillazo que se ha dejado, como de héroe salido de un romance de Lorca, para terminar de construir su leyenda. Prototipo de jugador de culto, el malagueño despierta pasiones encontradas que sólo suscitan los futbolistas especiales. Él sabe que no es uno más y lleva esa condición con orgullo y cierto tormento también.
La filigrana construida por sus poderosos cuartos traseros convierte a Isco en una especie de Beyoncé malaguita reencarnada en centrocampista de clase. Le gusta gustar y eso está bien: los que ya estamos seducidos volvemos a caer una vez más en su danza de los siete velos y queremos que marque todos los goles, haga todos los regates y dé todos los pases del partido. Lo que en Modric es magia natural, como si los sortilegios fueran ciencia, y en Kroos, precisión germánica, en nuestro héroe con el número 22 es arte de zapateado andalusí. A veces le aflora el duende. Otras, no. Los genios flamencos son así: si el duende se aparece siempre deja de ser divertido. La rutina aburre y se nos gastaría el amor de tanto usarlo.
Pero ocurre también que Isco es un futbolista normal. Un chaval de 24 años con un juego todavía imperfecto que está a un paso de resultar verdaderamente dominante. Como la inmensa mayoría de centrocampistas, por otra parte. A su edad, el genio croata de melena rubia todavía no había aparecido en (casi) ningún radar. Xavi estaba peleado con el mundo y Pirlo era un guaperas que lo mismo te jugaba de mediapunta que se tomaba un café en una terraza.
Con menos de un cuarto de siglo, al de Arroyo de la Miel -imposible que naciera en un sitio con nombre normal- le ha dado tiempo a jugar dos finales de Champions, teniendo un peso casi decisivo en ambas. Prácticamente cada partido grande que ha disputado se ha saldado con puerta grande: se le recuerda dominar en el Calderón, en el Camp Nou, en Mestalla en una final de Copa, en el Bernabéu en semifinales de Champions... Algo casi irreal con su edad.
¿Entonces qué pasa?
Dos cosas: en primer lugar, que los jugadores con los que se disputa el puesto son mejores que él. Compite contra los dos mejores centrocampistas de nuestro tiempo. Al margen, se enfrenta a un colombiano cuya versión al 100% (que ya casi ni recordamos) es más efectiva que la suya. Y hasta contra profesionales del Real Madrid como Lucas V. No siempre hay sitio para todos.
También sucede que a Román Alarcón le pica el niki del estrellato. Él sospecha que puede ser cabeza de cartel en otro sitio y, de vez en cuando, le entran las dudas. Es normal. ¿Cómo gestionar ese talento? ¿Cómo tocar en el escenario secundario del festival cuando sabes que ya has triunfado en el grande en ediciones anteriores? No es fácil, no. Menos si posees el secreto de ese sortilegio que inflama al público y a la prensa. “Yo en otro lugar sería el ídolo”.
Bueno, pues sí. O no, vete tú a saber. Otros sitios no son el Real Madrid, eso por delante. Cuando has disfrutado de lo que es ganar en este club no resulta sencillo reeducar tus coordenadas para disfrutar de una F.A. Cup con el Manchester City, con todos los respetos a la mítica competición británica y al club mancuniano. Todo bien, pero no es el Madrid. Que se lo digan a nuestro querido amigo Mesut.
<<Yo en otro lugar sería el ídolo>>. Bueno, pues sí. O no.
El fútbol no es matemática, además. No vale lo de “vendo a uno y me compro a cuatro”. Hay jugadores que destacan en un lugar y después en otros se les agota la magia. Para muestra, Martín Vázquez, otro genio lorquiano que pensó que podría petarlo fuera y no. Lejos del Madrid hace frío y ya da más pereza salir a jugar. Decía Paul Newman que para qué iba a buscar una hamburguesa por ahí si en casa tenía un solomillo, refiriéndose a su esposa Joanne Woodward.
Es un momento delicado, casi crucial. No está siendo la temporada en la que Isco está gozando de más minutos. Ha dado exhibiciones y la continuidad no llega del todo. Se atisba un final de contrato en el horizonte y la tentación aparece. ¿Será mejor ser cabeza de ratón que cola de león? Es como cuando empiezas a ver pisos en Internet y todos parecen mejor que el tuyo. Falso: en otras casas también hay goteras y el vecino de arriba gusta de mover muebles a las dos de la mañana.
Estar en el club adecuado, gozar del respeto y el cariño del público, poder crecer como futbolista y como persona... El Madrid te da la oportunidad de disfrutarlo. Sólo pide paciencia, trabajo y silencio. Humildad para pensar qué puedes hacer por el club en lugar de soñar con mundos que no existen (ni siquiera sabemos si el Trappist-1 alberga vida). Hoja de ruta: seguir la receta a rajatabla y tener el talento para ello. Si eso existe, el club siempre te respaldará. Isco está en ese camino, sería una idiotez romperlo. Su marcha sería una mala noticia para él y para el club.
¿Por qué tratar de arreglar algo que no está roto?
Muy bien la referencia al lugar de nacimiento de Isco
A isco en mi modesta opinion le pasan dos cosas:
1-Money, money, money........ hoy en el madrid no gana lo que el cree que su talento merece, y la prueba esta en sus palabras, "me estoy jugando mi futuro", el problema está en que, los pulsos por dinero a florentino no le gustan demasiado, Di maria, ozil etc lo conocen.
