Imponente, poderosa, la sombra de Santiago Bernabéu asoma cuando la memoria del momento y quienes interpretan sus tablas de la ley lo merecen, primero de forma leve, inundando su estadio si fuera preciso. Vaporosa, etérea, cumple con su esencia siempre que los fieles sean practicantes ciegos de una fe que se aprehende más con las sensaciones que con el entendimiento, con el ajuste de la voluntad a la exigencia implacable del rito. Algunos, por carencia de nobleza, nunca se acercan a percibir sus encantamientos, mientras otros, sacerdotes avezados, son capaces de imitarlos por sí mismos, aunque la silueta sombreada ni siquiera tenga intención de presentarse. Alcanzar el don de esta conducta requiere dedicación ciega, y quizás Modric y Benzema lo consiguen en estos tiempos convulsos.
Como el rayo de Zeus o la cólera de Yahveh, la sombra compareció de nuevo contra el Chelsea, porque este equipo de transición larga - con algunos veteranos de juventud prolongada, y con jóvenes que se van sumando, pasado el rito iniciático y a fuerza de ceremonias en el misterio de Bernabéu - es dueño del poder de su invocación. Luchar sin desmayo, con o sin probabilidades, buscar la victoria cuando nadie más confía en ella, arrollar al rival con algunos generales fuera del campo de batalla, con la caballería haciendo de artilleros, los zapadores de infantería, todo manga por hombro, pero ¡qué más da! cuando los hombres se comportan como deben y apoyándose sin dudar.
lo que sucedió no tiene que ver con el ahora sino con el siempre de este club irreductible
Entonces, al imperio rival, aunque sea británico, se le aflojan las rodillas, se le dispersa la mirada, mientras la incredulidad vaga por sus mentes en busca de una explicación racional a lo que no la tiene, porque lo que sucede no tiene que ver con el ahora sino con el siempre de este club irreductible, que se resiste a dejar de serlo, pues su vocación identitaria y constitutiva pronto viajó a la vocación de los interpretes de sus fines con dedicación inefable.
Por ello, los que no quieren asumir los vaivenes del destino madridista acuden a explicaciones vanas, a excusas infantiles, lejos ambas de la certeza implacable de la sombra del fundador del espíritu deportivo más longevo, tenaz y exitosos de la historia del deporte.
PD: Quizás a ustedes esta historia les parezca mágica y disparatada. Pero visto lo visto, ¿tienen alguna otra explicación más creíble? Pues eso.
Gran artículo. El Madrid es lo más parecido a la magia que existe en el mundo.
Maravilloso, Joe.
Muchas gracias, Julian. Saludos y afectos
Puede que este año nos quedemos en la orilla de la Champions al igual que el año pasado.
Pero te doy las gracias Real Madrid,por los sesenta y ocho años que llevo disfrutando contigo.
Nunca me decepcionas porque sabes ganar ,y llegada la hora también perder, no como otros.
Gracias Real Madrid.
Carlos Santandreu Muñoz
Socio número 1057 del Real Madrid C.de F.
Magia total, Llorente. Cuando no sale la lírica, como en Londres, se recurre a la épica. Otros recurrirán a árbitros o a la hierba alta. Pero menos sustos, por favor, que ya soy mayor.
Buen comentario.Para cuando uno sobre el desastre de la sección de baloncesto?
Brillante.
Tienes toda la razón,esto es indescriptible,este sentimiento es el MADRIDISMO
Y NADA MAS
El Madrid es eterno!!hasta el final vamos real!!
A qué juega el Madrid pregunta todos??pero todavía no lo sabes? El Madrid no juega al tiqui-taca, no juega al contrataque, no juega a colgar balones, ni tampoco juega entre líneas.
El Madrid solo juega a Ganar!!
Y como se juega a eso dice la gente??
Eso solo lo sabemos los que somos del Madrid....