El Real Madrid acumulaba dos campañas de sequía total de títulos hasta que en la temporada 1984-1985 volvió a colocar dos nuevos entorchados en la sala de trofeos de la entidad. Ese curso tomó las riendas del banquillo Amancio aunque no terminaría todo el año futbolístico siendo sustituido por el ‘apagafuegos’ Molowny. Además se incorporaría al equipo Jorge Valdano que integraría una formidable delantera junto a Butragueño y Santillana.
El ariete cántabro era el veterano y junto a él estaban una joven promesa de la cantera que llevaba diez meses en la primera plantilla y un futbolista argentino fichado del Real Zaragoza. El ‘Buitre’ empezaba ya a dar muestras de su fantasía, astucia, desborde en espacios reducidos, olfato de gol, sangre fría, inteligencia y una pausa en el área rival que desesperaba a los zagueros. Por su parte el sudamericano fue un jugador hábil, escurridizo, magnífico en la definición y con espacios y eficiente de cara al marco contrario.
En el Campeonato de Liga las cosas no funcionaron y el conjunto blanco centró sus esfuerzos en la competición continental, la Copa de la UEFA. El trío se estrenó en la vuelta de los dieciseisavos de final contra el Rijeka yugoslavo. En la ida se había caído por 3-1 y tocaba remontar. Butragueño no fue titular pero los goles llegaron cuando saltó al césped. Juanito marcó el primero y en dos minutos Santillana y luego Valdano culminaron el 3-0 con el que se accedió a octavos. Allí el Anderlecht doblegó con contundencia a los merengues en Bruselas y en la vuelta de nuevo debía realizarse una gesta. Y se logró. Los tres delanteros titulares en esta ocasión jugaron a un nivel excelso y colaboraron con cinco de los seis goles del Real Madrid. Butragueño hizo un ‘hat-trick’ y Valdano un doblete en el día que nació el miedo escénico del Bernabéu.
Por distintas circunstancias no volvieron a coincidir hasta la final pero en el partido de ida contra el Videoton húngaro resultaron decisivos otra vez. Santillana y Valdano anotaron una vez cada uno y con otro gol de Míchel sentenciaron el título europeo aquel año pese a caer en la vuelta en el coliseo merengue por la mínima. Para redondear la campaña se levantó la Copa de la Liga aunque en esta competición Molowny optó por dar minutos a algunos jugadores menos habituales y el tridente no concurrió a la vez en el terreno de juego.
Aquel verano de 1985 acababa de acceder a la presidencia Ramón Mendoza y entre sus fichajes hubo un mexicano del Atlético de Madrid de nombre Hugo Sánchez. El azteca junto a Butragueño formaría uno de los mejores dúos atacantes de la historia del fútbol español. En el siguiente lustro el Real Madrid conquistaría cinco Ligas, una Copa de la UEFA, una Copa del Rey y tres Supercopas de España y en buena parte se debió a estos dos prolíficos anotadores.
El azteca firmado del viejo rival de la ciudad tras un traspaso puente con la UNAM fue un ariete formidable. Un artillero rematador como pocos en la historia del balompié mundial. El área era su parcela natural y si el balón le llegaba la efectividad para introducir el balón en la portería era altísima. Era un futbolista zurdo y también descollaba en los tiros libres. Su compenetración con Butragueño fue extraordinaria y se entendían a las mil maravillas casi sin mirarse. Consiguieron más de 200 goles en esos años aunque la espina clavada que se les quedó para siempre fue no poder obtener la tan ansiada Copa de Europa.
La Liga regresó a Chamartín después de cinco temporadas y se logró arrollando a sus rivales. Hugo y Butragueño marcaron 32 de los 83 tantos del equipo y además el mexicano fue el ‘Pichichi’ de la competición. Dejaron grandes partidos para la hemeroteca como ante el Athletic con un doblete del azteca, el Sevilla con los dos tantos del canterano, un 5-1 a Las Palmas con ambos interviniendo en cuatro dianas o el 3-1 al Barcelona en casa que sentenció prácticamente la Liga. Pero su gran papel no se redujo al Campeonato Nacional sino que en la UEFA volvieron a deleitar con brillantes encuentros. Frente al AEK de Atenas ayudaron a pasar en la vuelta con dos goles pero fue el choque contra el Inter de Milán donde dieron lo mejor de si mismos. Después de perder 3-1 en el Giuseppe Meazza hacía falta otra remontada heroica y con un 5-1 en Madrid doblete de Hugo incluido se obtuvo. Días más tarde la final quedó encarrilada en el Bernabéu al ganar al Colonia por el mismo resultado que contra los ‘nerazzurri’ y excelente labor de los atacantes.
