¿Quién no quiere ganar jugando magistralmente? Pregunta absurda, ¿verdad? Sea uno del equipo que sea la respuesta es evidente. Pues yo veo igual de evidente la respuesta a: ¿es preferible ganar o jugar bonito?
Parece que cuando se trata del Real Madrid las evidencias se difuminan, y si ganar y jugar bonito no coinciden, hay carta blanca para criticar a todo el mundo: al propio Club, al presidente, a los jugadores, al entrenador y ¡hasta algún que otro reproche se han llevado los propios utilleros! Y lo peor de todo es que gran parte de esos golpes son propinados por un sector del madridismo.
¿Quién no quiere ganar jugando magistralmente? Pregunta absurda, ¿verdad? Pues yo veo igual de evidente la respuesta a: ¿es preferible ganar o jugar bonito?
Hay una dañina etiqueta de “exigencia” que te clasifica como madridista de los buenos o de los malos. Si eres más exigente, eres un buen madridista. Si no, no estás al nivel de la historia del Club. Esta etiqueta de buen madridista, en mi opinión, provoca cierto aire de superioridad moral frente a otras aficiones, y a la vez la repulsa de parte de la sociedad: no somos un equipo del pueblo. Parece que sólo apoyamos a los nuestros si nos dan lo que queremos, es un apoyo condicionado a ver cumplidas nuestras expectativas.
Sirva como muestra lo sucedido tras el clásico. Después de ganar en el Camp Nou, los comentarios de los analistas del partido denotaban un pesimismo total, con un aire de derrota catastrófica para los blancos.
Como madridista que soy, quiero revancha, porque las últimas goleadas que se produjeron en los clásicos nos las endosó el Barça, de modo que estoy deseando que devolvamos el golpe. Me hubiera encantado que en el último enfrentamiento el Madrid hubiera dado un meneo futbolístico al Barcelona y el partido hubiese terminado con un resultado humillante. Además, hacía muchos años que esa posibilidad no se veía tan cerca como este. Pero como madridista de las malas que soy, me quedé con la lección táctica de Carlo Ancelotti, ¡y hasta salí contenta al final del partido! Hubiera estado mejor haber visto una goleada, y el resultado no sació el hambre de muchos, pero en la vida hay que saber valorar lo que se consigue y dejar de exigir siempre más para alcanzar la perfección, porque al final es dañino.
A veces hay se oyen desprecios y maneras irrespetuosas al, hablar del relevo de los jugadores del centro del campo. Un centro del campo histórico al que reemplazar va a ser una tarea larga y difícil
El cómo se piden las cosas es una cuestión de humildad y educación, y a veces se observan desprecios y maneras irrespetuosas al hablar del relevo de los jugadores del centro del campo, por ejemplo. Un centro del campo histórico al que reemplazar va a ser una tarea larga y difícil, y más aún si se pretende no mermar la calidad de lo que ya tenemos. Hablamos de sustituir la excelencia. Una excelencia que, por cierto, no vino dada, no está formada por jugadores que al pisar Madrid venían con la etiqueta de grandes estrellas, sino que la han alcanzado juntos, alimentándose los unos de los otros durante todos estos años. Refresquemos las mentes:
- Don Luka Modric fue lapidado constantemente durante el primer año en el Real Madrid, su eslogan de entrada es tan mítico como su fútbol: “42 millones para tapar vergüenzas”. Apoteósico.
- El señor Carlos Henrique Casemiro llegó como un yogurín tras una cesión en el Oporto de la liga portuguesa, una liga sin un gran nivel. No era un jugador consagrado, ni mucho menos.
- Toni Kroos sí venía de ganar el mundial con su selección, pero como todo buen fichaje del Madrid tenía un pero: llegó para sustituir a Xabi Alonso y su fichaje fue más empañado por este motivo que alabado por la calidad del alemán, que además ha alcanzado su sumun en el equipo blanco.
Resumiendo, lo que hace el Madrid en cada momento parece que nunca es suficiente, aunque si se analiza con perspectiva nos damos cuenta de que todas las decisiones que se tomaron fueron una bendición para el equipo, pero no aprendemos. Hoy en día algunos siguen exigiendo a De Bruyne en vez de confiar en quienes tomaron las decisiones adecuadas.
Bajo mi punto de vista, los que más sufren las formas del madridismo son precisamente los jugadores que más nos han dado, ¿qué sentirán los tres centrocampistas mencionados anteriormente cuando tertulia tras tertulia lo único que se dice de ellos es que están viejos y el tema a tratar es cómo relevarles de sus puestos? Y más cuando en la actualidad todos ellos, aunque no estén en su mejor momento, demuestran su calidad partido tras partido. Ya quisieran el 99% de los jugadores estar en su mejor momento al nivel actual de Modric, Casemiro y Kroos.
Lo que hace el Madrid en cada momento parece que nunca es suficiente, aunque si se analiza con perspectiva nos damos cuenta de que todas las decisiones que se tomaron fueron una bendición para el equipo, pero no aprendemos
¿Cómo se sentirá Lucas Vázquez tras aguantar las mofas de los aficionados? Hablamos del mismo jugador del penalti de Lisboa, hablamos de un futbolista que siente el escudo, hablamos de un chico que el año pasado alcanzó un nivel brillante y salvó los papeles al equipo jugando en una posición que no era la suya. ¿Por qué no valoramos y respetamos un poquito más a los “Arbeloas” de este equipo?
