La primavera

Hoy comienza oficialmente la primavera. Un esplendor que, ya sabemos, la sangre altera. Aunque más ha acabado por alterar los biorritmos del establishement pipero, antimadridista, culé y colchonero, la victoria en San Mamés del líder de la Liga –sí, el líder, quién lo diría- en la antesala del coitus interruptus que supone el  parón de selecciones.

Imagínense cómo hubieran degustado una semana sin Liga los gourmets del pensamiento único, no para informar precisamente sobre el devenir de España en el bodrio clasificatorio de todos los años, sino para abrirnos en canal con la enésima crisis blanca e inocular su veneno en cantidades industriales. Ya saben, Keylor no para un taxi; City, Juve, Barça y Gimnasia Jujuy tocan la puerta de Isco, Benzema hace mobbing a Morata y la abuela fuma. Pero no pudo ser, nada de eso. El Madrid ganó en Bilbao y permanece en lo alto de la tabla. Su perseguidor tampoco desfallece, aunque su épica se reduzca al clásico penalti y expulsión de cada día.

Así las cosas, el sopor FIFA se impone en los albores de un abril infernal donde Atlético, Bayern y Barcelona se afanarán en fastidiarnos la existencia. Tan estimulante es el futuro y tan plomizo resulta el presente futbolístico, que hoy estamos en servicios mínimos portanalíticos. Casi de cabezada. Fíjense cómo está el panorama que uno de los más fieles grouppies de La Roja dedica su portada a la batalla de München del mañana. Vale, sí, en la azotea de la Ouija observamos a Piqué y Sergio Ramos conversando en el entrenamiento de su selección, la selección de ambos, al menos de momento y hasta nuevo aviso del Sr. Puigdemont. Ante las pasiones que desatan los partidos de España contra Israel y compañía, teles, periódicos y radios se entretienen con los guiños del camero y las pamplinas del culé. Habrá que estar atentos hoy a El Manolo –antes Los Manolos- porque a buen seguro disponen ya de material audiovisual suficiente de la charla de Gerard y Sergio como para una nueva trilogía de El Señor de los anillos. Ojo, que en cualquier momento nos dicen que después de una serie de genuflexiones Ramos pidió a Piqué perdón, clemencia y misericordia por no acabar de entender su refinado sense of humor.

De la piedrecita al pedrusco, permanezcan atentos.

Lo que no acabamos de entender es el baile de fichajes con el que pretenden espantar la mosca del tedio periódicos tan dispares como la Hernia y Mundo Deportivo. Si el rotativo madrileño –que no madridista- nos propone a Yuri y Aaaron como fichajes en los laterales, el diario de Godó, grande de España, se tira directamente a la piscina desde un trampolín olímpico con varios giros imposibles, tirabuzones y volteretas, al estilo de Ney y Suárez dos o tres veces por partido y preferiblemente dentro del área.

Que dice MD que el Barça quiere a dos panolis para que la MSN no se apalanque. Se llaman Paulo y Antoine y deberían dar las gracias porque el Todopoderoso se haya tomado una mínima molestia en interesarse por semejantes insectos. Al parecer, Paco Alcácer está quemado de poner los conos en los entrenos y Antoine y Paulo podrían echarle una mano en tan poco valorada función. Con André Gomes, el zasca azulgrana veraniego a FloPer, y el citado Alcácer tenemos 100 kilos sentados en el banquillo del culerío, si no en la grada, y aquí paz y después gloria. El caro es Pepe.

Ni qué decir tiene la quincuagésima renovaçió en tres temporadas del menudo argentino que tanto ama al FC Barcelona, a Barcelona, a la Ciudad Condal y a Catalunya.

Leo  no dirá nada al respecto, y menos en la lengua de Josep Plá –bona nit como mucho- porque ya sabemos que Leo, como su padre y como el papá de Neymar, es más de números que de palabras.

Numerito el de Unzué y la bicicleta, como Shakira y Carlos Vives, dando así como lástima para ver si le ficha el Barcelona en sustitución de Mr. Simpatía 2017.

A nosotros en cualquier caso nos gustaría más el regreso de ese triunfador llamado Tata.