El Madrid republicano venció en Mestalla en marzo de 1936. Desde entonces, tuvieron que pasar casi dos décadas para que el conjunto blanco volviese a ganar un encuentro liguero en el estadio valencianista. Tras la reanudación de las competiciones futbolísticas en España después de la guerra civil, la maldición del cuadro merengue en el campo che se prolongó desde 1940 a 1953. Quince temporadas sin saborear el triunfo en la capital del Turia. Solo existió la excepción en un amistoso en 1941 y en un choque de Copa en 1951.
El autor de la última victoria blanca antes de la guerra en Mestalla fue Kelemen. Extremo derecha húngaro, logró el tanto que supuso el 1-2 definitivo con el que los merengues se llevaron el triunfo. Un gol que según contó El Debate en su crónica se produjo tras un disparo de Sañudo que “despeja Cano con dificultad, remata Kelemen, y Cano, desde el suelo despeja, no pudiendo evitar que el nuevo remate de Kelemen llegue a las mallas”.
La maldición madridista en el coliseo che comenzó en marzo de 1940. En la jornada 16, cuando los blancos todavía estaban luchando por la Liga, se toparon con un cuadro valenciano dirigido por Moncho Encinas que ganó por 3-1. El resumen del duelo es que el resultado fue corto y no reflejó la enorme superioridad de los che sobre los capitalinos. En la primera parte el marcador no se movió y todos los goles sucedieron en la segunda mitad. Primero Mundo erró un penalti detenido por Esquiva y pocos minutos después Emilio dio ventaja al Madrid. El Valencia apretó y Amadeo en el 65’ y el 73’ completó un doblete para poner por delante a los locales. En el 86’ Mundo enmendó su fallo anterior desde los once metros y cerró el partido con un disparo desde lejos.
En la siguiente temporada 1940-1941, el duelo en Mestalla se produjo en la última jornada de Liga. Por entonces, fue un choque de trámite ya que ninguno se jugaba nada y sus opciones ligueras se habían evaporado. Lo más destacable del partido según la crónica de Pueblo fueron las ocasiones desaprovechadas de los madridistas que dispararon al palo por mediación de Alonso y vieron como se les anulaba un tanto. Sanz adelantó al equipo merengue y Epi, de penalti, igualó a falta de dos minutos de la conclusión de un encuentro que tenía en el zurrón el cuadro merengue de no mediar la mano de Ipiña en su área.
Tres semanas después de concluir la Liga, los valencianistas y madridistas concertaron un amistoso en la ciudad del Turia. En una de las excepciones, aunque no fuese encuentro oficial, el equipo blanco volvió a conocer la victoria. El Valencia realizó el peor partido del curso y la calidad individual merengue marcó la diferencia. Barinaga y Alsúa remontaron el tanto de Mundo para el definitivo 1-2.
La maldición del cuadro merengue en el campo che se prolongó desde 1940 a 1953. Quince temporadas sin saborear el triunfo en la capital del Turia
En la temporada 1941-1942 el calendario volvió a ser caprichoso y el duelo entre ambos conjuntos fue otra vez en la última jornada. El partido acabó ser por un gran homenaje valencianista que ya era campeón de Liga. El Real Madrid, por su parte, era el subcampeón, pero a una distancia importante de cinco puntos de los che. Las peñas locales se organizaron para entregar obsequios antes del pitido inicial y Mestalla vivió una enorme fiesta. En el césped se comprobó que el cuadro entrenado por Moncho Encinas había sido de largo el mejor conjunto del campeonato. Chus Alonso sorprendió en el primer minuto con un disparo “raso y flojo”, pero a la media hora de juego y en apenas dos minutos los valencianistas remontaron el duelo con goles de Gorostiza de falta y Mundo en posición acrobática. En la segunda parte, Asensi alargó el marcador hasta el 3-1 final.
Por tercera campaña consecutiva la visita del Real Madrid a Mestalla fue en la última jornada. Era el curso 1942-1943 y aunque los blancos no consiguieron la victoria sí sumaron un punto vital para sus intereses. El Valencia, en mitad de la tabla, no tenía ningún objetivo en la clasificación, pero el Real Madrid estaba inmerso en la lucha por evitar una promoción que le llevase a Segunda división. El empate a tres otorgó ese punto necesario para que los pupilos de Moncho Encinas concluyeran en décima posición y no fueran alcanzados por un Granada con el que tenían perdido el goalaverage. Por los locales, en una tarde desafortunada de Ignacio Eizaguirre, marcaron Amadeo en dos ocasiones y Mena en una, mientras que por los merengues anotaron Botella, Alsúa y Belmar.
