Tenemos la mítica ‘Pesadilla en Elm Street’, filmada por Wes Craven en 1984 y todas sus secuelas, que confieso no he visto porque no aguanto el miedo; también contamos con una ‘Pesadilla en la Cocina’ e incluso con alguna película titulada escuetamente ‘Pesadilla’ o la redundante ‘Pesadilla en el Infierno’, estrenada en el año 2018 y que, con ese título, ya debe de ser el colmo del terror.
Con lo que no contábamos, aunque llevábamos tiempo rumiándolo de forma inconsciente, es que íbamos a despertarnos de lleno en ‘La pesadilla FIFA’.
Lo del Virus FIFA ya se queda muy corto. No está a la altura de lo que está sucediendo en el mundo del fútbol y de las consecuencias que están generando tanto un calendario absolutamente inconsciente como el medieval derecho de pernada que las federaciones y, por tanto, las selecciones, tienen con respecto a los clubes de fútbol.
Lo de virus FIFA se queda muy corto, hemos despertado de lleno en 'La pesadilla FIFA'
El último parón o ventana ha sido especialmente desastroso, cruel y esclarecedor de lo que está ocurriendo. Los clubes están completamente indefensos, y quien dice los clubes, dice los aficionados y socios de unos equipos que se ven esquilmados cada dos meses sin contemplaciones y que, además, deben cargar con las consecuencias de unos partidos incomprensibles como el Francia-Gibraltar en cuya previa se lesionó Camavinga para dos meses y medio. Ese partido era lo más parecido que se puede encontrar en versión selección de fútbol a un duelo entre un equipo de solteros y casados contra una selección de nivel mundial.
Si incomprensible fue ese choque entre galos y ‘llanitos’, que ha tenido consecuencias funestas tanto para Camavinga como para el Real Madrid, que se va a ver privado de uno de sus jugadores más en forma durante un tramo muy importante de la temporada, lo que ha sucedido con Vinicius ya clama al cielo.
El fútbol actual, completamente globalizado, considera los viajes oceánicos como si fueran simplemente un antiguo desplazamiento a Tomelloso desde Madrid, por poner un ejemplo.
Vinicius sucumbió después de tres viajes cruzando el Atlántico prácticamente en dos meses. Otra lesión de larga duración que pagará el Madrid.
El club blanco ha perdido de una tacada a su mejor delantero y a su centrocampista más emergente. Sin más. Y no puede hacer nada.
El despropósito es total y afecta a todos los clubes. Jugar en la selección se está convirtiendo en una profesión de alto riesgo.
A Bellingham, su jugador más decisivo, le hicieron además viajar como quien coge el metro para ir de la estación de Metro de Campamento a Plaza España (los lectores que vivan en Madrid me entenderán) para revisarle el hombro. Más desgate. Más cansancio. Más probabilidades de una lesión en los próximos partidos.
El despropósito es total y afecta, más tarde o más temprano, a todos los clubes. Al Manchester City le han devuelto cinco jugadores lesionados con el sello de ‘Pesadilla FIFA’; la Real ha perdido a Oyarzabal por un mes, como antes también perdieron el Leipzig, Athletic y el PSG a Dani Olmo, Nico Williams y Asensio, y el Barcelona tendrá a Gavi en la enfermería para toda la temporada. Jugar en la Selección se está convirtiendo en una profesión de alto riesgo. Para hacérselo mirar.
En total, 25 jugadores regresan de su periplo con las selecciones lesionados. Es sangrante.
En el caso del Real Madrid, el daño que esta ventana FIFA ha causado es incalculable. Veremos las consecuencias a final de temporada. Por el momento, el cabreo de socios y aficionados del Club es monumental. Y lo malo es que no se puede hacer nada. Es lo que tiene vivir en un sistema feudal en pleno siglo XXI.
Getty Images.
La Galerna trabaja por la higiene del foro de comentarios, pero no se hace responsable de los mismos