El Madrid siente la lesión de Benzema como la novia que enviuda el día de la boda. Pero una vez que la novia asume que su pareja ha muerto, quizá le resulte mejor echar un vistazo por si hay algún otro candidato entre los invitados. El nuestro es Jovic. Obviamente, asumo que va a sonar oportunista sacarlo a pasear justo esta semana en un artículo en forma de loa; pero, por otra parte, ¿a qué otra cosa se dedica un columnista?
Seré breve: me encanta Jovic. Es lo más parecido que tenemos a Benzema, en la forma de entender el fútbol, y sabiendo que la comparación es la madre de todos los odios. Hay algo diferente en su modo de ser futbolista. Un juego sigiloso, reservado, sobrio. Un segundo plano en el campo, incluso cuando adquiere el mayor protagonismo. Una manera de estar en el partido típicamente balcánica, que algunos confunden con desidia, cuando no es más que carácter. Eso, y haber sobrevivido a Zidane. Porque Jovic fue otro de esos extraños casos, otra promesa del fútbol cotizadísima que, nada más caer en las manos de Zidane, se secó como un cactus; como un cactus y —lo tenemos más a mano— como nuestro Vinícus. No quiero decir que haya ahí un patrón, una causa-efecto, pero sí, claro, naturalmente que lo quiero decir.
Así, Jovic juega como un superviviente. Protege el balón como nadie. Decide siempre entre la pausa y el latigazo, cuando no lo esperas, con inteligencia, buscando siempre armar la jugada de gol, sin importarle si lo ha recibido en el punto de penalti, o en el medio del campo. Y remata todo con potencia, a la manera en que solo saben hacer los asesinos del área, con extrema frialdad. No me sorprendió que el otro día se jugase la cabeza y los dientes para empujarla a la red.
El talento de Jovic es estar en el sitio apropiado como si no estuviera y, de pronto, rematar con lo que sea, buscar la portería y armar el tiro caiga quien caiga, aunque en el empeño tenga que matar a cuatro defensas
Hay, sí, en la manera de ser futbolista de Jovic un atisbo de melancolía, también muy balcánica. Otro buen conocedor de ese carácter, el escritor yugoslavo Ivo Andric, dejó escrito algo que bien podría definir su forma de jugar: “la tristeza es también un tipo de defensa”. No lo verás correr con alegría como a un Vinícius, ni regatear con pausa y estilo como un Modric. Es otra cosa. Su talento —los niños ahora dicen superpoder— es estar en el sitio apropiado como si no estuviera y, de pronto, rematar con lo que sea, buscar la portería y armar el tiro caiga quien caiga, aunque en el empeño tenga que matar a cuatro defensas. Lo entenderás mejor si dedicas unos minutos a ver los videos de los 27 goles que enchufó en la temporada 18-19 en el Eintracht. No existe ninguna posibilidad de que esa temporada sea la excepción que confirma la regla.
Hazard, Bale, y hasta Isco han tenido infinidad de oportunidades de resurrección en los últimos años, lesiones al margen, tanto con Zidane como con Ancelotti. A Jovic lo hemos visto, casi sin excepción, saltar al campo en el minuto ochenta una y otra vez. No insinúo que deba ser titular indiscutible, y mucho menos teniendo a Benzema, pero es un delantero diésel y necesita más tiempo en un partido; de nuevo, no es una bomba como Vini Jr.
Es además uno de esos tipos que acaba con la paciencia de la defensa sin que nadie se entere. Por lo general, despreciamos a los delanteros que hacen trabajo gris y callado, porque de un goleador lo que esperas es que se le vea. Pero lo cierto es que Jovic, precisamente por su manera tan bregada de bajar el balón, de cabecearlo todo, de moverse con inteligencia pegado a la defensa, termina por asfixiar a los rivales, que tarde o temprano bajan la guardia.