En la temporada 1943-1944, el Real Madrid volvió a la senda de la derrota en Mestalla. La salida en la jornada 12 resultó complicadísima ante un conjunto che que lideraba la clasificación con puño de hierro. El equipo de Cubells acabaría levantando el título de Liga en un curso redondo del Valencia. En una tarde plomiza, el cuadro blanco se presentó en Mestalla con varias bajas importantes en ataque como Botella y Chus Alonso. El terreno de juego estaba embarrado por las lluvias pasadas y no se presenció un gran espectáculo. Cuando más apretaba el cuadro blanco llegó el gol de Mundo tras pase de Gorostiza que dio la victoria por la mínima a los locales.
Derrota dura la que infligió el Valencia al Real Madrid en el choque liguero de la campaña 1944-1945. El cuadro merengue llegaba como líder en solitario y el Valencia estaba también en la lucha por el título cuando se vieron las caras en la jornada 17. Al descanso llegó en ventaja el Valencia con un gol en el último minuto de la primera parte obra de Gorostiza. En la segunda mitad, los locales fueron muy superiores y materializaron otros tres tantos. Chus Alonso marcó el tanto madridista que suponía en ese momento el 2-1 pero que no sirvió para espolear a su equipo. Con el 4-1 el Barça adelantó al Real Madrid en la tabla y el Valencia recortó dos puntos a los merengues.
Un empate fue el resultado de la temporada 1945-1946. El Real Madrid porfiaba con el Real Oviedo por el liderato de la Liga en el momento que visitó Valencia. Fue en la primera vuelta del Campeonato en la jornada 16. El césped de Mestalla estaba convertido en un auténtico barrizal sobre todo en las áreas. Los che se adaptaron mejor al terreno de juego y llevaron la iniciativa. Así llegó el primer tanto de la tarde, a los 10 minutos, por medio de Mundo con un chut raso. En el 35’, empató Elices para el Real Madrid al enviar a las mallas un balón suelto en el área grande. Precisamente, el extremo izquierda vasco pudo romper la maldición blanca en Mestalla con el tanto de la victoria en la segunda mitad, pero su disparo lo sacaron entre Eizaguirre y el poste.
El marcador de la campaña 1944-1945 se volvió a dar dos cursos después en la 1946-1947. Otro 4-1 a favor del Valencia en un choque en el que el Real Madrid fue de más a menos. El inicio del partido resultó muy loco y a los tres minutos ya habían marcado ambos conjuntos. En el 1’ anotó Igoa de disparo cruzado y en el 3’ igualó el cuadro blanco después de un autogol de Álvaro. Se repuso bien el Valencia del mal trago y consiguió dos tantos antes del descanso. Los autores fueron Giraldós y Mundo. Para redondear el triunfo, los locales culminaron el cuarto de nuevo rubricado por Giraldós en las postrimerías del choque.
En el curso 1947-1948 del casi descenso del Real Madrid a Segunda división, una de las doce derrotas sufridas en toda la Liga fue en Mestalla. En un partido con similitudes al de la temporada anterior volvió a encajar cuatro tantos y de nuevo Igoa abrió el marcador en el primer minuto de juego. Antes del descanso los che aumentaron la ventaja a 2-0, pero el Real Madrid en una reacción fulgurante empató en apenas dos minutos. Anotaron Barinaga en el 57’ a pase de Alsúa y Vidal en el 58’ tras embocar un balón suelto. Sin embargo, el gran ariete che Mundo no faltó a su cita habitual con el gol y en quince minutos firmó un doblete para poner el definitivo 4-2.
Por tercera visita consecutiva, el equipo madridista recibió cuatro tantos en la temporada 1948-1949. En aquella ocasión, al menos, también anotaron cuatro para alcanzar un empate en un partido espectacular según las crónicas. El choque se celebró al inicio de la Liga, en la jornada 3. La primera parte tuvo color blanco y el juego sentó cátedra. En la segunda reaccionó el cuadro che y los madridistas bajaron su ritmo dejándose empatar a poco del final. A los 23 minutos ganaba el Real Madrid por 0-2 tras las dianas de Muñoz y Molowny y 1-3 a los 42’ después de recortar distancias Igoa y conseguir otro gol Molowny. En los cinco primeros minutos del segundo acto marcaron consecutivamente Igoa y Pahiño para el 2-4 que daba clara ventaja a los merengues. Pero el cansancio visitante y el ímpetu local dieron una vuelta más al partido y los goles de Igoa completando su hat-trick y Pont en propia puerta determinaron el 4-4 con el que Azón Roma señaló el final.
Otro empate se dio en la campaña siguiente de 1949-1950. En la jornada 6 disputaron el encuentro ambas escuadras en un encuentro vulgar y duro. Los blancos se adelantaron en los primeros minutos de partido merced a un autogol de Díaz en una acción desafortunada. El Valencia se rehízo pronto y a los 8 minutos igualó Igoa. En el 28’ se produjo un duro varapalo para los locales con la lesión de Gago que se tuvo que marchar a la enfermería al sufrir una fractura abierta del maléolo del pie derecho. Sin embargo, pese a quedarse con diez, el Valencia apeló al coraje y la entrega y apenas unos segundos más tarde Igoa hizo el 2-1. El Real Madrid se volcó y alcanzó el empate tras una falta botada de Muñoz. En la segunda parte, los locales aguantaron con diez y el partido terminó 2-2.
