Buenos días, amigos. La semana que viene será clave. ¿Clave para qué?, os preguntaréis anhelantes. Pues para todo, hombre, siendo todo cualquier fichaje de la canícula en la que ya estamos instalados sin remisión. Es julio y arde hasta Rusia, ni qué decir de Francia, así que imaginaos cómo arde lo de la summeriana y sus dimes y diretes fichajiles. Por arder, arde Arda.
¿Que quién es Arda?, os seguiréis preguntando, anhelantes o no tanto. Arda Güler, almas de cántaro, es decir, el nuevo Özil, el chico que tiene encandilada a la hinchada del Fenerbahçe y a vosotros también, lo sepáis o no, y si no lo sabéis ya os lo cuenta Mundo Deportivo, que en ausencia de nada mejor viene hoy con esta portada sobre el interés de Madrid y Barça en el joven turco. ¿Os parece una portada inane? Pues no nos jodáis porque es el highlight del día. No tenemos nada mejor que ofreceros hoy. Es todo cuesta abajo a partir de aquí, creednos. Lo comprobaréis vosotros mismos, de forma harto dolorosa, si seguís acompañándonos en el valle de lágrimas de estío que es este páramo lúgubre del portanálisis de hoy, una llanura yerma en cuyas noches sin luna ríen las hienas el triste destino del portanalista.
Seguimos. Arda Güler, amics. La portada de Mundo Deportivo titula de modo no poco desconcertante. “Clásico por Güler”. Luego alcanzamos a entender lo que decíamos antes, o sea, que Madrid y Barça se pelean por el futbolista. De ahí lo de “Clásico por…” ¿Lo pilláis?
Nosotros no, la verdad, y si no lo pillamos es porque negamos la mayor. Negamos lo de “Clásico” para empezar, negamos el término, negamos el marketing global que lo acompaña. Un partido entre Madrid y Barça no es un “clásico” de nada porque para que hubiera un “clásico” habría de darse una cierta equiparación entre los dos contendientes, y no la vemos. El Barça no está ni estará jamás a una altura ni remotamente comparable a la del Real Madrid. No lo está ni estará jamás en el ámbito deportivo, donde las cifras (14 Champions contra 5, menos que Paco Gento y las mismas que Isco) son suficientemente elocuentes. Pero sobre todo no lo está ni estará jamás en el ámbito moral, siendo como es el Barça un club corrupto que ha comprado al estamento arbitral español durante al menos dos décadas. No necesitamos que Ceferin nos diga, a través de ninguna sanción, que lo es. No necesitamos que lo refrende la justicia española, en cuyos tiempos confiamos tan rematadamente poco. El Barça es un club corrupto y el Madrid es un club honesto, eso lo podemos escribir en la pizarra de Bart Simpson todas las veces que nos pidáis que lo hagamos. De hecho, os agradeceríamos infinitamente que nos eximierais de la elaboración de este portanálisis, sustituyendo esta tarea por la otra. Nos resultará mucho más amena.
De manera que rechazamos el término “clásico” para hablar de un partido Madrid-Barça por la absoluta desproporción deportiva y moral entre ambos contendientes. Imaginad entonces hasta qué punto rechazamos la utilización del palabro, todavía más hortera, para designar una hipotética pugna por un futbolista en la ventaja de verano, o en la de invierno, o en la de otoño, o en la indiscreta. Clásico por vuestra prima segunda, diario de Godó, grande de España.
Aparte de llamar “clásico” al supuesto combate canicular por Arda (estamos en condiciones de confirmaros que es cierto que en el Madrid el chico interesa), Mundo Deportivo nos da más detalles sobre la encarnizada lucha por “la perla turca”, y nos acota temporalmente la lucha.
¿Sabéis cuándo va a alcanzarse la máxima temperatura en cuanto a la inminencia de una solución? ¿Sabéis cuándo más arderá lo de Arda? ¿Alcanzáis a imaginar qué momento del largo verano que se nos presenta será “clave” (¡clave!) en el fichaje del chico?
Qué tíos (y tías). Lo habéis sacado a la primera.
LA SEMANA QUE VIENE SERÁ CLAVE.
Dice Mundo Deportivo: "Madrid y Barça pugnan por hacerse con los servicios de la perla turca de 18 años. El club azulgrana está posicionado y LA SEMANA QUE VIENE SERÁ CLAVE".