Pedir enriquece, pone en valor lo que se tiene y ayuda a mejorarlo. La exigencia marca límites de no tolerancia, no puede amarse con exigencias, porque al fin y al cabo este Club lo forman personas, no robots. Y en el fútbol, como en todo, las formas importan.
Fotografías Imago.
La búsqueda de la perfección genera una insatisfacción crónica, el Real Madrid no es un club perfecto pero es el mejor club del mundo
Muy acertado el mensaje del artículo: debemos atenuar las exigencias para no terminar inmolando al equipo en el ara de la soberbia y necedad de un sector del madridismo forofo.
La respuesta a la pregunta "es preferible ganar o jugar bonito",te la dan los directivos que contratan y despiden a entrenadores según los resultados, y los entrenadores que lo viven en sus propias carnes.
Y tanto, los de la Euroliga de baloncesto se van a cargar a un berto, para después fichar a un barto, entre ll´s anda el juego.
Y es que da lo mismo a lo que juegues, como juegues o donde juegues, el mundo sin llordis no sería lo mismo.
Mis felicitaciones a Esther Molino por este brillante artículo. La mayor parte de los forofos no entienden que no se puede ganar la champions cada año. Son como niños pequeños, lo quieren todo ya. Qué pena. Recuerdo cuando vino Marcelo con 18 años a sustituir a Roberto Carlos en la banda izquierda. A todas luces se veía que iba a ser un jugador importante por su técnica en el manejo de balón y por su dribling. Sin embargo en el Bernabéu no le dejaban jugar tranquilo, querían otro Roberto Carlos ya, inmediatamente. ¿Y que ha pasado con Vinicius? Lo mismo. Lo único que se consigue con ese exceso de exigencias a jugadores muy jóvenes o que vienen hechos pero necesitan un poco de tiempo para adaptarse al equipo es, si no tienen el suficiente carácter, hacerlos fracasar.
Casi lo consiguen con Vini… gracias por tus comentarios!
El Madrid todo lo hace mal no tiene arreglo. juega mal los rivales no tenen nivel ecepto cuando juegan contra nosotros. ni tenemos proyecto ni nada que se le parezca por eso estamos donde estamos eso si todos los años nos roban la friolera de una media de 20 puntos y otros tantos que regalan al rival alguien me puede esplicar como se come esto. siendo un equipo tan pesimo a todos los niveles pueda todos los años competir tantos y encima tener a toda la prensa en contra y a una gran parte de nuestra aficion que siguen el relato de tanto juntaletras antimadridista.
Completamente de acuerdo con su comentario
Nuestra exigencia es la base de nuestra Historia...el afán de seguir subiendo en la erarquia nos lleva a no valorar nuestro pasado recién i así etiquetar equivocadamente a los nuestros .
Su reelección es la actitud clavada del Madrista.
Suscribo esta reflexión. Y lo de los “Arbeloas” debería patentarse. Nunca lo había oido, pero es un gran concepto. Gracias !!
Doña Esther, ha expresado con palabras, lo que muchos sentimos y no tenemos esa facilidad suya. Yo me repito más que el ajo, pero siempre digo lo mismo. Madrid es una de las ciudades más pobladas de Europa, pero no la más poblada y por tanto no es la que más niños tiene para cantera, ni la que más aficionados posibles tiene para el estadio. Madrid es una ciudad rica, y sus ciudadanos gozan en general, de una buena condición económica, pero no son ni de lejos los más ricos de Europa. El Madrid no recibe ayudas públicas de ningún tipo, no recibe ayudas de mecenas, y tiene en contra a casi todos los clubes y aficiones de España y de parte del extranjero. Con una Federación muy en contra y una Liga que no expulsa al Madrid porque sino ella misma desaparecería. Con toda la prensa en contra encontrando cada mínimo resquicio de polémica y error. Y entonces, metemos todos esos factores en la coctelera y del madridismo, ¿y qué sacamos? Un equipo que está obligado a ganar todos los partidos y encima jugando bien, y cada empate es un desastre y cada derrota un drama. Y así seguimos, temporada tras temporada. Ojalá tengamos suerte hoy con el Shaktar y sigamos rabiando un poco más a muchos en los octavos.
Soy uno más de los que , en líneas generales, coincide con el mensaje de amor al club lanzado por la autora. Dicho lo cual , es aceptable y comprensible que exista exigencia y que exista esa seña de identidad que distingue al Real Madrid de todo el resto, la búsqueda de la excelencia. Podemos y debemos mejorar, cada cual en su parcela. Los directivos, los entrenadores, los futbolistas , los galernistas, los socios -me refiero a los de verdad, no de cartón y/o presuntos- , los aficionados. Incluso un servidor (informático) .Estoy hecho todo un predicador, siempre es mejor eso que el estilo "vendedor de crecepelo en el far-west". Pendón (sic), pido perdón por semejante "boutade".
"El perdón es la fragancia que derrama la violeta en el talón que la aplastó "( Mark Twain )
*Incluso un servidor (no informático).
Eres un crack con tu comentario; llevas toda la razón del mundo; y aún así somos un espejo para todos los demás; y seguimos creciendo porque estos jugadores se lo merecen; hala Madrid