Un lleno de 32.000 espectadores presenció la victoria valencianista en el partido liguero del curso 1950-1951 en la jornada 19. Un partido emocionante y de calidad que el Valencia “ganó bien” como tituló MARCA. El brío local tuvo premio con el gol de Pasieguito de cabeza a los ocho minutos. Alrededor del minuto 25 una combinación de Molowny con Muñoz coronó el empate blanco con el que se llegó al intermedio. Fue a la hora de juego cuando apareció el artillero Badenes en un córner y dio el triunfo a los che pese a que el Real Madrid dominó la mayor parte del encuentro.
Cuatro meses después de aquel partido liguero los dos equipos quedaron emparejados en los 1/8 de final de la Copa. En la ida ganó el Real Madrid por la mínima en Chamartín y de cara a la vuelta los valencianistas esperaban remontar. Sin embargo, se encontraron la mejor actuación blanca en Mestalla en quince años. La eficacia en todas sus ocasiones de cara a puerta resultó fundamental para lograr el triunfo por 1-5. Cabrera y Roque Olsen anotaron un doblete y el quinto lo marcó Sobrado. Por parte de los che marcó Badenes el que por entonces era el 1-2.
En el curso 1951-1952 el cuadro blanco dirigido por el uruguayo Héctor Scarone se presentó en Mestalla como líder, pero tampoco pudo salir con los dos puntos. Un cabezazo de Pahiño otorgó ventaja a los blancos en el minuto 15. El panorama para el Real Madrid pintaba realmente bien porque una lesión de Asensi dejó a los locales con un jugador prácticamente inutilizable. El medio ala se situó en la delantera para poner voluntad y coraje pese a que no podía colaborar en el juego. Sin embargo, este hecho no desanimó a los che que igualaron en el 25’ con una diana de Badenes. Cuando el empate parecía que iba a ser el tanteo final surgió Pasieguito en el 87’ para marcar con un tiro libre desde la larga distancia.
La última derrota en Mestalla por parte del Real Madrid en aquella mala racha que se prolongó durante tres lustros fue al inicio de la campaña 1952-1953. En la jornada 3 el calendario programó la visita de los madridistas al coliseo che. El partido tuvo dos partes claramente diferenciadas mandando cada equipo en una de ellas. En la primera parte el Valencia estuvo a gran nivel y eso le llevó a vencer 3-1 cuando se encaminaron a los vestuarios. En apenas media hora, Seguí, Pasieguito y Badenes lograron tres tantos, y Arsuaga hizo un gol al filo del descanso. En el segundo tiempo hubo un cambio radical y tras varias modificaciones tácticas de Ipiña, los blancos mejoraron. Olmedo apretó el marcador con un tanto y el defensa Suñer quedó malparado en un choque con Montalvo lo que redujo su movilidad el resto del partido. El Real Madrid se lanzó en ese momento en busca de un empate que no acabó de llegar por poco en varias oportunidades.
La primera visita de Alfredo di Stéfano y Paco Gento como futbolistas merengues a Mestalla se resolvió con un empate. Fue en la jornada 14 de la temporada 1953-1954 en la que el Real Madrid volvió a conquistar el título de Liga 21 años después. El punto logrado en Mestalla le sirvió para mantener en tres la distancia con sus más inmediatos perseguidores por entonces en la tabla: el Barça y el Sevilla. El marcador registró un empate a cero en un choque muy disputado y en el que ambos hicieron merecimientos para llevarse la victoria. En la previa del partido se esperaba con gran expectativa el duelo cara a cara entre las dos estrellas de ambos equipos, Wilkes y Di Stéfano, pero ambos no brillaron.
El fin de la etapa oscura de las visitas madridistas a Mestalla en Liga llegó por fin en la temporada 1954-1955. El encargado de acabar con la maldición fue Alfredo di Stéfano. El día posterior de Navidad de 1954 los merengues ganaron 1-3 y consolidaron su liderato en la jornada 15 por delante del Atlético de Bilbao. Badenes, que tenía su punto de mira muy afinado ante los blancos, marcó de nuevo. Fue a los diez minutos tras un córner ejecutado por Fuertes. Cerca del descanso llevó el empate al marcador el argentino Olsen al recoger un balón muerto rechazado por el arquero Timor. Después emergió Di Stéfano, como gran estrella, para decidir el choque en los últimos minutos del partido. En el 84’ puso por delante a los suyos con un disparo por bajo con efecto y un minuto más tarde consumó su doblete particular con un testarazo. Así el Real Madrid volvió a salir victorioso del estadio valencianista.
Fotografías: archivo Alberto Cosín
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