En los dos cursos posteriores con el neerlandés Beenhaker al mando de las operaciones llegaron otras dos Ligas. La dupla resultó incontenible para los rivales y Hugo aumentó su palmarés individual con otros dos premios de mejor artillero del torneo. Seis dianas al Betis en el Villamarín, tres al Mallorca, tres al Logroñés, cuatro al Cádiz en el Carranza, tres al Sevilla, tres al Sabadell u otros tres al Atleti en el Manzanares tuvieron como denominador común a los dos delanteros marcando y causando grandes dolores de cabeza a los defensas contrarios.
En la temporada 88-89 al título de Liga se añadieron esta vez el de la Copa del Rey y la Supercopa de España para obtener tres trofeos en el mismo curso desde 1957. La Supercopa se ganó al Barça por un global de 3-2 y con Hugo mojando en la ida en casa y Butragueño anotando un tanto clave en el Camp Nou. En la Liga se empezó al ralentí pero cuando se puso la velocidad de crucero el equipo fue inabordable. La gran pareja hispano-mexicana se lució en campos como Sarriá, La Condomina o La Romareda además de en el Bernabéu y los blancos aventajaron en cinco puntos al F.C. Barcelona. Por su parte en el torneo del KO fueron básicos a partir de las semis contra el Atlético de Madrid. En el Vicente Calderón se venció por 0-2 con una diana del ‘Buitre’ y en la vuelta otra diana del siete otorgó el pase a la final. Allí el Valladolid fue la víctima aunque el héroe esa tarde fue Gordillo al anotar después de una combinación entre el madrileño y el mexicano.
El último año victorioso de la ‘Quinta’ se produjo en la temporada 89-90. Había un nuevo inquilino en la parcela técnica, el galés Toshack, que llevó al plantel blanco a una Liga de récord con 107 goles marcados, 38 de ellos (todos al primer toque) de Hugo Sánchez que se volvió a llevar el Trofeo ‘Pichichi’. El azteca maravilló en choques como ante el Valencia, el Zaragoza, el Tenerife, el Barça, el Cádiz o Logroñés y Castellón (firmando sendos hat-trick) bien secundado por el siete que se unió a su fiesta goleadora. Los capitalinos sumaron 63 puntos y sacaron nueve a su más inmediato perseguidor el Valencia. El triunfo liguero permitió disputar la Supercopa de la campaña siguiente en lo que sería la despedida en forma de trofeo para el fenomenal dúo ofensivo madridista. Se dio un auténtico repaso al F.C. Barcelona al doblegarle en su feudo y avasallarle en el Bernabéu por 4-1 con dos goles de Hugo, uno del ‘Buitre’ y otro mítico de Aragón desde 40 metros.
A mediados de los 90 y tras cuatro años de ausencia la Liga regresó a Chamartín. Valdano que había dejado a los blancos sin dos Ligas en Tenerife le devolvió una como técnico merengue. Nadie pensaría en la pretemporada blanca que dos hombres vitales para esa conquista fueron los delanteros Ivan Zamorano y Raúl González. El primero no contaba para el entrenador argentino y el segundo empezó la campaña en el Real Madrid C. El chileno firmado del Sevilla en 1992 tenía en su remate de cabeza, su poderoso salto, su olfato de gol, su fuerza física y su gran coraje sus virtudes más destacables. Mientras que el segundo que se convertiría en leyenda de la entidad fue un futbolista excelso, no era sobresaliente en muchas cosas pero era un notable en todas. Listísimo, oportunista, ambicioso, indetectable dentro del área, un depredador del gol que sabía lo que había que hacer en cada parte del terreno de juego. Obstinado siempre en mejorar, fue un competidor nato.
