La madre de todas las derrotas

Ya avisó Jesús Bengoechea en la crónica del 0-6 al APOEL que el resultado tenía trampa, que pasase lo que pasase, el Real Madrid saldría perdiendo. Vaya que si ha sido así. Así o peor. Mucho peor. Le metimos seis a un equipo que no es el Bayern, evidentemente, pero tampoco el Qarabag, al que otros no ganan ni jugando en superioridad numérica. Seis, repetimos, una cifra que no se ve demasiado en Europa. Pues hoy, horas después, nos debatimos entre pedir perdón por hacerlo o buscar culpables o algo así. No fue una goleada, fue la madre de todas las derrotas.

Que si el APOEL es un rival muy débil -pidiendo la hora acabó el Barcelona hace no demasiado cuando le ganó 1-0 al conjunto chipriota-, que si nos lo puso muy fácil, que si era el más indicado para recuperar la pegada. Podríamos seguir, pero mejor no. La historia es que es una goleada falsa, una de esas que engañan, un oasis en el desierto, no vale para nada. Hombre, para ir a octavos sí, pero eso son minucias. No lo pueden entender.

Cristiano Ronaldo marcó dos -suma ocho en esta Champions la criatura- y Benzema otros dos, pero parece, leyendo la prensa, que fue como ir a por pan un día de diario. No solemos ver a los delanteros de los equipos grandes firmar dobletes en Europa por muy débil que sea el rival. Aunque lo mismo el APOEL es el único equipo débil del continente. Cualquier cosa, amigos.

Tampoco luce en las portadas la brutal racha de Cristiano Ronaldo, que ha marcado en todos los partidos de la presente edición de la Champions League -joder con la crisis- y que lleva 18 en los últimos 10 encuentros del torneo. Bayern Munich, Atlético de Madrid, Juventus y Borussia Dortmund pueden dar prueba de ello. Para Cristiano también es la madre de todas las derrotas hacer muy bien su trabajo en Europa. Aunque hemos buscado y nadie firma esos registros. Por algo será...

Por último, y no por eso menos importante, dice el himno del Sevilla que "nunca se rinde". Y hoy toca recordárselo a uno de los suyos. Berizzo sufre cáncer y no va a rendirse porque ese partido seguro que lo gana desde el minuto uno. Estamos contigo, Toto. La pesadilla pasará pronto. ¡Fuerza!