La sucesión de Benzema

La serie televisiva de HBO, House of the Dragon, basada en el libro Fire and Blood de George R. R. Martin, nos ha mostrado a lo largo de su primera temporada, entre tras cosas, la obsesión del rey Viserys I Targaryen por su sucesión para ocupar el ya famoso trono de hierro de Poniente tras su muerte, y a los esfuerzos por mantener el concilio entre los suyos tras su decisión de que fuera su hija Rhaenyra la elegida para tal empresa es a lo que ha acabado dedicando Viserys la mayor parte de sus años de reinado. Si hay una casa en todo Poniente que pueda asemejarse al Real Madrid, aquella es sin duda la casa Targaryen. No sólo por su historia, su épica, su grandeza y esa casi justificada sensación de que están más cerca de lo divino que de lo terrenal, sino porque además fueron ellos los primeros en conquistar y unificar los siete reinos, arrasando a sus rivales sin posibilidad de réplica de una manera similar a como el Real Madrid conquistó y arrasó Europa en los inicios de la máxima competición continental. Al igual que al Madrid se le resistió la conquista de la nueva edición de la Champions League tardando 32 años en levantar la Séptima, también la casa Targaryen tardó lo suyo en incorporar el séptimo de los reinos, Dorne, a su territorio. Las similitudes están ahí, no hay más que buscarlas. Pero para el texto que nos atañe hoy, nos centraremos en el tema sucesorio. Y es la sucesión del gol blanco lo que nos lleva a reflexión.

De la misma manera que el Consejo Verde de Desembarco del Rey ha estado planificando la sucesión de Viserys durante años anticipándose al momento de su defunción, el club blanco sabe que la herencia del 9 es un tema que no debe tardar demasiado en ser abordado

En el Real Madrid, tras la marcha de Cristiano Ronaldo, la ocupación del trono del gol blanco siguió la línea sucesoria lógica cuando Karim Benzema, haciendo bueno el 9 que portaba en su espalda, surgió sin demora a tomar una mayor responsabilidad en el ataque blanco para cumplir con la cuota goleadora que se le presupone al delantero centro del mejor club del mundo. Sin embargo, y para desgracia no sólo del madridismo sino de cualquier amante del mundo del fútbol, Karim Benzema, Balón de oro desde el pasado lunes, no es eterno y dentro de poco el club blanco tendrá que afrontar el delicado asunto de quién será el próximo goleador del equipo vikingo. A pesar de que su estado físico no está tan deteriorado como el del rey Viserys en los últimos capítulos que le hemos visto, Karim ya está empezando a mostrar ciertos problemas físicos que no le están permitiendo rendir al máximo nivel en este comienzo de temporada (nada excesivamente preocupante, pues lo primordial en esta temporada vendrá a partir de enero y la verdadera pretemporada tendrá lugar nada más comenzar el próximo año). Los años pasan y en el caso de Karim se suma el hecho de que el delantero francés ha vuelto a ser llamado con su selección, lo cual puede contribuir a que su rendimiento no raye la excelencia de los últimos 3 años como principal estandarte del ataque merengue.

De la misma manera que el Consejo Verde de Desembarco del Rey ha estado planificando la sucesión de Viserys durante años anticipándose al momento de su defunción, el club blanco sabe que la herencia del 9 es un tema que no debe tardar demasiado en ser abordado. Un asunto delicado no sólo por tratarse de la despedida de una auténtica leyenda del club y del fútbol, sino porque de las decisiones que se tomen al respecto dependerá el futuro del gol blanco de los próximos años. Los candidatos (o las opciones) que pueden ser barajados desde la T4 son muy variados:

• Erling Braut Haaland: El delantero noruego sería el sucesor directo del 9 blanco. Su aspecto de gigante rubio y de ojos azules le confiere tanto porte vikingo como Targaryen y, si Florentino consiguiera ficharle y el noruego apareciera en su presentación en el nuevo Santiago Bernabéu montado a lomos de un dragón, yo particularmente no me sorprendería demasiado. Tras el fiasco del fichaje de Mbappé, Haaland ha pasado a ser el principal deseado por la afición madridista. Sus cualidades físicas únicas y la ingente cantidad de goles que es capaz de aportar conforman el aval que presenta el coloso noruego para sentarse en el trono que ahora ocupa Benzema y formar delantera presumiblemente con Vinicius y Rodrygo. Poco se puede decir de Erling que no se sepa ya. Es un jugador potente, con una gran fuerza física de la que se vale para ganar cualquier duelo que se le ponga por delante; una velocidad, agilidad y arrancada inusitadas para alguien de su envergadura y un instinto para leer los pases y centros de sus compañeros que, sumado a las características anteriormente ya mencionadas, le permiten marcar goles de todos los colores. Es evidente que sería el fichaje perfecto para redondear una plantilla cuyo futuro ya tiene una pinta que aterra en el resto de posiciones. El principal problema para su fichaje ya lo ha vivido el madridismo en sus propias carnes recientemente: sacar a una súper estrella mundial de un club-estado se antoja una tarea arduamente compleja, más allá de la aparente voluntad del jugador por vestir la camiseta del Real Madrid.