La pareja no coincidiría sobre el césped hasta el debut de Raúl en aquella tarde célebre en La Romareda donde hizo todo bien menos marcar. Una semana más tarde sí lo logró en el derbi contra el Atleti en un choque en el que también anotó Zamorano en dos oportunidades para el definitivo 4-2. A partir de entonces el frente de ataque fue incuestionable para Valdano que vio cómo sus chicos le dieron la razón con triunfos ante el Valencia en Mestalla, el Real Oviedo o el Valladolid con un doblete del chileno. Comenzaba el año 1995 y el día 7 de enero visitaba el Bernabéu el campeón de Liga, el F.C. Barcelona. 90 minutos después quedó claro que había un cambio de ciclo en el fútbol español tras un legendario 5-0 con triplete de Zamorano y buena actuación de Raúl. Ese triunfo dio alas al equipo que puso la directa hacia el título. El de San Cristóbal de Los Ángeles se doctoró con goles contra el Celta, Sevilla o Zaragoza y el ariete sudamericano que fue ‘Pichichi’ con 28 dianas aseguró el alirón contra el Depor con un gol de volea ante Liaño a cinco minutos de la conclusión del duelo.
La conquista de la 7ª Copa de Europa permanecerá siempre en la memoria de los aficionados blancos por todo lo que supuso, mientras que muchos llevaban décadas esperando volver a contemplar al Madrid reinar en Europa, para otros significó ver por primera vez al equipo de sus amores levantando la ‘Orejona’. Y ese curso de 1997-1998 con el técnico Jupp Heynckes en el banco tuvo a tres hombres en la línea del ataque: Raúl que jugó tirado a la izquierda para dejar hueco al montenegrino Pedja Mijatovic y al ariete Fernando Morientes.
Mijatovic -traído con mucho ruido del Valencia por la cláusula de 1.426 millones de pesetas- fue un futbolista de gran calidad técnica, visión, velocidad, remate, buen dominio de las dos piernas y magnifico lanzador de faltas. Por su parte, el cacereño firmado del Zaragoza era un nueve de rachas, un delantero cuya mejor arma era el juego aéreo pero que también dominaba los dos pies, era un notable rematador, se movía con inteligencia, realizaba buenos desmarques y poseía lucha y fuerza.
En la Liga pronto el conjunto capitalino quedó descolgado pese a notables actuaciones de los delanteros en varios duelos como ante el Sporting con dianas de Raúl y Morientes, el Tenerife con otro tanto del extremeño y uno del balcánico, el Compostela en San Lázaro con doblete del nueve y un gol del número ocho o el Real Valladolid y el Real Mallorca en casa. La Copa tampoco trajo aspectos positivos después de una dura eliminación frente al Alavés y fue en la Champions League donde se centró toda la atención.
El trío apareció en el debut de la competición con una brillante victoria contra el Rosenborg y regresó en la vuelta de los cuartos de final. Esperaba un Bayer Leverkusen que se marchó del Bernabéu con tres tantos a la espalda, el segundo de ellos obra del ‘Moro’. El entrenador teutón volvió a confiar en ellos para la recordada ida de semis frente al Dortmund y no le decepcionaron. Los atacantes realizaron un estupendo partido y el Madrid ganó por 2-0 abriendo el camino del triunfo Morientes. Su gran confirmación para figurar entre las mejores vanguardias merengues llegó el 20 de mayo de 1998 en Amsterdam. El trío integró una alineación histórica y uno de ellos, Pedja Mijatovic, con su famoso gol batiendo a Peruzzi dio al club madrileño la más ansiada de sus Copas de Europa.
La salida de Mijatovic a la Fiore en 1999 reubicó de nuevo a Raúl a la posición de segundo punta para constituir un fenomenal tándem con Morientes que duraría tres campañas y llenaría aún más las vitrinas de la sala de trofeos. Dos Champions, una Liga y una Supercopa de España fueron el premio para una pareja que además también se hizo elemental en la selección española por lo bien que se entendían.
En otra campaña movida en el seno merengue, con cambio de entrenador incluido, la desconexión de Liga hizo que se apostara todo de nuevo a la competición fetiche de la entidad de Chamartín. Llegó Anelka, un delantero francés para competir con Morientes, pero su nula adaptación hizo que el cacereño continuase en su puesto o en todo caso y cuando entró Del Bosque como técnico jugasen los tres en determinados encuentros. La pareja Raúl-Morientes despegó tras un choque contra el Oporto en la liguilla de Champions en la que los locales vencieron por 3-1 con un tanto del ‘Moro’. A continuación también desarbolaron al Olympiakos y en la segunda fase le tocó el turno al Dinamo en Kiev con dos goles fundamentales suyos y al Rosenborg en el Bernabéu. El sorteo deparó a los merengues el formidable Manchester United en cuartos pero en Old Trafford en un partido memorable el Madrid venció por 2-3 en un encuentro antológico de Raúl que contó con su socio a su lado. En semifinales el técnico salmantino ya introdujo la variante de Anelka al lado de los dos españoles que se vengaron del Bayern Munich en la ida con un 2-0 magnífico que abrió el camino a la final. En ese duelo por el título el adversario fue un gran Valencia que no pudo detener el poderío atacante blanco que se llevó el choque y el título en París por 3-0, con goles de Morientes, McManaman y otro del eterno siete madridista.
