Buenos días, amigos. La Supercopa, con ser importante, es lo de menos. El debut -con primer gol de blanco y primer título europeo de su carrera- de Kylian Mbappé es lo de menos. Nos revelaba el querido Javi Datos que el marcado por la estrella francesa es además el gol oficial número 10.000 en la historia del Real Madrid, pero esto, con ser histórico, con ser una hermosa coincidencia, es también lo de menos, como lo es hasta cierto punto el título número 27 de Luka Modric, que le sitúa en solitario en la cúspide de los héroes más laureados en la gloriosa historia del club.
Todas estas cosas son importantes, pero no son la más importante.
Lo más importante es el desbordante caudal de juego, el brillo de un equipo tan virtuoso como solidario, la mandíbula caída del mundo al contemplarlo y la consternación callada de los enemigos, que se mesan el pelo y musitan una letanía enternecedora que viene a resumirse en "¿Qué vamos a hacer contra esto?"
En As no se han roto la cabeza pensando el titular, pero no tenemos ni fuerzas para reprochárselo. ¿A quién le podemos reprochar nada cuando el Madrid juega así? Inevitablemente, se relajan los mecanismos reprochadores. El Madrid es una sinfonía perfecta donde las notas, vivaces, se mueven por el pentagrama con un dinamismo inusitado. Nadie ocupa un lugar fijo, y ello siembra la confusión hasta en un rival tan digno y concienzudo como Atalanta.
Militao está de vuelta, firme y elástico. Courtois hace su milagrosa aportación cuando se le requiere. Mendy es una fortaleza inexpugnable. Valverde está en todas partes, a la vez medio centro y estilete. Vinícius siembra el pavor, y pone su talento desbordante (nunca mejor dicho) al servicio del colectivo, regalando goles a sus compañeros.
Y luego está lo de Bellingham. Ajustado a su "nueva" posición de volante, es capaz de sacar un balón comprometido en área propia para armar un contragolpe y, segundos después, estar en área ajena rematando. Es el jugador más completo que han visto nuestros ojos. Qué manera de jugar, caracoleando, pugnando, combinando, manteniendo la pelota en su poder aunque le asalten una legión de jíbaros con cerbatanas. Las comparaciones con Zidane volvieron a florecer. Otros apuntan a Di Stéfano: el mismísimo Andrés Amorós ya dejó dicho aquí que no es ninguna herejía.
Es imposible no emocionarse con este equipo. Es imposible no soñar. Es imposible no meter prisa al reloj para que llegue ya el próximo partido.
Marca personifica el asunto en Mbappé, y no es de extrañar. Ha tenido que jugar sus primeros minutos con el Madrid para obtener el primer título europeo de su carrera. Su gol, a pase de Bellingham, es puro Kylian. Está radiante, y la afición lo está con él. Dice Marca que "Empieza la fiesta", y esa es exactamente la sensación. Con el añadido del astro francés, algo único se está fraguando. La maquina de ganar ha añadido a la receta un toque inigualable.
Disfrutad, amigos, y soñad con que seguiréis disfrutando.
La prensa catalana recoge el terrible incidente del apuñalamiento del padre de Lamine Yamal. Afortunadamente, está fuera de peligro. Condenamos, como no podía ser de otro modo, esta espantosa acción, enviamos un abrazo a Lamine y su familia y deseamos que su padre se reponga pronto.
Pasad un buen día.
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