El CIS de Tezanos debería contemplar una nueva opción al sondear cual es el club con más partidarios de España. De incluirse, el antimadridismo ocuparía la segunda posición después del Real Madrid. Está siendo una semana especialmente cruel para los detractores del equipo blanco, que necesitan alguna excusa para canalizar su ira. La modificación de los horarios de la 33ª jornada de La Liga es su particular terapia colectiva ante la pesadilla de que Lunin siga parando penaltis en el Etihad. Una sucesión de falacias alimentadas por una prensa que demuestra su incapacidad para informar de forma objetiva. La Liga aceptó la solicitud del Real Madrid para que su partido con la Real Sociedad pasase del sábado 27 al viernes 26, para poder tener un día más de descanso antes de viajar a Munich para medirse con el Bayern en las semifinales de la Champions League.
Insisten los tertulianos habituales en que este «favor» está motivado por «el poder» de Florentino Pérez. Una acusación que se produce en la misma semana en la que se ha conocido que el Tribunal Administrativo del Deporte estudia expedientar a Javier Tebas, a causa de una denuncia presentada por el Real Madrid. Las mismas voces que critican al madridismo, por no apoyar lo suficiente al fútbol español cada vez que juega la Selección, pero que no parecen interesadas en que el único representante que ha alcanzado las semifinales de la Champions League pueda competir en igualdad de condiciones. Fue la propia Liga quien comunicó que los horarios quedaban sujetos a cambios según los resultados de Atlético, Barcelona y Real Madrid en la máxima competición europea, pero los dos primeros no precisan de modificación al haber sido eliminados.
Es evidente que no molesta el qué, sino el quién. En las cinco ocasiones que el horario de un partido del Atlético de Madrid ha sido alterado en los últimos diez años por este motivo, nadie cuestionó la decisión de la patronal. A pesar de haber alcanzado cinco finales de la Champions desde 2014, La Liga no movía un partido del Real Madrid por su participación en el torneo continental ¡desde 2002! Las aficiones enfadas por este cambio deben saber que la responsabilidad recae en Javier Tebas, que ha variado la jornada por sus compromisos televisivos con Movistar y DAZN.
las mismas voces que critican al madridismo, por no apoyar lo suficiente al fútbol español cada vez que juega la Selección, pero que no parecen interesadas en que el único representante que ha alcanzado las semifinales de la Champions League pueda competir en igualdad de condiciones. Fue la propia Liga quien comunicó que los horarios quedaban sujetos a cambios según los resultados de Atlético, Barcelona y Real Madrid en la máxima competición europea, pero los dos primeros no precisan de modificación al haber sido eliminados
No ha sido esta la única polémica relacionada con los horarios que se ha intentado agitar en los últimos días. David Menayo publicó el miércoles un artículo en el que se llevaba las manos a la cabeza porque el Barça-Chelsea de la Womens Champions League coincidiría durante unos minutos con el Levante-Real Madrid de La Liga F. El periodista de Marca obvió que el conjunto azulgrana jugó a esa hora para evitar que se produjeran aglomeraciones en Montjuic, ya que a las 21:00 comenzó un concierto de Nil Moliner. El artista catalán confirmó su actuación en el Palau Sant Jordi meses antes, y el Barça declinó solicitar un cambio de día para evitar comprimir su calendario.
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Pensaba que aún se le iba a dar más bola a éste cambio de horario, pero las pruebas evidentes de que a un montón de clubes si y al Madrid durante los últimos 20 años no se le había cambiado que...
Aún así hubiese sido muy fácil con solo mover dos horarios de partidos, el del Madrid por el del partido del viernes y ya está pero Tebas es Tebas y no sabe hacer las cosas de forma diligente, solo sabe aprovecharse de instituciones que no preside para darse autobombo y hablar sin parar en los medios.
Cuanto más rabien los antimadridistas, más disfrutamos los seguidores del Real Madrid.
Ladran, luego cabalgamos.