En el vasto escenario del Santiago Bernabéu, donde a menudo las expectativas y la realidad se entrelazan en un baile eterno, se disputó un partido que prometía ser casi un hito en la historia del club: la hora del debut de Kylian Mbappé, el jugador más deseado en los últimos años por la afición blanca había llegado. El astro galo pisaba, por fin con la blanca, el césped del templo madridista.
En las horas previas al partido, las calles de Twitter Real Madrid se llenaron, para colmo, de un murmullo incesante, una sinfonía de voces exaltadas que, alegres y risueñas, proclamaban que Arda Güler sería titular. Como si de una promesa divina se tratara, el nombre de Güler resonó en cada post de X. Mbappé y Güler estaban destinados a iluminar la tarde en el Bernabéu, invocando la esperanza de un espectáculo sublime, un teatro donde los mortales tendríamos la oportunidad de vislumbrar, aunque sólo fuera por un instante, la perfección. Así son las expectativas madridistas hasta el pitido inicial.
Pero el destino, caprichoso como siempre, decidió tejer una trama bien distinta. Más o menos en el minuto 5, La Liga parecía perdida. El juego, lejos de estar cargado de la pasión que todos esperaban, fue un desfile de pases erráticos, controles imprecisos y decisiones carentes de imaginación y sentido. Mbappé parecía caminar por el campo como un filósofo desencantado. Güler, por su parte, se desvaneció entre la maraña de jugadores, permaneciendo su talento oculto tras la cortina de la mediocridad reinante. No se tiraron almohadillas al campo porque eso ya no se lleva.
Mbappé y Güler estaban destinados a iluminar la tarde en el Bernabéu, invocando la esperanza de un espectáculo sublime. Así son las expectativas madridistas hasta el pitido inicial
Las expectativas comenzaron a desmoronarse como castillos de arena frente a la marea de la realidad. Los rostros que al principio reflejaban entusiasmo fueron poco a poco transformándose en máscaras de decepción. ¿Dónde quedaba la genialidad prometida? ¿Dónde el destello de grandeza que justifique el precio de la entrada, el pago de Movistar o, simplemente, el favor en casa para poder ver el partido en el bar? ¿Acaso no marcaría Mbappé un hat-trick en cada partido? ¿Acaso somos un equipo como los demás?
¿Acaso no marcaría Mbappé un hat-trick en cada partido? ¿Acaso somos un equipo como los demás?
El tiempo avanzaba, implacable, sumiendo al estadio en un sopor colectivo, como si la monotonía del partido fuese una letanía de la que nadie podía escapar. Presos en este Hotel California particular, la bola llegaba a Mbappé, y este la devolvía, para volver a empezar. Y así la primera mitad pasó sin gloria y con pena, y el descanso llegó como un bálsamo para almas cansadas.
Fue entonces, en la segunda mitad, cuando ocurrió lo inesperado. Una falta lejana, un golpeo certero que rompió la monotonía con la precisión de un bisturí. La voluntad de poder de Nietzsche convirtió a Valverde en el Übermensch que trasciende las limitaciones humanas. Ya se lo había dicho Ancelotti: hay que chutar, demonios. La multitud estalló en un grito catártico, exorcizando todos los males acumulados hasta el momento. Quizás La Liga no estaba perdida.
Con el marcador a favor, el partido comenzó a cambiar de tono. Brahim, del que todos suponían, con desagrado, que sería el sustituto de Bellingham en el once, emergió desde el banquillo y marcó el gol de Mbappé. Usó el cuerpo, la carrera y la habilidad, todo en un instante, para colocar el dos a cero, sellando así su lugar en la narrativa de la tarde.
No fue la victoria soñada, con Güler asistiendo y Mbappé goleando. Fue algo todavía mejor. El Real Madrid, en noventa minutos, nos había vuelto a regalar un paseo en la montaña rusa de la expectativa
Finalmente, cuando el partido estaba por expirar, debutó Endrick. Recibió en la frontal, regateó como Romario y finalizó como Ronaldo Nazario, que le admiró desde el palco. Tenemos al nuevo Pelé. Mbappé, Vinícius, Rodrygo son buenos, sí, pero este es mejor. El próximo partido será titular y marcará un hat-trick. La Liga está ganada. Y la Champions. No fue la victoria soñada, con Güler asistiendo y Mbappé goleando. Fue algo todavía mejor. El Real Madrid, en noventa minutos, nos había vuelto a regalar un paseo en la montaña rusa de la expectativa. Endrick, bienvenido al Real Madrid.
Getty Images.
Artículo tan realista como divertido
Muchas gracias!
Más que expectativas el problema es crear una falsa realidad. Es imposible que este equipo que, incluso con Kroos, no jugaba de manera excepcional, lo haga ahora. Este equipo está hecho para correr y sin espacios eso es casi imposible. Asumamos que vamos a ganar un montón de partidos y que somos los grandes favoritos a todo siempre que tengamos los pies en el suelo. Primero presionar alto para robar en campo contrario y no tener que correr hacia atrás todo el rato. Segundo defender juntos y con intensidad, como se hizo el año pasado. Tercero velocidad de circulación y acabar las jugadas. Ayer la mayoría de los titulares la pedían al pie y jugaban andando. Sin esas bases este equipo no va a brillar por muy contundente que sea. Creo que Ancelotti lo sabe y por eso está preocupado.
