Te conectas al partido en un segundo. Balón que deambula, dubitativo, errático. Balón sin sal. Balón sin peligro ni proyecto. Balón de equipo desinflado, entregado al peor de los destinos. Sí, un buen robo. Poco más. Balón sin dueño. Y entonces, Lukita, un resplandor, un chispazo, la imaginación del fútbol. Lo recoge, le monta una tienda de campaña, le da cobijo, buena comida y buen vino. Le hace sentir bien. Le hace volver a amar su vocación. Logra que la pelota vuelva a creer en su destino. Hace que se sienta como en una fábrica de balones. Lo acoge con el cariño de una madre. Y el balón se sabe amado. Lukita y la bola hablan el mismo idioma: el de Velázquez, el de Miguel Ángel, el de Leonardo, el de Goya, el de Caravaggio.
Son menos de dos segundos. Más del doble de lo que necesita para imaginar una maldita locura. Que al croata le sirven hasta tres opciones más razonables en este instante. Pero opta por la cuarta, que es la imposible. Acomoda el pie, acompasa el cuerpo, el ademán superlativo, y esos ojos tan graciosos que pone siempre, como quien acaba de divisar a un inspector de Hacienda. El balón ve venir al 10 y sabe lo que va a ocurrir. El balón está de fiesta, solo de pensarlo.
El elegido es Rodrygo. Modric deja el cuerpo muerto, como un trozo de hielo esculpido sobre el Bernabéu, que ya asume a su equipo entregado a la mala fortuna. Pero él todo lo hace con la pierna derecha, ajeno al drama de las gradas. La estira como en un videojuego, la arquea en forma inverosímil, contornea su pie, que se ríe del mundo, flirtea con el arte, viaja con sutileza, entornada la curvatura, lanza la melodía, cerrado el empeine, abierto el exterior, en una danza ancestral, la de la lluvia, la de la fecundidad, la que despierta la primavera en la capital del fútbol.
La bota del croata se sumerge en el césped bajo el esférico, precisión quirúrgica, como en una aventura de espeleología, el mundo abre los ojos clamando dudas, nadie sobre la tierra comprende qué es lo que intenta hacer el mago. Se clava el empeine hasta el infinito en la alfombra verde, a la izquierda desviado sobre el eje del balón, y le da la orden al esférico con un suavísimo golpeo, un roce lleno de matices, una caricia como de espuma de cerveza, como en un espasmo de la batuta del director de la orquesta. La pelota no duda, solo obedece, porque es Modric, porque no hay otro como él, porque es el mejor amigo del fútbol.
Y al instante, la bola se eleva con gracia en un viaje que podría ser infinito, rozando todas las estrellas de la historia del Real Madrid, Di Stéfano, Puskas, Gento, Juanito, Butragueño, Raúl, Beckham, Ronaldo, y todo el arte que en el Bernabéu se ha hecho. El club más grande del mundo en la estela de oro de un solo balón. Pero no se pierde en las alturas, el zapatazo de Modric lleva otra orden, lleva otro sello ese golpe de arte, el de la parábola perfecta, por eso supera en altura y en dirección a todos, a los cinco defensores del Chelsea y a Vini, y a Karim, mientras se va abriendo de la banda al área con un efecto imposible, saluda al pasar al punto de penalti –“te queremos, Oncemetros”-, el mundo entero se pregunta dónde demonios va ese balón, y solo hay uno –tal vez ahora ya sean dos, que dos Rodrygo ya está chispeando de emoción- que lo sabe, porque viaja a un poquito más allá, sí, a un poquito más allá de los dos defensores del Chelsea, que la ven pero no podrían detenerla sin ayuda de una recortada.
Y, al fin, el cielo blanco se abre, y el balón busca tierra, sin permiso para aterrizar, que no hay controlador aéreo que pueda gestionar semejante aventura espacial, exactamente a la frontal del área pequeña, destino perfecto y sin demoras, casi a la altura del segundo palo, allá donde el portero de Chelsea no pudo siquiera imaginar que pudiera terminar la jugada, a donde Rodrygo ha logrado hacerse con una ligerísima ventaja sobre sus defensores, y no tiene más que celebrar el gol antes incluso de golpearla, porque ese gol viene ya hecho desde treinta metros más atrás.
Estira la pierna Rodrygo sin aspaviento alguno de complejidad, tan solo empujarla, el balón ya conoce su destino, se trata solo de señalarle el camino, y ante miles de aficionados que han visto toda la parábola de la pelota sin respirar, el 21 del Madrid la enchufa a la red y despierta el clamor, y el miedo escénico de los rivales, y la pasión de propios y ajenos, que en toda España se grita el gol como propio, como si fuera la obra de arte común, la locura genial de Modric ya es patrimonio nacional, o más bien internacional, que hasta los ingleses se deshacen en elogios a un pase para la historia, ejecutado con la naturalidad con la que cualquiera se rasca levemente la patilla.