Celebro que la misma parroquia que lo ha crucificado y metido injustamente en el pack de los apáticos (Hazard, Bale, Isco), no tenga ahora reparos en aplaudir sus últimas actuaciones y titular a toda página que el chico ha resucitado. Celebro, en fin, que la desgraciada lesión de Benzema le haya abierto un huequito de oportunidad en el universo merengue. Confío en que sepa aprovecharlo porque tiene talento para hacerlo. Tal vez sea buen momento para recordar, pensando en la cara gris de Jovic, que “mientras haya oscuridad”, de nuevo Ivo Andric, “hay luz del día”.
Fotografías Imago.
A mi es un jugador que me gusta, es buen rematador, y se asocia bien. El problema es que su correr es lento y con esto irradia apatía...en todo caso pienso que de ser titular marcaría sobre 25-30 en liga. No es luk de jong
Que manía con atizar a Zidane con cualquier excusa... Vinicius jugó y mucho con Zidane, tal vez por estilo de fútbol que practicaba el Madrid con el francés, más de posesión, muy horizontal y de ataques estáticos, Vinicius no brilló tanto como esta temporada. Pero eso no quiere decir que no confiara en él. Lo de Jovic es distinto. Benzema ha estado a un nivel insuperable desde que se marchó Cristiano, es normal que Jovic haya jugado un rol menor. Así mismo el balcánico también ha cometido errores en estos dos años y muchas veces se ha mostrado apático y descentrado. Si se incorpora al carro estupendo, tiene calidad para ello, pero no aprovechemos el menor motivo para atizarnos entre nosotros. Da la sensación de que estamos esperando a que Bale marque un gol o a Hazard le salga un regate para pasar todas las facturas acumuladas. Los jugadores a veces se merecen las críticas porque se espera mucho de ello y el rendimiento, en ocasiones, no es el esperado. No pasa nada por exigirles. Esto es el Madrid. Lo decía el otro día Ancelotti en referencia a Varane. Para todo lo demás está el Manchester o el Arsenal.
Ok. El hablar mal de Zidane tiene delito. A veces pienso que hay aficionados, y comentaristas, como en este caso, a los que se le va la pinza.
Por una vez voy a estar de acuerdo contigo. Igual es un principio.
Buenas tardes. Sin ánimo de ofender ni menospreciar a nadie, pero (y disculpen mi mala memoria para los datos concretos) creo recordar que Jovic hace como un par de años, un partido contra el Osasuna (repito, disculpen si me equivoco en datos concretos) salió sobre el minuto 80 como venía siendo habitual, marcó gol y la ”recompensa" de Zidane fue no sacarlo ni un solo minuto en los siguientes cuatro o cinco partidos. Lo siento, pero así no hay jugador de que coja confianza y rinda..
Decir que con Zidane Vinicius de secó como un cactus es una afirmación que ahonda en un bulo que se viene extendiendo y que el madridismo tonto, como en otros tantos casos, compra sin mucha reflexión .
Vinicius era , aún sin meter goles, el preferido de la afición del Real Madrid gracias a la confianza que Zidane tenía en él. Su fútbol ,además de artístico ,era efectivo por los goles que provocaba y por una sencilla razón. Era el único jugador de la Liga que te garantizaba que balón que caía en sus pies en pocos segundos viajaba al área rival y eso era ya una mina .
Jovic ha despertado , como lo hizo Mariano que es más incisivo,pero el año pasado pasó desapercibido. Jugó siete partidos de Liga.
Vinicius no era un cáctus con Zidane , jugó el curso pasado treinta y cinco partidos en la Liga, ningún jugador exceptuando el portero blanco jugó más. Luego, eso de repetir que Zidane no confiaba en él me parece un poco sospechoso y ese saco de piedras en la espalda no se lo merece Zidane. Es más, mantenerle en activo , un delantero que no metía goles, es una prueba evidente de lo contrario.
Punto para Mariano Gómez. Cuando con los datos "luchan" contra las opiniones, ganan los datos.