La preocupación de Ancelotti tiene viene motivada por lo siguiente
Sabe que Mbappe no es ni será nunca delantero centro. En esa demarcación será un verdadero fracaso y eso tiene que arreglarlo el.
Otra preocupacion es no dejar en el banquillo a jugadores que no le responden y que hoy en día deberían calentarlo: Rodrigo, Tohuchameni, por otros que deberían ser titulares Brahim, Guller, Endrik Ceballos y no se atreve.
Otra preocupacion es preguntar a los jugadores que pretenden dando 100 pases para perder el balón y que el contrario les coja en bragas, a no ser que ese fútbol amanerado sea lo.que les inculca en Valdebebas
Y otro preocupación quizás la más grande es meterles en la cabeza que a los contrarios no se les gana con el escudo, sino corriéndo más que ellos porque la técnica se les supone
Ayer me traje entero el partido entre el Osasuna y el Mallorca para ver las excelencias de este último, pues las excelencias las demostraría contra el Madrid , no ayer
Y viene a cuento de que el tal Muriqui que volvió loco el.solo.a la defensa de nuestro Madrid, tuvo enfrente a un defensa Catena , por cierto jugador que fue de mi Rayito, que tiene la virtud como defensa de conocer al jugador clave de los contrarios y hacerle un marcaje de 10. Eso también lo sabía su entrenador
Aquí van estadísticas
El tal Muriqui tocó seis veces el balón
El tal Muriqui se fue con cero goles
El tal Muriqui no remato ningún corner
Esto deberán haberlo sabido Ancelotti y en especial Rudiguer y otro gallo hubiera cantado en San Moix
Resumo los males del RM:
. Juega muy lento. Fin.
Fijáos que los jugadores juegan a 3 o 4 toques por pase, como en 2ªB. Los mejores jugadores juegan a 1 toquen, como mucho 2. Esto hace que el juego sea totalmente predecible y mediocre.
Los jugadores del RM son pequeños, entonces no destacan de forma posicional ni en el juego de espaldas, como destacan es con espacios, y LA ÚNICA manera de generar espacios es MOVER RÁPIDO LA BOLA, y no como un equipo de 2ªB
No hace falta que mencione quién orquestaba al equipo el año pasado siempre a 1 toque, y comandaba las posiciones de sus compañeros para que jugaran a 1 o 2 toques...
No hace falta que repita lo que llevo diciendo todo el verano: el RM tiene peor equipo ahora que el año pasado, porque Kroos hacía mejor a todos los demás, y Mbappe solo aportará gol. Gol que ya sobraba.
Confío en Carlo, lo arreglará
Yo desde mi modestia, veo en estos 2 partidos unos problemas que supongo serán temporales: el Madrid está muy, muy cansado, por un lado. Y luego veo una tozudez incomprensible de Ancelotti en mantener a Rodrygo y Tchouameni, como ha dicho otro compañero, teniendo en el banquillo las alternativas que tiene. Lo de los 3 cambios el último minuto en Mallorca el otro día me enojó muchísimo.
Yo no estoy de acuerdo con lo de Rodrygo y Tchouameni. Me parece que el francés es fundamental sin Camavinga ni Jude. Es cierto que no está jugando bien pero es el único que mantiene la posición en el medio y siempre hace un buen balance defensivo. Le falta mucho, eso sí, y hay que exigirle, pero ahora mismo es innegociable. Rodrygo creo que ha sido de lo mejor del Madrid en estos dos partidos. Casi todos los equipos punteros del mundo juegan con 3 delanteros (dos extremos y un nueve). El 442 es algo casi extinto. Me parece que el dibujo es el correcto, el problema es el ritmo de juego, muy bajo, demasiado como para hacer daños a equipos defensivos. Y por otro lado la falta de intensidad a la hora de presionar. Si eres un equipo diseñado para las transiciones (es decir, no para la posesión) o robas o fuerzas el fallo con presión, sin eso no vas a poder correr. El año pasado lo hacíamos, este, de momento no.
Joe, cuanto analista tipo maldini y axel...que saben de todo en el fútbol que alegría, no se como carleto no ficha a alguno de vds. quedo perplejo...pero que hay de lo mio viejo? Que fue del negreilona f.c que pagó al menos durante 2 décadas a los arbritos 7,3 millones para amañar partidos y así ganar haciendo trampas, esto debería ser nuestro manera todos los días y a todas horas en nuestro trabajo en nuestro entorno en el medico en el bus en el aeropuerto en definitiva todo el día.. hasta q hasta justicia y dejar para los que saben las cosas de comer....a ver si va resultar que carleto es un novato que no tiene ni idea y florentino igual
El éxito del Celta esta temporada es correr y profundidad al primer toque.
Si eso lo hiciera el RM, otro gallo cantaría.
Saludos