El valle de las excusas está poblado por infinidad de ellas. Todos conocemos los pretextos que pone un mal estudiante para justificar una y otra vez sus fracasos: que si el despertador no ha sonado, que si la mesa de estudio es incómoda, que si los vecinos hacen mucho ruido viendo la televisión, que si el profesor me tiene manía. También hay infinidad de excusas para los trabajadores poco profesionales, perezosos o incompetentes: demasiado tráfico, el niño tiene paperas, la avería de la cañería rota, el coche que no arranca por culpa de la batería…
En el caso de los malos estudiantes, muchos padres les compran dichas excusas con lo cual poco acaban ayudándolos. En el caso de los trabajadores caraduras, normalmente lo acaban pagando, ya que un jefe —habitualmente— no es tan “comprensivo” como un progenitor, y se llevan un buen disgusto en forma de falta grave o de despido de la empresa.
Tenemos un caso, que conocemos todos, de un entrenador de fútbol profesional que es un verdadero adalid en esto de encontrar excusas para todo. Xavi Hernández, cuyos voceros le compran sus argumentos como si fuesen su padre o su abuelita.
Xavi Hernández nunca tiene la culpa de nada, si su equipo juega mal es por alguna razón externa a él, si pierde o empata tiene un ramillete de coartadas, pretextos y evasivas
Xavi Hernández nunca tiene la culpa de nada, si su equipo juega mal es por alguna razón externa a él, si pierde o empata tiene un ramillete de coartadas, pretextos y evasivas dignas de aquel mítico personaje de los tebeos de Bruguera, creado por Segura, el Pepón de “Los señores de Alcorcón y el holgazán de Pepón”, un vago redomado que vivía a expensas de su hermana y de su cuñado, y que siempre se inventaba algún subterfugio para no ponerse a trabajar y ser productivo.
Xavi ya tuvo un gran maestro en las triquiñuelas cuando era jugador: aprendió de Pep Guardiola, de verbo florido e inventor de excusas. Pero, para desgracia del de Terrasa, Pep era bastante más hábil e inteligente que él. Solo hay que ver algunas de las socapas que arguye en cuanto vienen mal dadas.
Seguidamente les mostramos algunas de sus efugios o evasivas con las que nos “deleita” semana sí y semana también:
- El sol: a XH le molesta jugar cuando hay sol, ya bien sea a mediodía o a primera hora de la tarde. Una excusa heredada prácticamente de las narrativas vampirescas de Bram Stoker. Quizás sea el mejor hallazgo de Hernández. Difícil de superar.
- El césped: aquí, XH retoma a su maestro Pep. En este blog de La Galerna incluso tuvimos un rincón del jardinero para homenajear esta manida y reiterada forma de buscar justificaciones a los fracasos.
- Estado del terreno de juego: además de la medida exacta de la altura de césped que exige Xavi, no le gusta jugar ni con césped artificial, ni con charcos, ni con lluvia, ni con la hierba seca, ni con placas de hielo, ni con barro.
- Pérdidas de tiempo del rival: cuando es su FC Barcelona el que pierde tiempo (hace bien poco hubo un ejemplo, al tratar de conservar un pírrico 2-1 ante el Alavés en Montjuic con reiteradas pérdidas de tiempo de Ter Stegen, Araújo, Koundé, etc), en cambio, no dice ni mu.
- La prensa: hace bien poco acusó a la prensa (¡a su propia prensa local!) de sus derrotas y de su mal juego, denunciando la presión que sufrían él y sus jugadores por los comentarios en medios y en tertulias.
- Mentalidad: tras el 1-1 en Vallecas (logrado tras autogol de los rayistas), habló de la mentalidad de sus propios jugadores, dando a entender que les faltaba actitud y hambre para imponerse a los rivales en el terreno de juego. Excusa propia de un diván de película de Woody Allen.