Al año siguiente la consecución de la Liga fue muy importante tras cuatro años sin conseguirlo. Morientes tuvo problema con las lesiones y Guti sorprendió por su capacidad para adaptarse con éxito a la posición de nueve. Aun así, Raúl que acabó como ‘Pichichi’ con 24 goles y el ‘Moro’ coincidieron en muchos partidos y resultaron elementales su compenetración y su simbiosis en el césped para superar entre otros al Celta, el Oviedo, la Real con un doblete de Morientes y un gol de Raúl, el Real Zaragoza o el Numancia en casa y el Villarreal, el Espanyol, el Alavés o el Osasuna en un partido básico para el título lejos de la capital.
Su último curso exitoso fue el de 2001-2002 en el que cayó la 9ª Copa de Europa y la Supercopa de España para el Real Madrid. En la Supercopa se aliaron a la perfección para imponerse al Zaragoza con un encuentro de vuelta sensacional de Raúl que firmó un ‘hat-trick’ ante su público. Mientras que en la Champions su alianza se hizo esperar hasta la segunda liguilla de la competición. En esa fase cumplieron con nota ante el Sparta de Praga en la capital checa con dos goles de Morientes o en la victoria en Madrid contra el Panathinaikos. En cuartos salieron de inicio en otro duelo célebre ante el Bayern al que se remontó en el templo merengue y posteriormente formaron en la final en Glasgow contra otro equipo teutón, el Bayer Leverkusen. Raúl y su pillería dieron la ventaja a los blancos y Lucio empató poco después. Justo antes del descanso Zidane anotó un gol de época y aunque Morientes tuvo varias oportunidades no logró superar a Butt. Aún así y con sufrimiento se ganó por 2-1 y otra ‘Orejona’ reservó su plaza en la sala de trofeos.
En verano Florentino Pérez fichó el último día de mercado a Ronaldo Nazario que venía de ganar el Mundial con Brasil. El aterrizaje del brasileño desplazó a Morientes del once y Raúl encontró a un nuevo colega en el ataque. Ambos convivieron cuatro años y medio juntos pero la mejor etapa duró un curso y medio en el que ampliaron su palmarés con una Liga, una Intercontinental y una Supercopa de España.
Las lesiones hicieron mella en Ronaldo pero aún tenía una arrancada imparable. A eso había que sumar su calidad técnica, su remate con la derecha y la izquierda, su habilidad innata, su fría y eficaz definición y un majestuoso uno contra uno ante los porteros rivales. Raúl entendió perfectamente el estilo de juego del carioca y con sus asistencias y pases al hueco le dio la oportunidad de marcar numerosos tantos. Concretamente en la Liga 2002-2003 sumaron entre los dos 39 dianas de las 86 que alcanzó el plantel. Sus primeros grandes triunfos fueron ante el Sevilla y una semana después en Mallorca con doblete de los dos. Luego el Valencia en un partido fantástico en el Bernabéu, el Celta en Balaídos, el Real Betis o el Alavés con un triplete de Ronnie fueron sus siguientes víctimas. En la recta final del Campeonato brillaron también contra el Depor o el Valencia en Mestalla con dos dianas del brasileño hasta que llegó el derbi. En el Calderón aplastaron a los colchoneros por 0-4 con sendos dobletes y el Madrid alcanzó la cima de la clasificación. Una semana después se cantó el alirón con otros dos goles de Ronaldo y uno de Roberto Carlos y se logró la 29ª Liga.
