Un control de balón. Una mirada que otea el horizonte escrutando el óptimo futuro próximo. Un gesto imperturbable mientras arma su pierna derecha y carga el peso de su cuerpo en la contraria. Un balón que sobrevuela el terreno de juego trazando una diagonal perfecta hasta llegar sin inmutarse al pie de un compañero, que se pregunta cómo tan solo un par de segundos antes el esférico estaba en su área y ahora está a escasos metros de la portería contraria. Cuando uno menciona a un madridista el nombre de Xabi Alonso, resulta difícil que no le evoque cualquiera de los excepcionales pases largos que dio durante su etapa blanca en el equipo de Mourinho.
Escoger al mediocentro favorito de la historia del Real Madrid es una tarea ardua por exceso y variedad de posibilidades, incluso para alguien que apenas alberga tres décadas en su documental nacional de identidad. Redondo, Makélélé, Casemiro, Kroos, Modric… Muy diferentes todos ellos, se han hecho un nombre en diferentes etapas del club y del fútbol adaptando su juego a lo que el Real Madrid requería en cada momento. Sin embargo, Xabi Alonso siempre fue una debilidad personal, y doy gracias al Ser Superior del fútbol por habernos concedido el privilegio de disfrutar de su maestría en el Santiago Bernabéu. De hecho, tras el dinero desembolsado por Cristiano Ronaldo, Kaká, Benzema y varios secundarios como Arbeloa, Granero o Albiol, la llegada del centrocampista vasco se antojaba casi improbable, pero afortunadamente no imposible para el mejor presidente de la historia del Real Madrid.
Cuando uno menciona a un madridista el nombre de Xabi Alonso, resulta difícil que no le evoque cualquiera de los excepcionales pases largos que dio durante su etapa blanca en el equipo de Mourinho
Es cierto que Xabi Alonso no puede mirar a la cara a otros muchos mediocentros a nivel de palmarés (ay, su dichosa salida), pero su llegada al club de Concha Espina no pudo venir en mejor momento ni tener mejor encaje. Su entendimiento con el fútbol de José Mourinho dio lugar a ese posicionamiento ya icónico de Xabi entre los centrales para ocuparse de, en primer lugar, una salida de balón que el club blanco hacía años que no veía tan pulcra, y, en segundo, esos emblemáticos y precisos desplazamientos largos que encontraban con facilidad a tan voraces atacantes blancos como eran Cristiano Ronaldo y Di María.
Tras su exitosa etapa en la ciudad de los Beatles, de dónde llegó con una Champions (gol en la final incluido) bajo el brazo, Xabi volvió a importar su fútbol a tierras nacionales para ponerlo a disposición del modelo de Rock ’n’ Roll que le ofrecía Mourinho, que sabedor de su única debilidad (la falta de velocidad) le puso a un todocampista al lado como Khedira para que hiciera el trabajo oscuro mientras Alonso dirigía el juego y recuperaba balones más por inteligencia posicional que por físico.
El tolosarra fue pieza clave en el equipo que, en mi humilde opinión, mejor ha jugado al fútbol desde que tengo uso de razón y que más ha llegado a conectarme con el club hasta que ha llegado la generación de la que disfrutamos actualmente. No sólo por el fútbol desplegado, sino por la fiereza con la que se defendió al Real Madrid en todos los contextos.
Xabi Alonso fue pieza clave en el equipo que, en mi opinión, mejor ha jugado al fútbol y que más me ha conectado con el club hasta que ha llegado la generación de la que disfrutamos actualmente
Xabi, un tipo tan inteligente dentro del campo como fuera de él, fue quizás la máxima representación de lo que debe ser un jugador del Real Madrid, pues sin dejar de lado su inherente elegancia, fue capaz de defender al club en la época más bélica que experimentó el Madrid sin que eso hiciera mella en el papel que desempeñó tanto en el club vikingo como en la selección. Un caballero que nunca dejó de atreverse a expresar su sentir sin que tal cosa le hiciera perder las formas, y aunque le costara alguna que otra mala cara en el vestuario. Seguramente Xabi sería capaz de acordarse de los familiares más cercanos de cualquiera y formularlo de una manera que nadie pudiera encontrar malsonante.
La trayectoria de Xabi habla de su sapiencia por sí sola, pues estuvo en los clubes más grandes de España (Real Madrid), Inglaterra (Liverpool) y Alemania (Bayern), y dejó un recuerdo imborrable en todos ellos. Y si no estuvo en el de Italia (Milan), fue sencillamente porque habría resultado intolerablemente insultante que llegara un extranjero con tamaña elegancia que dispusiera de un traje mejor que los propios italianos. Es tal el porte del tolosarra que perfectamente habría podido disputar algún partido en traje sin que eso hubiera mermado su fútbol y, de hecho, resulta una injuria contra el mismísimo deporte balompédico que no le permitieran seguir en el campo de aquella guisa tras su mítica y trajeada carrera para celebrar el gol de Bale en Lisboa.
Igual que injuria contra el fútbol fue que saliera en 2014 de manera tan abrupta y nos impidiera contemplar el espectáculo que habría sido un centro del campo compuesto por Xabi, Kroos y Modric. Seguramente hoy estaríamos hablando de 5 de 5 en lugar de 4 y Xabi tendría el palmarés (en Champions) que un jugador como él se merece. Quizás aquello habría sido demasiado. O quizás aún no sea demasiado tarde. Tal vez a la figura de Xabi dentro del madridismo aún le falte algo que decir desde el banquillo y pueda cubrir esa deuda ficticia que acaba de inventarse con descaro este tramposo colaborador, cegado sin duda por la deslumbrante figura que supuso para él su centrocampista favorito.
Getty Images.
Entregas anteriores del serial:
Yo voy a optar por la salida friki y os voy a proponer un artículo de esta serie sobre Milan Jankovic. Él dirigió la sala de máquinas del mejor Madrid de la Quinta, que ya de por sí era bueno. Lástima una lesión de rodilla que cortó su etapa (creo recordar que de año y medio apenas).
Permanezca atento a La Galerna estos días, caballero.
Brutal Jankonvic. Muy buena aportación.
Un poco lento de movimientos para mi gusto, pero con mucha jerarquía, el Madrid debió de ficharlo a la Real antes de irse al Liverpool pero de aquella estaba empeñado en Vieira que al final no llegó.
También sería muy bueno un artículo sobre Pirri que ha sido uno de los más importantes medio centros del Real Madrid. Además, es nuestro presidente de honor.
A las 5 de 5 el que faltó fue Casimiro en su año del Oporto
Mi comentario pendiente de moderación por hablar de casimiro, es lo que hay