• Rodrygo Goes: la siguiente línea sucesoria la compondrían jugadores que ya forman parte de la entidad blanca. En el caso de Rodrygo, la transición del 9 sería suave en cuanto al estilo de juego del brasileño, ya que la finura técnica y la capacidad de asociación en espacios cortos hacen del carioca una versión joven (salvando las distancias, claro está) de ese Benzema al que tanto le gusta bajar a “mediapuntear” y combinar con sus compañeros; pero más compleja a nivel de números, donde el actual Rodrygo no parece estar preparado para acercarse a los goles que viene generando el atacante francés en los últimos años. Por supuesto, esta sería una opción valorable con el paso del tiempo, en función a la mejora de rendimiento de Rodrygo y a su adaptación a la posición de delantero centro. Además, este caso presentaría la necesidad de fichar un extremo derecho titular que, junto con Vinicius y Rodrygo formen una delantera capaz de acercarse a los 100 goles por temporada.

• Iker Bravo: aunque aún no es jugador del Real Madrid (está en calidad de cedido), es lógico pensar que, si cumple las expectativas, el equipo blanco ejercerá su opción de compra. Si bien el juvenil tiene muy buena pinta y dentro del club se tienen grandes esperanzas depositadas en él, no considero justo aún a estas alturas valorar esta opción en la misma medida que las anteriores, pero sí que puede ser una posibilidad a estudiar mientras se contempla la evolución del joven delantero catalán en el Castilla y, quizás, se le van dando oportunidades en la primera plantilla en estos años de proyección. Es un delantero de un corte ciertamente similar a Haaland: alto para su edad (1,84m), corpulento y que parece algo tosco en sus movimientos, pero nada más lejos de la realidad. Técnicamente es capaz de realizar acciones muy complicadas e imprevisibles en espacios cortos, lo que le convierte en un delantero muy peligroso dentro del área. Siempre con la portería en la cabeza, un gran juego aéreo y habilidad para manejar y definir con ambas piernas indistintamente, el delantero procedente del Leverkusen tiene unas cualidades inmejorables para convertirse en el próximo gran goleador español de la próxima década.

La sucesión de Benzema es un asunto delicado no sólo por tratarse de la despedida de una auténtica leyenda del club y del fútbol, sino porque de las decisiones que se tomen al respecto dependerá el futuro del gol blanco de los próximos años

• Endrick: la nueva gran perla brasileña es otro de los futuros aspirantes al trono. No es casualidad que el joven jugador de Palmeiras haya iniciado una guerra entre los grandes clubes europeos por hacerse con sus servicios. Aún es pronto para conocer su destino en el viejo continente, aunque parece que los dos gigantes del fútbol español son los que llevan la delantera. De acometerse su fichaje por el club de Concha Espina, sería debatible su posición en el campo, en función al tipo de jugador en el que evolucione, podría acabar alternando las posiciones de extremo y delantero centro con Rodrygo en una simbiosis en la que sería complicado dictaminar quién ejercería de Rey y quién sería su Mano. De Endrick destacan varias cualidades: a su ya mencionada polivalencia (puede aparecer por cualquier parte del frente ofensivo, tanto ambas bandas como por el centro) hay que sumarle un regate de carácter imprevisible, rasgo que parece inherente a la genética de los brasileños; una gran facilidad para armar la zurda y sacar el disparo en situaciones complicadas, con poco ángulo o un defensor muy encima; y la que para mí es su principal virtud y que le va a hacer ser un jugador diferencial: su tren inferior. Es un jugador bajito pero con un tren inferior que recuerda al de Agüero en la forma y que le permite realizar unas arrancadas con las que no tiene dificultad en dejar atrás a los rivales.

• Este último apartado está destinado a los que, en los términos de Poniente, serían los “bastardos” que podrían acabar reclamando el trono mediante derecho de conquista antes que por su derecho sanguíneo. Es decir, aquellos jugadores jóvenes quizás hoy desconocidos (o no) que puedan emerger en estos años venideros y que, mediante sus goles, cualidades y rendimiento, acaben llamando la atención del rey de Europa y puedan torcer algunos de los planes que seguramente ya estén trazados. Tan volátil es el universo del fútbol como el creado por el autor estadounidense y lo que hoy puede parecer un fichaje “de manual”, mañana a más tardar se ha convertido en un fichaje inviable o con poco sentido.

El Juego del Trono del gol está servido, queridos galernautas. Hagan sus apuestas.

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