2-Quiere ser titular, o por lo menos sentirse mas valorado, hay momentos en que se ha apostado por james u otros jugadores no estando bien y a lo mejor esto a el lo afecta.
yo personalmente entiendo sus razones, pero no las comparto, si se queda en el madrid no va a tener problema de dinero y tendrá su vida y la de su familia garantizada porque ira renovando y aumentando sus emolumentos cada dos o tres años como hacen casi todos y tiene que entender que con 24 años pocos o casi ningún mediocampista madura su juego para imponerse de titular en el madrid, a el le queda cuerda para rato y si lo piensa mejor y se queda vera como dentro de unos años sera titular indiscutible.
Fantástico artículo.
Me quedo con esta frase: "Su marcha sería una mala noticia para él y para el club."
Sería una pena verle marchar del club. Es un grandísimo jugador. Como dice Emil solo se le pide "...paciencia, trabajo y silencio", ya llegará su tiempo.
Saludos desde Caracas Venezuela.
Me ha gustado mucho el artículo. Es un tema que me tiene dividida. Cuando oigo a Lama, que presume de ser el portavoz autorizado del entorno del jugador, mandarnos órdagos a través del entorno del jugador me dan ganas de decirle a Isco que cierre la puerta al salir. En otros momentos lo que me pide el cuerpo es decirle al jugador que los medios le están haciendo un flaco favor, que mire a Mata o a Cazorla, qué fue de la vida y del estrellato de esos dos, o el mismo Cesc que no acaba de encontrar su sitio, ni en su equipo del alma ni fuera de él. Y él está en el Madrid, es muy joven, y si en vez de poner caritas de enfado o mandarnos recaditos con los Lama o Antoñitos Moreno, Pulido, Roberto Morales, etc, se dedicara a querer triunfar en Madrid, quizá el desasoiego que le hacen sentir por no ser titularísimo aún, se transformaría en confianza en sí mismo y en su futuro triunfante en el mejor equipo del mundo.
Saludos
Que se lo pregunte a Ozil y Di Maria
Quise poner jugadores españoles porque la prensa se preocupa y ocupa de ellos principalmente y es la que le está calentando la cabeza a Isco. Pero sí, que hable también con Ozil y Di María.
Muy buen artículo de Emil que además personalmente comparto al cien por cien.
Solamente quiero añadir una cosa. No acostumbro a escuchar programas deportivos, principalmente por salud mental, pero también porque mi opinión me gusta formarla y que no me la intenten meter con calzador, cosa en lo que se ha convertido este mundo. Debido a esto, puede que tenga una falta de perspectiva en el asunto que quiero comentar, pero desde que Isco aterrizó en el Real Madrid no recuerdo de él, de Franisco Román Alarcón Suárez, una mala palabra, ni un ultimatum, ni una queja por jugar poco. Siempre que le han intentado tirar de la lengua, al menos por lo que puedo recordar, ha contestado en la líndea de trabajar fuerte por hacerse un sitio. Las declaraciones de la semana pasada, de hecho, fueron en algunos medios (digo algunos porque no sé si otros sí que respetaron la versión íntegra) tomadas solamente en parte, la parte interesada, y era en la que Isco hablaba de que "se juega su futuro", como dando por hecho que ya tenía la cabeza más fuera que dentro. Resulta que previamente él dijo que le encantaría quedarse muchos años en el Real Madrid y que aquí está muy a gusto. ¿Por qué no se da más valor a esta parte que a la segunda? Solamente espero que ni el club ni el jugador repitan errores de otras situaciones similares pretéritas.
El problema de Isco es la prensa. La prensa y sus malditos entornos. Estos calientan y marean la cabeza al entorno y le hacen creer en cantos de sirena. Suele coincidir que los que más defienden a Isco son los que más critican a Florentino, Zidane, etc.
Son ellos los que usan adjetivos gruesos, drásticos, exacerbados, contundentes que confunden, mejor dicho, intoxican con su verborrea la realidad. Así ésta se presenta como una tremebunda injusticia, discriminación, prevaricación y que en cualquier otro lado brillaría como la estrella que es. Desde que llegó Bale nos han venido recordando que Isco es mucho mejor y que si no le ponen es por culpa de Florentino que impone al galés. Y esto lo dicen en Cope, SER, ondacero, radiomarca todas las semanas, incluso cuando no hay liga y juega la selección, entonces aún más sacan su "injusta situación" cuando de injusta no tiene nada y es algo normal en el mundo del fútbol que unos disputen más o menos minutos según lo q decida el entrenador.
En este clima, este caldo de cultivo creado desde que llegó, es lo que hace al entorno del jugador y por lo tanto, tarde o temprano a él mismo, confundir su futuro por sus mentes turbias en este presente.
Otra víctima más del ruido mediático. Porque lo importante es rellenar pero con algo interesante y para los chicos de la prensa no hay nada más interesante que un lío en el RM. Y este lío lo crean ellos poniendo la lupa, el foco en anécdotas que se elevan a solemnes sólo por el afán "de rellenar con insidias del RM" y por eso siempre están haciendo debates con cualquier cosa del RM y esas mismas cosas no las hacen con los demás, ni el Barça ni el atleti. Esta es la realidad.
El enemigo está en los medios, en el campo tan solo el rival a batir.