Después vino lo demás. Y antes ocurrió lo de antes. Pero el mundo puede detenerse en esos escasos dos segundos en que Modric dinamita el partido, en que Modric nos vuelve a demostrar que no hay nadie en el mundo como él. Que no veamos programas enteros dedicados a su pase, como en otras ocasiones, responde solo al hecho de que no se llama Pedri, ni Messi, ni va por el mundo con cara de cortina de humo, meando colonia. Es Modric y nos gusta así, aunque la gente dé por hecho que lo que hace no tiene nada de extraordinario, solo porque lo hace él.
Sospecho que necesitaremos años de sequía en el centro del campo para ser mínimamente conscientes de la fortuna que hemos tenido de poder verlo en directo sobre el césped del Santiago Bernabéu.
El artículo es excelente. No obstante, me gustaría hacer 2 cometarios:
1- Dices: "Sospecho que necesitaremos años de sequía en el centro del campo para ser mínimamente conscientes de la fortuna que hemos tenido de poder verlo". Yo pienso que el madridismos ya es consciente de que es el mejor centrocampista que ha tenido el Real Madrid; y además es un madridista de manual.
2- Este artículo, según mi opinión, es, junto "El abrigo de Zidane" , de los dos mejores leídos en La Galerna. (Y eso que los hay buenísimos).
Comparto plenamente, punto por punto, coma por coma, todo lo dicho. Un saludo amigo
Gran artículo Itxu. Quizás el mejor 10 que ha tenido el Madrid en su historia.
Hombre, decir el mejor en una posición en la que han pasado jugadores como Héctor Rial, Didi, Velázquez, Netzer, Schuster, Laudrup, etc , es decir mucho. Sin duda está entre los mejores pero es muy difícil elegir quien ha sido el mejor de su historia.
Modric es superior a todos éstos por continuidad y/o calidad. Compararle con gente que ni siquiera es madridista, al menos 100%, como Schuster o Laudrup, es un sacrilegio.
Haciendo un símil del dicho de Keith Richards sobre Paco de Lucía; te diré que todos son "leyendas" de nuestro querido Madrid, pero por encima de todos ellos está Luca Modric...
Si un día se escribe la biografía de Modric, yo aconsejo que para el título se robe la frase de Alaba el martes en el vestuario "look at this Man, LOOK at this man!".
De Modrić no hay mucho que agregar de la magnífica descripción que se ha hecho de esta jugada, es un portento, es un noble jugador de fútbol, es todo sencillez en su magia, sencillamente es eterno en el Madrid y aún para el futbol mundial , mis respetos para esa inmensa persona que es Luka Modrić, por siempre El Mago del Real Madrid
Como dice el autor, ese gol lo celebró toda España, y añado yo que todo el mundo, incluso, por unas décimas de segundo, los aficionados del Chelsea. Incluso, por unas centésimas de segundo, los antimadridistas. No cabe otra reacción ante tal belleza.
Yo no me olvidaría de D. Manuel Velázquez Villaverde. Pero Modrić es único e inimitable. HALA, MADRID.
Ejemplo de arte futbolistico y ante todo su grandeza y humildad.y como le decimos mi hijo y yo MI "MUCHACHITO".LUKITA TE AMAMOS HALA MADRID.
No me canso de ver el pase una y otra vez. Puso un dron teledirigido para Rodrygo. Se puede ver el asombro de los jugadores del Chelsea conforme les pasa el balón por encima y definición perfecta de Rodrygo al primer toque. Será un clásico, como la volea de Zidane o la tijera de Bale. Que suerte tenemos de ser del Real Madrid, Galernautas!
Lo has descrito ese pase y gol de este mago del balón y del pundonor de este grandísimo Modric
Felicitaciones por tu artículo eres otro fenómeno
Lo has descrito ese pase y gol de este mago del balón y del pundonor de este grandísimo Modric
Felicitaciones por tu artículo eres otro fenómeno
Itxu, pedazo fichaje de La Galerna (te leo en otros sitios también), por si me lees, que no lo creo: ¡cómo me gusta tu sintaxis! Comienzas con periodos cortos, de cargas de bayoneta a mano prieta, napoleonianas, para pasar a periodos amplios de coordinación y subordinación dignos de las cargas envolventes de caballería ligera de Alejandro Magno. Y las falanges preñadas de sentido y orgullo madridista. ¡Qué grande! He tenido que volver a ver el gol de Modric para descubrir toda su belleza, con tu guía como si visitara el Prado. ¿Quién se atreverá a pintar un cuadro de Modric?
El peor fichaje de 2012 según Torino news.
Hay en Twitter una imagen de antes del pase, concretamente del momento en que Marcelo va a darle el pase a Lula, y como éste mira hacia el área porque ya sabía lo que iba a hacer. Repito, ya sabía que hacer antes de recibir el pase de Marcelo. Fantástico nuestro rubio mágico.
Un abrazo a tod@s del tamaño del mar, desde "la tierra más hermosa".
Lo dijo hace unas semanas Ricardo Gareca, y se cumplió su sentencia, puedes ver una copia de ése pase por Christian Cueva en el Perú Paraguay. Espero también o disfrutes y dejes tu comentario