Las inmortalidades del Real Madrid

El análisis de las portadas de los periódicos deportivos de hoy

Buenos días. Vaya por Dios. Lo sentimos por quien haya que sentirlo, pero el Real Madrid es líder en solitario de la Liga después de ganar en Mestalla 1-2 y al más puro estilo Real Madrid, es decir, remontando en los últimos cuatro minutos el gol inicial de Hugo Duro. El Madrid lo supera todo, incluida la milenaria ley del ex gracias a la cual, generación tras generación, cualquier jugador random que viste la blanca le marcará al Madrid cuando deje de vestirla. Hasta Spasic le metió un gol al Madrid, tras irse a Osasuna, vestido de rojillo. No estamos comparando a Hugo Duro con Spasic, solo comparamos al Madrid de ahora con el Madrid de siempre. Y se parecen. Ya lo creo que se parecen. Leed la crónica de Andy Torres, amigos galernautas, y gozadlo cosa fina.

“El Madrid es inmortal”, titula As, y ya sabemos que tiene toda la razón. A veces le ocurre a As. Este portanalista tiene un amigo que se pasa los días jugando al golf, haciendo esquí acuático y buceando en Maldivas. Entre una cosa y la siguiente, almuerza en los mejores restaurantes y hace el amor con las mujeres más exuberantes. Le llamamos el inmortal, porque es rigurosamente imposible que pase a mejor vida.

Sabemos no obstante que As hace alusión a otro tipo de inmortalidad. Puede incluso que haga alusión a otros dos tipos de inmortalidades. La primera es la del prestigio eterno e inmarcesible, la gloria sempiterna: en definitiva, el estar destinado a permanecer por siempre en boca de todos. La otra es una inmortalidad más literal, más palpable, que consiste en que al Madrid no lo puedes matar. Esta inmortalidad es para los madridistas sumamente excitante, claro, y hace rabiar hasta la muerte al anti más recatado. El Madrid parecía muerto en el minuto 87. ¿Hace falta recurrir a la manida metáfora del malo de película de terror que emerge de las aguas cuando el prota cree haberlo ahogado con sus propias manos en las aguas del alcantarillado central?

Este tono épico de As, justificadísimo, contrasta fuertemente con el lamento de sepulcro blanqueado de Alfredo Relaño —creemos que presidente de honor de dicho medio o algo así—, quien en la SER lamentó la celebración de Vinícius como si esta hubiera tenido algo de antideportivo. El piperismo no descansa, amics. Es esa corriente indómita de madridistas de cilicio que consideran que hay que estar continuamente pidiendo perdón por todo.

Si te parece, Alfredo, Vini se fustiga, tras marcar, con un látigo de siete puntas, siempre y cuando cada punta esté coronada por cuatro pinchos inyectados en ponzoña, y luego de propina se hace unos ejercicios espirituales ignacianos con una calavera en la mano, repitiendo letanías de aflicción y arrepentimiento. En la grada había muchos madridistas, y no hubo en la celebración de Vini, que recoge la propia portada de As, el menor afán provocador. Se tocó el escudo, como diciendo “Aquí está el Real Madrid”. A ver si lo que va a ser provocador es la propia existencia del Real Madrid, y a ver si en su fuero interno hay madridistas que, como Relaño, suplican perdón por Guruceta y por el cambio climático. Sí, amigos: hay un madridismo-greta-thunberg que remontaría el Turia en canoa en señal de mortificación por los pecados blancos contra la solidaridad y el medio ambiente. Hay monjas docentes menos coñazo con la largura de la falda del uniforme.

Marca personifica en Benzema y el propio Vinícius la gran victoria vikinga, por cuanto fueron los autores de los goles, y no nos parece mal. El primer gol lo cocinó Karim para el brasileño, viceversa en el segundo. En el primer tiempo complementó bien a esta pareja de lujo un Hazard entonado, y en el segundo se vieron grandes detalles de los que ingresaron para jugársela a la desesperada (y con tino), con especial mención para un Camavinga que hizo unos minutos primorosos, echándose a la espalda el centro del campo merengue.

En el mundo cataculé sigue cundiendo la consternación, aunque los medios tratan de trasladar una falsa sensación de calma. Dice Koeman que no tiene miedo a un posible cese, y lo comprendemos. ¿Cómo le van a echar, si están tan secos que aún no han podido indemnizar al anterior técnico al que echaron? Proponemos, en todo caso, que despidan a Koeman para dar entrada de nuevo a Setién y de esta forma evitar la acumulación de finiquitos. Se subrogaría la indemnización de Setién en la de Koeman, con el consiguiente alivio financiero. Son solo ideas que ofrecemos con toda nuestra buena fe, en el anhelo de ayudar a salir del pozo a nuestro ancestral rival. No es que les necesitemos, como dice el tópico, pero sí es verdad que al destino (aka Josep María Bartomeu) se le ha ido un poco la mano en esto de dejarlos en la lona. Ya no apetece ni el sarcasmo, si bien no podemos dejar de preguntarnos qué hace en la portada de Mundo Deportivo Ronald Koeman acompañado de un secundario al que estamos seguros de haber visto rapeando en el minuto dieciocho de una de Spike Lee.

Os dejamos con la apasionante portada de Sport, que querréis verla porque sois muy vuestros.

Hala Madrid.

PD: Aguante, La Palma. Estamos con ustedes, amigos.