“La semana que viene será clave” es la frase del verano. Pero no de este verano. De todos. Esto último debe pronunciarse con el mismo tono y las inflexiones que utiliza Florentino en el célebre audio en el que gloriosamente espeta: “Son unos cabrones. Pero no de ahora. De siempre”. Nos encanta ese momento. Nos hace querer a Florentino todavía más.
“La semana que viene será clave” es, sí, la frase del rumor fichajil veraniego por excelencia. La semana que viene siempre será clave. Es una frase que nunca es mentira por cuanto nunca especifica cuándo viene la semana en cuestión. Puede venir de manera inmediata al fin de esta, o de manera correlativa a la siguiente, y así sucesivamente, porque todas las semanas del futuro “vienen”, tarde o temprano y al fin y al cabo.
-Hijo, ¿cuándo vas a ponerte a estudiar de una puñetera vez?
-La semana que viene será clave, papá.
La semana que viene será clave en el fichaje de Mbappé. La semana que viene será clave en el fichaje de Kane. La semana que viene será clave en el fichaje de Güler. Y así con todos. Se comenta en los mentideros que la semana que viene será clave, incluso, en la llegada de la semana que viene. Es más, en El Chiringuito aseguran que una cosa es inseparable de la otra.
“La semana que viene será clave” es el cliff-hanger perfecto. Te mantiene pendiente de la semana que viene, precisamente, desde las 0:00 horas del domingo (póngase hoy, esta noche) hasta las 23:59 del domingo próximo, que es cuando la semana que viene pasa a ser la siguiente y se reanuda el ciclo con la aceptación resignada de quien cuenta ovejas para dormir. Todas las semanas son la semana que viene, con la excepción de esta, claro está, aunque si nos ponemos incluso esta semana es la semana que viene de la anterior. Qué pensamiento, este último, tan desasosegante. A ver si Güler o Mbappé o Kane ficharon ya, en la semana que venía a la que vino hace una semana más, y no nos hemos enterado por haber estado demasiado pendientes de las portadas, que hoy como os adelantábamos antes dibujan tras la de Mundo Deportivo un slalom de desinterés que alcanza velocidades de tedio más que proporcionales al terreno descendido.
Os lo advertimos. En fin. Es lo que hay y no es nuestra culpa. Firmad ahora mismo en la línea de puntos del disclaimer y, a continuación, ved en YouTube las mejores jugadas de Arda Güler. SPOILER: cuando después del regate se corta la jugada, es porque Arda la tira fuera. Pero eso no significa que el chico sea malo, ojo. Tiene pintaza.
Pasad un buen día y tal. Y recordad: la semana que viene será clave. La semana que viene es un soplo de aire fresco. El aire de un bosque fragante se cuela en los intersticios del sintagma “la semana que viene”. La semana que viene seréis felices. La semana que viene es el ventilador.
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5 comentarios en: La semana que viene será clave
"-Hijo, ¿cuándo vas a ponerte a estudiar de una puñetera vez?
-La semana que viene será clave, papá."
GENIO!
Por cierto la semana que viene será clave para que mis vacaciones estén más cerca...
Qué sería de mí sin la Galerna. Estas mañanas de domingo...
Lo del Portanálisis de la Galerna viene a ser como agua de junio para paliar el hastío del estío hecho noticias deportivas.
Lo de "cliff-hanger" y "disclaimer" me ha encandilado. Pero lo de "intersticios del sintagma" me ha llegado al alma.
La labor de la Galerna, en unos momentos plenos de frustración y decepción para los que gustaríamos de un deporte espectáculo menos intervenido por influencias extradeportivas , es impagable. Es el hilo conductor que me permite, por momentos , seguir conectado a ese impulso vital que es el Real Madrid. Porque , sin duda, en Henri Bergson subyacía el Real Madrid cuando acuñó el concepto "elan vital".
Tiene razón la Galerna
La semana que viene será clave para que el NIÑATO TRAIDOR, nos de otra vez con la puerta en las narices
Y lo más INRI que el club en la ruina nos pise los fichajes en este caso dicen que un turco
Lo preocupante sería que nos pisará a jugadores como Bellingham, Camavinga o Tchouaméni. El que se interese por un jugador, que si viene al Madrid sería seguramente para jugar en el Castilla, nos da idea del nivel de los fichajes a los que puede aspirar un club cargado de deudas y al borde de la quiebra.
Preocupación, ninguna.
Yo creo que la semana que viene, o sea la semana entrante mañana lunes, será clave y positiva para un servidor en lo personal. Y extiendo este sortilegio al Real Madrid y a La Galerna.
Queda escrito.