Además se obtuvo la Intercontinental contra el Olimpia donde uno de los goles lo anotó Ronaldo y a comienzos de la campaña 2003-2004 en la que el carioca fue mejor artillero del Campeonato Nacional con 24 dianas, se doblegó al Mallorca en la Supercopa merced a una gran actuación de la pareja que fueron los autores de dos de los tres goles del equipo. En sus siguientes años en los que concurrieron de forma habitual en las alineaciones no se alzó ningún título más pero si dejaron actuaciones excelentes y muy recordadas como ante el Valladolid al que Raúl le hizo tres tantos en un 7-2, un derbi frente al Atleti en el que marcaron ambos (Ronaldo a los 20 segundos), la victoria en el Camp Nou tras 20 años sin conseguirse, otro partido ante los colchoneros que finalizó 0-3 en el Manzanares, un 4-2 en el Bernabéu contra el Barça con los dos anotando o choques europeos en los que el Olympique de Marsella, la Roma o la Juventus hincaron la rodilla en Madrid.
Raúl finalizó su famosa lista de camaradas en el ataque blanco con el neerlandés Ruud Van Nistelrooy. Después de la ‘era galáctica’ el antiguo artillero del Manchester United se enroló en las filas madridistas tras abonar el club de Concha Espina 15m€ por su traspaso. Castigado por una grave lesión de rodilla Van Nistelrooy aún guardaba características fantásticas como su esplendorosa capacidad de rematar, su instinto de ‘killer’, su inteligencia, su colocación y su manejo exquisito de ambas piernas.
Con ellos se ganaron dos Ligas, una que parecía imposible con Capello al frente y un año después con el teutón Schuster a la cabeza del vestuario blanco. La primera gran noche de estos dos delanteros gigantescos fue en el Bernabéu contra el F.C. Barcelona, un día en el que el Real Madrid impuso su ley en casa por 2-0 con sendos goles del español y el neerlandés. Poco después el ‘orange’ le hizo cuatro a Osasuna y un gol del eterno siete les dio el triunfo contra el Valencia en Mestalla. La diferencia con el Barça fue menguando y en ello fue protagonista Van Nistelrooy con sobresalientes actuaciones ante los che o el Sevilla en el Bernabéu y el Athletic y el Real Zaragoza en San Mamés y La Romareda respectivamente. En el mítico alirón contra el Mallorca fueron los titulares del once aunque una inoportuna lesión dejó al de Oss fuera de concurso a la media hora. Eso sí, acabó siendo el ‘Pichichi’ esa campaña con 25 goles.
En el curso venidero Schuster basó su sistema de ataque en esta gran pareja que sumó 34 dianas entre los dos. El Villarreal fue el primer equipo de la temporada en ser vacunado con un 0-5 en El Madrigal donde mojaron ambos. El Depor en el estadio de La Castellana o el Valencia también sucumbieron a su poder anotador en apenas dos semanas donde Van Nistelrooy firmó tres goles y Raúl dos. Fuera de casa fueron especialmente efectivos en los triunfos contra el Athletic, el Levante o el Atlético de Madrid antes de que una sinovitis le obligase a pasar por el quirófano y le apartase dos meses de los terrenos de juego. Volvió con la Liga en el bolsillo aunque pudo finalizar el año futbolístico marcando en Zaragoza y un doblete frente al Levante en el Bernabéu.
La última fabulosa delantera se formó en 2013 y aún sigue dando noches de gloria a los aficionados blancos. Está formada por Cristiano Ronaldo, máximo goleador histórico, Karim Benzema y el galés Gareth Bale. El tridente conocido como la BBC es uno de los ejes ofensivos más demoledores que existen y en sus ya cuatro campañas juntos han dejado numerosas víctimas a su paso y más de 325 tantos. Dos Copas de Europa contra el Atlético de Madrid, una Copa del Rey, dos Mundialitos y dos Supercopas de Europa son los títulos que han logrado en ese tiempo donde además han asaltado feudos como el Camp Nou, el Vicente Calderón, el Allianz Arena, el Ali Sami Yen, el Arena AufSchalke o el Arena de Lviv además de fantásticas victorias en Chamartín ante el Sevilla, el Athletic Club, el Liverpool, el Borussia Dortmund o Wolfsburgo y goleadas de otra época frente al Granada (anotaron ocho de los nueve goles), el Depor en Riazor o el Rayo Vallecano (firmaron nueve de los diez tantos).
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¿Y Suker?
Hola J!
He buscado delanteras perdurables en el tiempo. Suker realmente fue titular únicamente en la primera Liga de Capello.
Un saludo