- Los árbitros: este señor, beneficiado durante toda su carrera de jugador por el Negreirato (periodo de 2001 a 2018, por lo menos), dice que nunca habla de los árbitros hasta que habla de ellos. Además, es uno de los entrenadores más tarjeteados y sancionados por no parar de hacer aspavientos y de acosar a los cuartos árbitros durante todos los partidos. En las ruedas de prensa, utiliza una sutileza digna de una piedra pómez para soltar infinitos mandobles a los arbitrajes que no le placen.
- El VAR: lo mismo que sobre los árbitros. Cuando entre dos defensas cometen un penalti escandaloso sobre Oyarzabal, en ese momento no se acuerda del VAR. Un entrenador del Barça que ha sido jugador bajo el imperio de la corrupción Negreira no debería mencionar jamás ni a los árbitros ni al VAR, ya que todos los títulos ganados por dicha organización entre 2001 y 2018 (por no hablar de los Tenerifes) están y estarán por siempre bajo sospecha.
- Los rivales que se encierran: también reparte a los equipos rivales que se encierran jugando contra ellos. Como adalid del pensamiento único, XH piensa que solo hay una forma de jugar al fútbol. Eso sí, cuando su equipo defiende un 0-1 como si fuera el Numancia de Lotina (véase la ida de semifinales de la Copa del Rey en el Bernabéu la temporada pasada), todo lo justifica por el resultado final. Hipocresía no, lo siguiente.
- La afición rival: todavía recordamos con jocosidad lo que se quejó Hernández en Europa League, cuando en el Camp Nou hubo más aficionados del Eintracht de Francfort que de su propio equipo. Fue una patética excusa —una más— ante la ominosa derrota en una competición de chichinabo y en su propio feudo.
- Las medidas de los campos rivales: también ha utilizado esta coartada al criticar las medidas de campos como el de Vallecas, que, como todo el mundo sabe, están dentro de las reglamentarias, pero para el maestro jardinero todo vale para no ser él mismo nunca culpable de las adversidades.
- Las selecciones: miembro de un club que se especializa por borrar a sus jugadores de ciertas convocatorias de selecciones (empezando por él mismo cuando era jugador, o Piqué, o Busquets, o Pedri últimamente), también pone en la balanza del valle de las excusas este argumento que, como se sabe, perjudica a todos los equipos, no solo al suyo.
Invitamos a nuestros lectores a que añadan más evasivas de este tipo, ya que sin duda a este escribidor se le han debido de olvidar unas cuantas. Pero la prensa paniaguada —y no solo la de Barcelona, sino la de medios nacionales como As, Marca, COPE, SER, Onda Cero, TVE, GOL TV, A3, Cuatro…— le compra regularmente su comportamiento a este enorme llorón que es XH, un personaje que siempre se ha distinguido por no hacer jamás autocrítica, ni cuando era jugador (de un equipo marcado por el estigma de la corrupción arbitral) ni desde que es entrenador del FC Barcelona.
Getty Images.
La clave es ésa: medios paniaguados encubriendo e inflando a un entrenador que no mejora a muchos otros ¿Por qué será?
Es otro tipo Cholo un vende humo que habla mucho pero juega poco y siempre busca excusas y llora mucho.
Por mi que sigan los dos muchos años y nosotros apreciar al señor q tenemos en el banquillo.
Es un técnico de "poca monta". Los robos de la liga negreira anterior le dieron ese título y espero que haya sido el último. Fuera del Barca (y lejos de la red arbitral negreria league) hará mucho frío y no será más que un trota-banquillos en el nuevo fútbol arábigo.
Que yo sepa al repertorio de atribuciones externas enumerado por Athos Dumas , y puesto en boca de lipotimias de tarrasa, solo cabría añadir el de la suerte. Alguna vez ha hecho mención a ello. La última vez que tengo fresca en la memoria es la victoria del Real Madrid en monjuich, el día que acabaron por meterse la lengua en el culer...