El partido de ayer evidenció que la mayoría de jugadores blancos no pudieron recuperarse físicamente del esfuerzo realizado en el partido liguero del Wanda Metropolitano. Cuando más intentó empujar el Madrid, en la segunda parte, más se notó un cansancio que penalizó casi tanto como el mal juego o el desacierto defensivo.
Zinedine Zidane sorprendió al mundo del fútbol con el sistema de rotaciones que ideó en la temporada del doblete. Aquella dinámica sobrepasaba las clásicas rotaciones que resultan imperativas para todo equipo grande. No se trataba de los típicos retoques para conceder un descanso a los titulares sino un relevo de un once por otro. Poco importaba la clasificación. El técnico madridista tenía una confianza ciega en la globalidad de la plantilla y así lo demostraba. Esta fórmula, además, permitía dosificar esfuerzos pero también cohesionar a ambos grupos. Cabe recordar, no obstante, que fue un sistema que se fue afianzando en la segunda vuelta de la Liga, puesto que el francés pareció querer afianzar antes su once titular.
La temporada siguiente, tras la salida de Danilo, Pepe, Morata y James, Zidane dejó atrás el sistema que tanto éxito le había dado. Parece evidente que la plantilla no merecería su confianza completa y el francés fue mucho más conservador.
Durante esta temporada Zidane se ha hartado a repetir que confía en todos los jugadores de su plantilla. Los fichajes del verano parecen haber reforzado el nivel medio de la plantilla ampliando su profundidad: Jovic, Mendy, Militao, Rodrygo y Areola no parecen partir con la titularidad, pero sí parecen buenas apuestas para la famosa unidad B acuñada por la prensa, pero puesta en liza por Zidane. Este año, con una plantilla veterana en algunos puestos clave, parece fundamental dar descansos recurrentemente a los teóricos titulares. Tres días después del derbi madrileño, parecía una ocasión idónea para poner en práctica esta dinámica. Y no solo por el cansancio, sino porque desde hace años parece confirmarse que hay jugadores relevantes del Real Madrid a los que les cuesta mantener sus puntas de alto rendimiento sostenidamente desde un mero prisma mental. Así sucedió en la temporada del doblete, no se trataba únicamente de economizar energía sino también de dosificar tensiones, toda vez que, incluso, algunos tienden a relajarse en partidos, a priori, no tan complicados, mientras que los de la unidad B salen a este tipo de encuentros con el impulso de quien tiene que reivindicarse.
De momento sólo hemos presenciado ante Osasuna una rotación masiva. Este único precedente no contradice el plan de Zidane en la temporada del doblete, pues también en ella fue poco a poco, pero no parece demasiado osado intuir que los planes del francés pasan por emular lo que tanto éxito le dio. Por ello no sería raro ver juntos en el campo a los Areola, Odriozola, Militao, Nacho, Mendy, Valverde, Vinicius, Lucas (Rodrygo y Brahim) y Jovic. Quedaría por dilucidar dos plazas para el centro del campo entre James, Modric e Isco. ¿Resultaría esta alineación comparable a la de la temporada del doblete? Seguramente no, pero se trata de un equipo que bien trabajado debería resolver muchos partidos. Lo veremos.
Yo creo que el papel de la unidad B en la temporada del doblete tuvo un algo de feliz casualidad. Por lo que yo recuerdo las rotaciones comenzaron por las lesiones. Muchos jugadores de la “unidad B” jugaban junto a los demás titulares porque era necesario. Lo bueno era que respondían. Recuerdo especialmente el papel de Morata en aquellos partidos ganados en el último minuto.
De hecho, eliminatorias de copa ante segundas aparte, creo que el único partido donde se tiró íntegramente de la unidad B fue el de Gijón, con excelente resultado y dos golazos de Isco, especialmente el primero, pero más importante el segundo, que deshacía el empate en el último minuto.
La temporada siguiente trató de poner en práctica el mismo plan, pero ya desde el principio, y no le salió bien la apuesta, ya que jóvenes como Theo, Vallejo, Llorente, Ceballos, etc… no dieron el resultado querido. También es cierto que la papeleta era más difícil, ya que la presión era mayor al no estar tampoco la “unidad A” haciendo una buena temporada. Pero intentarlo, lo intentó, hasta el famoso fiasco de la vuelta de Copa ante el Leganés, donde ya perdió la fe del todo en la segunda unidad de esa temporada.
Esta temporada la experiencia ante Osasuna invita al optimismo. Creo que Rodrygo acabará tirando la puerta abajo y me extrañaría que, si sigue al mismo nivel, no acabe siendo el titular de la banda izquerda, con Hazard más de mediapunta por el centro. Jovic tiene el gol entre ceja y ceja y creo que tarde o temprano se destapará. Benzemà necesita descanso. Lástima que no parezca haber un buen recambio para Casemiro, pero para eso parece que está dando minutos de rodaje a Valverde.
Sigo opinando que la mejor opción habría sido ceder a Vinicius, adonde pueda jugar muchos minutos sin la presión del Madrid. Es aún muy joven, y creo que debería cuidarse mucho ese aspecto en él, porque podríamos frustrarlo como futbolista. ¿Y si se lo cambiamos en diciembre a la Real Sociedad por Ødegaard? Hasta les podríamos ceder a Fidalgo u otro centrocampista bueno del Castilla para convencerlos (Esto último es en realidad una alucinación mía).
Al final lo que de J.B.T. los mismos cab.... de siempre y como lo saben, de que les valio a Reguilon, Llorente y Vinicius el año pasado?
Absolutamente de acuerdo con lo expuesto en el artículo.
Medio equipo fuera incluido el portero, éste el primero.
Y los que están en el banquillo de titulares incluido Areola.
Si Zidane no está capacitado que se marche, ya lo hizo en una ocasión en la decimotercera a los pocos días.