La relación del Real Madrid con las remontadas, ese vicio blanco de hacerse el muerto para golpear cuando nadie confía, se asocia sobre todo a Europa. Y con razón. Es en su hábitat fetiche donde el club ha protagonizado gestas que escapan de cualquier razonamiento lógico. Todo se inició contra el Derby, en 1975, pero ese mismo año, frente a Las Palmas, hubo un ensayo que se vistió de prólogo de la leyenda blanca. Tomen asiento, será un viaje maravilloso.
Hablamos de una campaña, la 74/75, ya histórica de por sí para el Madrid, pues era la primera sin Miguel Muñoz en el banquillo tras su exitoso periplo de 13 años y seis meses como entrenador en Chamartín. Su libreto se vio sobrepasado por los cambios, así que Bernabéu optó por actualizar los métodos. El elegido fue Miljan Miljanic, yugoslavo que venía de triunfar con el Estrella Roja y que no dudó en imprimir un giro radical a la preparación del equipo.
Como se cuenta en Historia de las míticas remontadas del Real Madrid, Del Bosque explicó gráficamente la nueva situación: “Miljanic nos recomendó que nos compráramos una casa cerca de la Ciudad Deportiva, pues íbamos a pasar allí mucho tiempo”. Y así fue. Por primera vez, se impusieron triples sesiones, ejercicios de repetición y trabajo de gimnasio más allá de pasar por allí para cumplir. Nadie entrenaba así, aquello fue una revolución, y los resultados llegaron al instante.
Las míticas remontadas del Madrid se iniciaron contra el Derby, en 1975, pero ese mismo año, frente a Las Palmas, hubo un ensayo que se vistió de prólogo de la leyenda blanca
La Liga se ganó de manera abrumadora, con doce puntos de ventaja sobre un Zaragoza que terminó segundo. En la Copa, que también se conquistó, llegó la épica contra los canarios. Fue en los cuartos de final, cuando los de Miljanic se vieron sorprendidos en tierras insulares al encajar un 4-0 aplastante, insuperable sobre el papel. Pero el Madrid se guardaba el as del Bernabéu para aquel 14 de junio de 1975 que se convertiría en el mejor ensayo de los excelsos arrebatos de locura. No resultó sencillo, conste. De hecho, al descanso los blancos sólo ganaban por 1-0, obra de Roberto Martínez. Pero Santillana, héroe de cabeza y corazón, protagonizó seis minutos mágicos en los que anotó tres goles y dejó que Pirri, faltando 24 minutos, certificase la hazaña. 5-0 y a semifinales. Tras eliminar al Zaragoza (2-2 y 2-1), la Copa viajó a las vitrinas blancas al superar por penaltis al Atlético de Madrid (3-4).
Cinco meses después, se iniciaría el mito de las remontadas europeas contra el Derby. Pero esa es otra (hermosa) historia…
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Espero que no sea una premonición . Esta noche he soñado que veía imágenes por TV de cómo la UD Las Palmas ganaba al Real Madrid 1-2 ; eso sí , se trataba de un partido de hace años disputado en el Bernabéu. Los dos goles canariones en los aledaños del área pequeña. El postrero a pocos instantes de la conclusión.
Creo que va a ser un partido complicado para los nuestros y que los futbolistas insulares no van a actuar con la pusilanimidad y escasa intensidad del día del farça.